Me
he enterado que algunos estudiantes de la ESO leen este blog, por
ello en algunos post, como el presente, intentaré añadir un valor
didáctico. Todos los ciudadanos democráticos vivimos entre varias
democracias: municipal, autonómica, soberana e, incluso,
podríamos citar a la transnacional (Unión Europea). Siendo
así, ¿cuál es la democracia más importante?. Es la democracia
soberana, pues las demás se basan en ella, existen porque existe
la soberana. Por lo tanto, nosotros los ciudadanos españoles somos
los soberanos de España. Una nación compuesta por 17 Comunidades
Autonómicas, cada una con su respectiva democracia autonómica.
Ahora una pregunta clave: ¿es posible, en paz, legal y
democráticamente, que una CCAA se independice del resto de España y
forme un nuevo Estado Soberano?. Obviamente, si somos
democráticos, la respuesta debe ser un absoluto SÍ. Apareciendo el
gran dilema: ¿CÓMO?. ¿Cuál debe ser el proceso a seguir?. ¿Qué lógica democrática es la correcta? Estamos
ante un debate fundamental porque de él debemos extraer las luces de
la razón democrática, en contraposición a los que quieren ejercer
cualquier derecho por el método de la fuerza.
Como toda norma tiene excepciones conviene separar inicialmente la "Independencia por camino ordinario" y la "Independencia por camino extraordinario". Así completamos la pregunta clave ¿cuál es el proceso a seguir con normalidad democrática, o de carácter ordinario, para que una CCAA se independice el resto de España?. Antes volvamos al círculo soberano, sobre todo para los estudiantes, ¿qué es una soberanía democrática?. Responder a qué es un Estado Soberano Democrático es fundamental tanto para España como para una CCAA que se independice o se quiera independizar. Una soberanía democrática es aquella donde la soberanía recae en la ciudadanía general, donde cada ciudadano/a es co-soberano/a. Es decir, todas las decisiones soberanas deben surgir de un referendo entre todos los ciudadanos. Y una independencia es una decisión soberana (no una decisión del Gobierno o del Parlamento de turno), como también la elección de la Constitución que debe regir dicha soberanía.
Yo
soy andaluz, así que hipotéticamente puedo imaginar como ejemplo que
deseo la Independencia de Andalucía del resto de España. ¿Qué
debería hacer por método legal, pacífico y democrático?. Primero
asociarme al resto de ciudadanos andaluces que también deseen la
Independencia de Andalucía. Si esta Asociación para la
Independencia de Andalucía (AIA) creemos que somos minoría andaluza
deberíamos hacer campaña para explicar porqué queremos la
Independencia y mostrar los beneficios que ello conllevaría. Pero si
creemos que somos mayoría, o cuando ya seamos mayoría, entonces
deberíamos solicitar un referendo andaluz por la Independencia, que
si sale sí, deberá convocarse a continuación un referéndum entre
todos los ciudadanos soberanos de España al respecto. Si este
referendo soberano sale que sí: ya seríamos independientes. Pero si
sale que no, tampoco hay que rendirse, e intentar repetir el mismo
proceso a medio o largo plazo. Es una hipótesis lógica, si la soberanía debe dividirse por método pacífico requerirá la decisión democrática y votada de la mayoría soberana.
Por
supuesto algunos o muchos independentistas de cualquier CCAA no
estarán de acuerdo con este carácter ordinario o razonamiento
democrático para la Independencia. Pero sin este razonamiento
democrático hundiríamos el concepto de soberanía democrática,
pues cualquier colectivo menor podría tomar decisiones soberanas en
detrimento del colectivo mayor o soberano. Otra cosa es el carácter extraordinario, una excepción donde no se requiere la mayoría de la soberanía, sino sólo la mayoría de la ciudadanía autonómica que lo pretenda, bien porque esa autonomía fue independencia en el pasado o por otro motivo extraordinario. Y éste es para mí el debate, qué autonomía (o región del mundo), gozaría de carácter extraordinario si iniciase movimientos políticos y democráticos de Independencia? Para ilustrar el método extraordinario se me
ocurre un ejemplo de ficción histórica. Imaginemos que
el general Franco durante la Guerra Civil ataca y conquista Portugal,
anexionándola a España. Y décadas después, a la muerte del
dictador, durante la Transición a la democracia española, Portugal
se convierte en la 18ª Comunidad Autonómica de España. Pues bien,
ya tendríamos un ejemplo de carácter extraordinario, y sólo con la
votación de la mayoría de esta hipotética CCAA de Portugal debería
concederse la Independencia.
Así
mi opinión razonada tiene una noticia buena y una mala para los
independentistas catalanes. La buena es que después de esta
manifestación millonaria de ayer a favor de la Independencia de
Cataluña creo, más bien necesito como demócrata español, saber si
la mayoría de los ciudadanos catalanes la secundan, y para ello
debería celebrarse un referendo en Cataluña al respecto. Pero si
saliera el sí como mayoría entre los votos catalanes: no sería
suficiente para la Independencia, ya que se trata de una cuestión
soberana, y para ello los soberanos de España deberíamos votar al
respecto. A no ser que se demuestre que Cataluña goza de una
situación extraordinaria. Por supuesto hay muchas perspectivas y quizás desde fuera de España se vea más imparcialmente el debate. Por mi parte espero haberlo explicado de una manera
coloquial y, por supuesto, los comentarios de otros están abiertos a
enriquecer el razonamiento democrático hacia la Independencia de
cualquier CCAA, sin miedo, sin insultos ni amenazas. Como ciudadanos
democráticos dispuestos a iluminarse con las luces de la razón
democrática y anular cualquier sombra u oscuridad que sobre
nosotros quieran arrojar.
