martes, 25 de diciembre de 2018

¿Que si llevo roto el corazón?



Se rompe tanto mi corazón que ahora comprendo porqué se expande el Universo. ¿Acaso la célula, de la que descendemos todos los seres vivos, pudo estar mucho tiempo sin romperse o dividirse? Sí, el amor puede romperse y, en vez de destruirse, cobrar más fuerza. Porque el tiempo expande al amor como un crupier reparte cartas infinitamente. Cuando acaba la mesa lanza cartas al aire, al suelo, a otra gente, no puede parar de repartir. El fuego, el hielo, la luz, la oscuridad, lo seco, lo mojado, lo alto, lo bajo, lo sano, lo enfermo, lo nuevo, lo viejo, lo pobre y lo rico, todo, recibe cartas de amor donde viven los crupieres, donde pasa el tiempo.


El amor está antes que la vida y en la vida está el amor. Juega a las cartas por todas partes y no puede explicarse, no hay norma o teoría que lo encierre. Más allá de la ciencia, donde todo es posible, permanece explicada su verdad, detrás de muchos errores, de muchas mentiras, de muchos olvidos y, a la vez, de mucha cercanía, dentro de nosotros. Lo experimentamos tanto y sin embargo no sabemos su verdadero nombre. Lo llamamos a través de seudónimos más o menos acertados, amor, corazón...



Queriendo o sin querer golpeé a mi corazón y se rompió. Tres cartas después aparece más fuerte. Igual que el tiempo se rompe en años y un año nuevo aparece después de uno viejo, así el amor que se fue débil vuelve más fuerte. Un proceso del crupier del tiempo. Y en el último tiempo de este año, querida y supuesta lectura, me preguntas esto, ¿que si llevo roto el corazón?, ¿acaso tú no lo llevas roto?, pues cosa más extraña sería. Mi amor es normal, roto o dividido, crece y se expande. 

Cuando las noches comienzan a ser más cortas y los días más largos, desde el solsticio de invierno, con seudónimos más o menos acertados: Feliz Año 2019, que el amor se expanda, viva el crupier. ;-)

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