Los ciudadanos Zapatero y Rajoy me han mostrado en estos días una contradicción en la Constitución de 1978. Y como no puede contradecirse hay que apostar con lógica democrática por una de las dos vertientes legislativas trazadas y enfrentadas.
Artículo 1
1. España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político.
2. La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado.
3. La forma política del Estado español es la Monarquía parlamentaria.
“La soberanía reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado”. La Constitución dice así en su Artículo 1, utilizando dos verbos fundamentales, "residir" y "emanar". La soberanía vive en el pueblo y desde allí emanan los poderes del Estado. Y la Constitución no es un poder del Estado, es la que ordena y establece los poderes del Estado. La Constitución es la descripción legal de la Soberanía, el cuerpo lógico y legal de la misma, es soberanía, por lo tanto sólo por ella puede ser reformada o cambiada, no por lo que emana de la soberanía, los poderes del Estado. Así, aunque después la propia Constitución diga en artículo más alejado que puede ser reformada por los poderes ejecutivo y legislativo (en la práctica pactos entre los principales partidos, porque después lo oficializan a través de las instituciones legislativas que dominan), es, por supuesto, una contradicción, una ilógica democrática.
Y ante la contradicción, ante una reforma constitucional, hay que apartar a la Moncloa (anterior foto) y al poder legislativo y ejecutivo que desde allí se articulan (no están tan separados ambos poderes del Estado como muchas academias anuncian) y debe prevalecer el soberano (la Ciudadanía) que cita el Artículo 1. Porque es mucho más fundamental (no en vano es el primero) y sobre todo es lo más lógico para un Estado Democrático. En toda asociación democrática nada ni nadie tiene más poder que una asamblea general de socios, es requisito indispensable; y todo Estatuto de asociación democrática sólo puede ser reformado por dicha asamblea general. Es “de cajón”. Entonces, ¿a qué viene ahora que los partidos políticos dominantes pueden cambiar la Constitución cuando les dé la gana?. Este chollo ilógico hay que finalizarlo.
En otras palabras, no existe mayor poder en España que la Ciudadanía General en sus asambleas de voto, referendos o elecciones generales. Convocatorias de voto, ordinarias o extraordinarias, donde los escrutinios resultantes es a lo que todos debemos obediencia en asuntos soberanos, porque somos ciudadanos democráticos. Si el deber estuviera antes que el derecho, nuestro deber en este caso estaría centrado en que nada ni nadie reforme nuestra Constitución si no es la Ciudadanía General Española con voto directo y vinculante. Si no cumplimos con nuestros deberes ciudadanos cada vez tendremos menos derechos. Por ello creo lógico y democrático, por lo tanto un deber, que exista un artículo cerrado en la Constitución Española: “Un referendo o asamblea de voto de la ciudadanía general española, donde reside la Soberanía, es el único órgano facultado del Estado para aprobar una reforma o modificación de la Constitución.”
Y creo que votaré al partido político que lleve esto en su programa electoral del #20N, o entre los partidos que lleven este lógico y democrático objetivo elegiré y votaré a uno. Gracias.
Leyendo tu post me ha venido a la cabeza algo que he leído no sé dónde. Tal vez la democracia ha muerto y las Constituciones serán ya papel mojado.
ResponderEliminarQuizás debemos protegernos mínimamente, esperar a que este "sistema" llegue a su fin y entonces será realmente cuando podremos volver a empezar.
Siento no poder aportar un mensaje optimista, pero me apetecía comentar tus post.
Nos leemos. Feliz dia.
MarAmunt
Gracias Mar. Democracia se le ha llamado a cualquier cosa, incluso a su significado contrario. Por ejemplo "Repúbica Democrática del Congo", o "República Democrática del Vietnam", o "República Democrática Alemana", donde se disparaba impunemente a los ciudadanos que saltaban una alambrada (el famoso Muro de Berlín). Después, cuando la democracia cumple con su significado, hay muchos niveles. Desde la Democracia Representativa Radcial (actual España) donde nunca se deja a la Ciudadanía expresarse con votos más allá de elegir a representantes; hasta llegar a la democracia practicada en Suiza, donde es normal o común consultar al voto ciudadano para tomar medidas que afecten a todo el país.
ResponderEliminarPor ello me siento cómodo en #15m, porque una de sus reivindicaciones esenciales es mayor participación democrática y ciudadana en la política española. Así soy optimista, mientras un ciudadano salga a la calle pidiendo participación en la política: la democracia estará viva.
Bueno, Mar, gracias y hasta luego.
;-)
Muchas gracias por la respuesta y por la explicación de los diferentes tipos de democracia.
ResponderEliminarEntiendo que la gente se pueda sentir cómoda con el 15M. Por mi parte recibí el "movimiento" con mucha ilusión y con esperanzas reales de un cambio. Los resultados de las pasadas elecciones municipales en una momento de máxima participación ciudadana con el 15M me demostraron que la gente dice lo que no hace o no hace lo que dice.
Por otro lado tampoco entiendo que no quieran constituirse en partido político que para mí sería la forma de poder romper la barrera que separa la democracia participativa y la representativa.
Y por último, ¿qué se ha conseguido en estos últimos meses?. Sí, se ha puesto en evidencia que la ciudadanía y la clase política están a años luz, pero, ¿se ha conseguido acercar posturas o se han radicalizado más las diferencias?.
Esa es mi percepción, un placer y hasta la próxima.
MarAmunt
Pues tu percepción creo que es acertada. No podemos competir en igualdad de condiciones con grandes partidos bien establecidos en el tiempo y con presupuestos millonarios en campañas y propaganda, Nosotros aparte de la redes sociales (TW y Face) sólo tenemos el boca/oído. Así que mi esperanza, más que conseguir resultados concretos para el #20N, se centra en el mundo del pensamiento político y conseguir descubrir una política ideal donde los afiliados (después los ciudadanos) participen activa y directamente en la política de su partido y más tarde en el gobierno público. Y estoy escribiendo un libro para este fin. A ver cómo sale. Y creo que como yo otros muchos lo están intentado, es decir, estamos sembrando para evolucionar la política y ya conuna buena teoría, pasarlo a la práctica.
ResponderEliminarBesos ;-)