Es tiempo de
crisis en todos los sectores de la sociedad pública y en todas las
disciplinas del conocimiento público. No sólo por necesitar todos y
todas de recursos económicos, también y quizás mucho más
importante: hay crisis severa en muchos conceptos públicos,
institucionales o no, que no se pueden solucionar sólo con dinero.
Entre estos conceptos el más urgente a tratar es lo que denominamos
“Democracia”. Donde en la realidad palpable vemos el poder
público en manos de representantes que niegan la participación
ciudadana y sus votos directos para la toma de decisiones
fundamentales; y así seguir construyendo la España que en realidad
somos, sin engaños. Esta es la verdadera estabilidad que necesitamos
ante las estabilidades artificiales y forzadas a las que nos someten
nuestros representantes políticos. Una de estas estabilidades
forzadas es la actual monarquía donde el rey ha abdicado y
esperamos en breve la ceremonia de coronación de un nuevo rey,
Felipe VI. Todo ello cocinado y servido por nuestros
representantes en el poder público, sin permitir el acceso del voto
directo a la ciudadanía soberana. Como si la Ciudadanía estuviera
discapacitada para tomar decisiones constitucionales o de estado. Qué
curioso, para elegir a representantes estamos muy capacitados y para
decidir directamente: no.
Estoy, o
estamos si me lo permites, querida lectura, ante el Bipartidismo
español, compuesto por los partidos políticos PP y PSOE.
Observo el teatro cronológico del sujeto. Veo y pregunto, ¿es la
alternancia en el Gobierno de dos partidos políticos o es la
continuidad de un bloque llamado Bipartidismo? Es importante enfocar
bien la cuestión, porque entre las dos opciones a verdad habitan dos
conceptos contradictorios: alternancia y continuidad. Y tener mucho
ojo cuando quieran vendernos alternancia (algo sano) por continuidad
(algo insano en todo gobierno o gobernador que se prolonga
innecesariamente). No es lo mismo, por meter metáfora, un árbol que
muda sus hojas todos los años con uno que no las muda. Porque sin
duda, enfocando al Bipartidismo, parece más perenne que caduco. Si
metemos a los partidos desaparecidos pero que fueron polos como CDS,
UCD y Alianza Popular, estaríamos ante un Bipartidismo
que gobierna España desde 1979, hace 35 años. Esta edad es
contundente, porque la mayoría de nuestro censo electoral actual no
podía votar o no había nacido por esas fechas. Por lo tanto dudar
si la actual Constitución votada y aprobada en 1978 es querida por
la mayoría de los españoles actuales es una duda muy razonable. Y
no es que me salga del tema, es que la actual Constitución es
producto del Bipartidismo.
El
Bipartidismo no es como el diablo en la religión y se puede
hablar bien de él, porqué no cuando lo merece. O hablar bien de la
Constitución de 1978, ya que nos sacó de una dictadura y nos metió
en una democracia más o menos decente. Una democracia que parecía
un lujo comparada con el régimen anterior. Y aquella Constitución,
hecha con prisas por unos pocos, resultó un “parche”
excelente para lograr normalidad democrática (menos por la ley
sálica y otras que ahora no mencionaré). Hay que agradecerlo a los
políticos de entonces, incluso al Bipartidismo y al rey. Pero
siempre proyectando con sentido común que en una o dos décadas estaríamos (ya tranquilos o sin ruido de sables) ante la construcción
de una democracia o constitución a la medida, un traje personalizado
para España. Por lo tanto un estado democrático acorde a la
voluntad de sus soberanos, los ciudadanos. Que con sus votos
moldearían o aprobarían los fundamentos de la nación española
(incluido elegir entre república o monarquía) y formarían la
personalidad colectiva y política que merecemos; la que somos, ni
más ni menos. Una democracia directa y detallada para el proceso
constituyente, aunque después resultara, para elegir miembros de las
Instituciones del Estado, una democracia representativa (pero más
participativa o mixta). Esta participación ciudadana es lo que
merece todo pueblo democrático, me dice mi sentido común y
político.
Pues bien,
el Bipartidismo esto no lo desea, o sus hechos así lo atestiguan. Y
la monarquía o el rey Juan Carlos no ha hecho “campaña electoral”
por sí había que renovar los votos monárquicos (si alguna vez los
hubo), cosa previsible y que está ocurriendo hoy en día. Parece que
quieren la España que diseñaron unos pocos en 1978 para salir del
trance histórico e imponerla ahora en 2014. Algo que fue muy bueno
en su momento pero que ya merece relevo, sin embargo todavía lo
mantenemos y obligamos a galopar, quemado o asfixiado.