Y
ahora mi opinión personal al respecto, muy breve. Si alguien
demuestra que la Independencia de Cataluña es o sería un beneficio
para los catalanes y para el resto de los españoles mi voto sería
que sí, sin ningún tipo de duda. Pero si la Independencia de
Cataluña fuera un beneficio para los catalanes pero un perjuicio
para el resto de los españoles mi voto será que no. De igual modo
si la Independencia de Cataluña resultara un perjuicio (bien por el
modo o por el fondo) para los catalanes pero un gran beneficio para
el resto de los españoles mi voto sería que no. No dejaría
“tirados” a los catalanes, pues a ellos me siento unido por una
fuerte solidaridad soberana y democrática. Porque esta es la clave
para cualquier nación o independencia, nacida o a nacer, tener muy
claro qué es la solidaridad soberana y democrática. Para que ningún
individuo o colectivo menor pueda romperla por intereses encubiertos
o de terceros y en perjuicio de alguna de las partes resultantes, o
de ambas.
Gracias.
@ciudadanoNick
Esta es una buena entrada para iniciar un debate positivo. Efectivamente, si existen la lbertad de pensamiento y de expresión, de igual modo debería existir uun camino democrático para desarrollar estas libertades cuando de independentismo se trata. Entroncamos directamente con el derecho de las minorías y a sus voluntades colectivas y la poca precisión de la legislación política al respecto. Pero yo destacaría dos minorías sujetadas a derecho. Una es la minoría independista catalana respecto al censo electoral español. Y otra sería la hipotétoica minoría catalana que no es independista. Por ejemplo si se llevara a cabo un referéndum y acudiera a votar el 50€ de los catalanes, donde el escrutinio arrojara un 60% a favor y un 40% en contra. Significaría que sólo un 30% del censo electoral catalán estaría a favor de la independencia. ¿Debería entonces producirse la independencia?. Ahora supongamos que acude a votar el 100% del censo electoral catalán y el escrutinio expone un 60% a favor y un 40% en contra. Entonces, qué pasa con el derecho a esa minoría. Estamos ante dos minorías potenciales, una la independista catalana respecto al censo electoral español y otra la minoría no independista respecto al censo electoral catalán. ¿Cómo no discriminar el derecho de esta última minoría, ¿dividir la geografía catalana en dos porciones, una del 60€ y otra del 40 y que sólo se independice la del 60?. Resumiendo es obvio la falta de ordenamiento legal al respecto y excelente la idea de abrir dos caminos, uno ordinario y otro extraordinario. Aún así, el tema de las minorías no está suficientemente interpretado y considerado para beneficio de los socios políitcos o ciudadanos, tanto independistas como no independistas.
ResponderEliminarMe ha gustado tu exposición,pero voy a pasar del caracter ordinario o extraordinario, de legalismos etc. y voy a ser más concreta.Referendo "SI",si es en Cataluña tan solo pido juego limpio(aquí ya nos conocemos )y si vota el resto de España, seguro que sale independencia,ya que están saturados de todos nosotros.En el caso de salir afirmativo, hay gente con posibilidad de marcharse,y lo hará, y los que queden, seguro muchos no han pensado en el día después,no se han molestado en saberlo y nadie en explicarlo.
ResponderEliminarEsta tierra es de todos y no solo de unas familias que se sienten sus propietarios y además quién más quién menos es descendiente de alguien nacido en el resto de España.No se el porqué de esta deriva.Bueno, si lo sé, pero da para otro capítulo y esto ya es demasiado para mí. Saludo
Gracias Anónimo y @anajmvv. Sí, el ordenamiento legal quieren rebajarlo a un "cerrojazo" constitucional, como queriendo prohibir a CCAA y ayuntamientos que convoquen consultas democráticas entre sus respectivos ciudadanos, o peor aún, que no convoquen las que no gustan al gobierno central, alegando que la Constitución lo prohíbe, como si ésta fuera no democrática. Y sí, Ana, tienes razón, por ello digo al final "intereses encubiertos o de terceros". Los partidos, de derechas o de izquierdas, por muy democráticos que parezcan (sobre todo en esta democracia representativa radical) tienden a la oligarquía; y a partir de ahí sólo ven poder y dinero. Si a esto añadimos las modernas técnicas de manipulación de masas podríamos incluso ver cómo un demócrata mata a otro por asuntos como éste. Es muy triste...
ResponderEliminarSaludos y gracias.
No sabes como me reconforta ver que, con un análisis minucioso y pormenorizado del asunto, alguien que, además, como en mi caso, no pertenece a las CC.AA. históricas y mas beligeerantes, es capaz de llegar a hablar de referendum en dichas comunidades, sin que se agarre de los pelos o se ponga a gritar sino, como creo debe ser, la manifestación o el pronunciamiento de una ciudadanía que ,en democracia, tiene derecho a hacerlo.
ResponderEliminarGracias, me ha parecido un análisis muy interesante :)
Gracias a ti, Yolanda. En efecto, los caminos democráticos no han sido trazados adecuadamente. Es una laguna democrática donde muchos demócratas de todas las partes pueden "ahogarse".
ResponderEliminarBesos.
;-)