LA PEREZA DEL GENIO

"Yo soy el trovador que vaga errante;

si son de vuestro parque estos linderos,

no me dejeis pasar, mandad que cante."

(Zorrilla.-Cantos del trovador.)

¿Quiénes son o fueron los pendolistas?, ¿qué es el carambolaje?, ¿cuellos postizos?, ¿diarios de cuatro páginas?, ¿y las habaneras?, podría preguntarse cualquier lector a leer un artículo, más bien un pequeño tesoro, que he encontrado entre la arqueología de la prensa española, lo datan en el año 1868. Este antiguo artículo de prensa me ha hecho reflexionar mucho y sobre variados cauces. Además de nuevos conceptos (en realidad tan viejos que se han olvidado) como el de pendolistas, también me ha mostrado con sorpresa novedades en aquella época como la fotografía, los billetes de banco o incluso las enciclopedias. No tiene desperdicio este artículo, finalizado por un concepto fascinante: "pereza de los hombres racionales, el indiferentismo".

Fco. Javier Ortego (1833-1881) Dibujante e ilustrador español

He aquí la joya de literatura periodística.

Revista "El Museo Universal", año 1868. Madrid.

Artículo firmado por Alfredo Opisso (tal y como fue publicado).

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LA PEREZA DEL SIGLO

Achaque comun á los escritores de cierto género es el de ponderar grandemente la actividad que reina en estos tiempos, á los cuales señalan por carácter especial y distintivo el aventajar con laboriosidad á todos los pasados siglos.

Nada mas falso, si se considera bien, y estoy pronto á sostener, por el contrario, que jamás la pereza ha sido tan cultivada.

El estilo cortado de que tanto se está abusando (pereza de los escritores);

Las botinas de charol (pereza de limpiarse el calzado);

Los cañones mónstruos (pereza de los regimientos);

Los cuellos postizos (pereza de mudarse la camisa);

Los diarios de cuatro páginas (pereza de volver y cortar las hojas);

El sistema métrico (pereza de los calculistas);

La habaneras (pereza de los danzantes);

Las máquinas de coser (pereza de las costureras);

La homeopatia (pereza de los médicos);

Los vestidos cortos (pereza de tener que levantarlos para enseñar las pantorrillas);

Los billetes de banco (pereza de los ricos);

La fotografía (pereza de los retratistas);

Las cajetillas de cigarros hechos (pereza de los fumadores);

Las despedidas por medio de los periódicos (pereza de los que se van);

Las plumas de acero (pereza de los pendolistas);

El carambolaje (pereza de los mozos de billar);

Las enciclopedias (pereza de los eruditos);

Las felicitaciones por el correo interior (pereza de los felicitantes);

Las barbas al natural (pereza de afeitarse);

El indiferentismo (pereza de los hombres racionales);

Etc., etc.

A ese paso, aseguro desde ahora que en el siglo que viene habrá en cada poblacion una gran máquina de vapor que ponga en movimiento todo lo que sea menester al hombre, sin que este tenga que hacer otra cosa mas que echarse de un lado y oir cantar el rorro.

Alfredo Opisso, 1868.

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Cuanta razón tenía don Alfredo sobre su siglo venidero (el pasado siglo XX), sólo se equivocó en las máquinas, que no fueron de vapor, sino que al poco tiempo se hicieron y permanecen de carburantes y eléctricas. Y hay algo que dijo que no ha cambiado en nada casi 150 años después: "el INDIFERENTISMO (pereza de los hombres racionales)", cuando lo leí comprendí mucho de este presente. No nos basta la razón, necesitamos la voluntad, la motivación. Por ello, aunque existen miles de millones de hombres y mujeres racionales pero indiferentes a las labores de gobierno hay, por ejemplo, tanta pobreza indigna en España.

FJ Ortego

 Aunque viene un año de esperanza, 2015, ahora la tremenda crisis que sufrimos como ciudadanía, con tantos millones de nosotros y nuestras familias viviendo en pobreza indigna, está despertando la participación de muchos, y está marcando una DIFERENCIA fundamental. La mujer y el hombre se preocupan de lo que votan y quieren votar algo bueno que no les engañe o manipule, y devuelva la dignidad social perdida. Y no sólo este artículo me ha hecho discurrir por el cauce de la política actual y local, también por el paso de los siglos y sus mensajes políticos, más globales y más allá del largo plazo. Desde 1868 (en realidad antes, pero aquí tenemos una prueba suficiente) el Progreso, sobre todo el tecno/científico, hace que cada vez utilicemos menos nuestro músculos, incluso cuando son dirigidos por mentes profesionales. ¡Las máquinas!: " A ese paso, aseguro desde ahora que en el siglo que viene habrá en cada poblacion una gran máquina de vapor que ponga en movimiento todo lo que sea menester al hombre."

BAJO EL TECHO DE VALLEJO.
-¡Qué miras, chico!
-Ese techo que representa la Imprenta. Así me ahorro de comprar periódicos.

Las máquinas van reemplazando la mano de obra desde la I Revolución Industrial y en movimiento ascendente. El tiempo humano empleado pasa, lógicamente, a ocuparse en otras labores u ocupaciones, o a la desocupación o desempleo, porque como bien dice don Alfredo: "sin que este tenga que hacer otra cosa mas que echarse de un lado y oír cantar el rorro". Entonces recuerdo la Renta Básica como solución lógica para los que quedan condenados a "oir cantar al rorro", ¿o que se mueran en la miseria mientras dejamos que el Estado, presuntamente justo, mire a otro lado?. Obviamente la posición humana es ocuparse de ellos (o de nosotros, nadie está a salvo). Y no de cualquier modo, sino de manera sabia, ante una sociedad del conocimiento libre, admitiendo que tarde o temprano una sociedad ante conocimiento libre y gratuito o casi gratuito, termina volviéndose inteligente... Bueno, no me quiero extender, me ha dado la pereza. Al menos he mostrado ya que este: "antiguo artículo de prensa me ha hecho reflexionar mucho y sobre variados cauces", y para terminar quiero dejar una pregunta en el aire histórico: si don Alfredo viviera ahora, tuitear, ¿de qué sería pereza?

FJ Ortego

Tuitear (pereza de...). Parece que don Alfredo respondería con el primer acto de pereza que cita: "El estilo cortado de que tanto se está abusando (pereza de los escritores);" Posiblemente Twitter para el sr. Opisso sería "pereza de los escritores", de los internautas o usuarios de las redes sociales. Pero el detalle genial del artista, como periodista o columnista, se produce al descubrir que su artículo es precisamente eso: "estilo cortado", como si en la realidad profunda el autor se auto proclamase un escritor perezoso, dejando una entre línea genial y muy agradable final de la lectura. A veces el genio es breve, o perezoso ;-)