27 de febrero de 2016. Mijas Costa, sur de España, cerca de la playa una estudiante de periodismo pulsa el “rec” de la grabadora de su teléfono móvil:
Estudiante de periodismo (EP)- Querido @ciudadanoNick, ¿quién es ciudadano humano?
Ciudadano Nick (CN)- Pues ya que mañana es el Día de Andalucía (Comunidad Autonómica dentro de España) y ahora que me pillas después de releer algunas páginas del libro “El Ideal Andaluz”, te diría que el ciudadano humano es, para mí, como el Hércules de Blas Infante.
 |
| Una versión infantil del escudo de Andalucía |
CN- Por ejemplo en estas frases enmarcadas en un mueble de mi despacho de trabajo:
“Hércules es el símbolo divino
del hombre consciente del supremo fin,
que vive para crear la conciencia de la vida,
la conciencia universal
sujetando a un yugo de consciente armonía
las fuerzas indomadas del Universo.
Hércules es el símbolo del hombre
que en esa eternidad
aspira a alcanzar su propia eternización...
Hércules necesita volver a dominar
en la conciencia del Andaluz
para volver a fundar
otra vez Andalucía”
Blas Infante. Antología de Texto, pags. 149-150.
EP- Frases que suenan muy bien, pero forman conceptos confusos que habrían de desgranarse, ¿no?, por ejemplo “el hombre consciente del supremo fin” qué quiere decir.
CN- Habrá que descubrirlo. ¿Cuál es o debería de ser el supremo fin del hombre?
EP- No lo sé, pero, ¿y los demás fines?
CN- No hay más. Por ese camino ningún fin o conocimiento queda fuera.
EP- No entiendo.
CN- Pues que el hombre no puede explicarse a sí mismo sin explicarlo todo.
EP- ¿Acaso el hombre es el centro de todo?
CN- No lo has entendido. Más bien es que todo puede explicarse desde cualquiera de sus partes, incluso desde las partes más pequeñas o débiles, al menos desde las partes que se lo pregunten y sepan responderlo.
EP- Ahora entiendo el enfoque, que el hombre se conozca a sí mismo es el supremo fin porque es un camino a entender el Todo. ¿Pero cómo conecta eso con el resto de las especies, incluso con aquellas posibles pero alejadas en el Espacio/Tiempo?
CN- Blas Infante lo llama “Hércules”, si el hombre consigue ser hércules podrá crear “la conciencia de la vida, la conciencia universal”. Es decir, el hombre, al ser vida (de la Tierra), tiene derecho a formar la conciencia de la vida. Pero también de la conciencia colectiva de todos los seres del Universo.
EP- Ahora sí, ahora no sólo esas palabras de Infante suenan bonito sino que además tienen hermoso significado. Hércules para Infante, y la ciudadanía humana para ti, son mecanismos o caminos para que el hombre se conozca mejor a si mismo y acceda a la conciencia de la vida y a la conciencia universal, porque la vida de la Tierra forma parte de la vida del Universo. ¿Es así?
CN- Sí, aunque por ahora sólo es posible teóricamente o con el pensamiento razonado. Todavía no es un objetivo político, pero al menos es como un sueño ciudadano o un posible camino humano en su vía evolutiva/mental.
EP- Bueno, establecido el objetivo, cómo se consigue.
CN- El Ideal Andaluz necesita un origen y comienza con el concepto del ideal de la vida, y a partir de ahí toca otros ideales, como el ideal humano, el ideal de los individuos, el ideal de los pueblos, incluso el ideal en concreto del pueblo español. Y es precisamente de ahí, de las partes que componen España donde aparece Andalucía. A la que hay que identificar plenamente para finalmente descubrir el ideal que merece, el Ideal Andaluz. Todo ello en el libro del mismo título y cuyo autor es Blas Infante.
EP- Y ya que tienes un ejemplar al lado, ¿podrías leer algún párrafo que lo ilustre?
CN- Pues hay unas palabras rotundas que me gustan especialmente:
“Ateneístas, éste es el problema: Andalucía necesita una dirección espiritual, una orientación política, un remedio económico, un plan cultural y una fuerza que apostalice y salve... En esta empresa de afirmar la conciencia de todos para la gran obra que a todos nos aguarda, ponga cada cual su grano de arena...”
EP- Pues ¡viva Andalucía!
CN- ¡Viva!
No hay comentarios:
Publicar un comentario