Mientras nuestra democracia pide desde hace años que los españoles
zanjemos nuestros asuntos fundamentales en las urnas antes que a unos
locos les den por tomar las armas y “resolver” (empeorar) el
asunto a tiros. Decidir en paz y con democracia, por ejemplo,
monarquía o república, ¿tan grave es votarlo?, ¿no es más grave
seguir sin votarlo?. Con el Bipartidismo parece quedar claro que eso
nunca lo votaremos los españoles o nuestras actuales generaciones.
Este y otros temas fundamentales no sólo quieren que quede exclusivamente en manos de los representantes, sino que además deben
ser ellos, el bipartidismo, la mayoría entre los representantes. Por
ello la gran Coalición PP/PSOE como último recurso. Quieren la
Constitución de 1978, retocarla un poco a su gusto o necesidades, y
alargarla todo lo posible en el siglo XXI, y si pueden en el XXII. Y
aunque los que deseamos un proceso constituyente con participación o
con democracia directa seamos mayoría y ellos minoría: controlan
todas las Instituciones del Estado.
Gracias a
los votos que eligen representantes el Bipartidismo controla las
instituciones del Estado, es decir, gracias a los votos podrían
dejar de controlarlas, como ha quedado demostrado o visualizado en
las lecciones y elecciones europeas recientes. Se divisa en el
horizonte el voto común y directo para acceder por fin a la España
que merecemos, la que verdaderamente somos pero que no sabemos y que
permanece sin voz en nuestro subconsciente colectivo de Estado. No
tengo idea del Estado que resultará, monarquía o república, por
seguir como ejemplo con este tema tan candente por la abdicación del
rey anunciada ayer. Sin saber si el voto mayoritario coincidirá con
el mío particular, pujo por ello, por el escrutinio que resulte de
nuestros votos directos, aunque en algunos temas mi voto resulte de
los minoritarios. Es lo que pienso cuando me cubro de sentido común
y democrático. Quiero conocer a la España verdadera en la que vivo,
saber entre quiénes soy. Para ello debemos o podemos construir con
nuestros votos directos el Estado cuya co-soberanía ostentamos
directamente. Esto para mí es lógico, tomar el pulso a la Historia
y construir la mejor realidad nacional a nuestro alcance. Y atención,
todavía no me he centrado en la Crisis, la Corrupción y la tremenda
Indignidad Social producida por los recortes de sanidad, educación,
salarios... Resumiendo, aún sin contar los últimos años, ya había
fundamento democrático para tocar y hundir al Bipartidismo. Si
añadimos estos últimos años donde ha emergido toda la basura que
han ido acumulando gobierno tras gobierno, resultan “torpedos” de
sobra para hundir al Bipartidismo. Podríamos, más bien podemos,
decir que un “torpedo” de un partido político nuevo y surgido de
15M ha tocado y escorado al Bipartidismo Si no tuvieran el control de
las Instituciones del Estado y de los más poderosos medios de
información: ya hubieran caído o caerán en las próximas
generales.
Desde la
muerte de Franco o desde la caída del régimen franquista domina el
Bipartidismo, con dos “tronos” y dos “reyes”,
uno liderando al partido de la derecha y otro liderando al partido de
la izquierda. En cuanto al tercer rey, el oficial o jefe de estado
decir que, en cierta manera, Franco continuó usando gran parte de
estructura república, pero cambió drásticamente los roles del
estado. Hizo que la jefatura de estado (institución también
republicana) estuviera por encima de todo y con el resto de las
instituciones del estado a su servicio (la mayoría existentes en la
anterior república). El jefe del estado no era un rey, sino un
general del ejército; no había monarquía, y cuando no hay
monarquía parece o más bien es república. Después el nuevo rey
JC, o la monarquía, tuvo que mantener esta estructura o régimen
unos instantes para transitarla, pacífica y legal, a la democracia;
y puso o aceptó que su hereditaria jefatura de estado estuviera por
debajo de las Cortes y de los Tres Poderes del Estado (pero conservó
importantes privilegios como la inviolabilidad en Justicia). Lo
siguiente era lógico, o es lógico una vez ocurrido, porque ¿de
quiénes son las Cortes o el Parlamento (pregunto oficiosamente a la
praxis, conste)?, del Bipartidismo, de esos dos reyes
“accidentales” que suelen abdicar cada ocho años después de ser
presidente de gobierno, de líder de la oposición o de ambos. Son
los dos reyes más poderosos, el otro rey, el de por vida, en cambio
manda menos. Y es el que abdica ahora, dejando paso a uno nuevo.
Porque las
elecciones para las europeas fueron lecciones tremendas para ambas
bandas o tronos del Bipartidismo. Así el rey Mariano y el rey
Alfredo han metido en una habitación al rey Juan Carlos y le han
dicho que ahora es el momento de abdicar. ¿Qué iba a hacer Juan
Carlos?, pues claudicar... digo: abdicar; eran dos contra uno. Me
preocupaba la pensión de jubilación que iba a quedarle a Juan
Carlos, pero el diario The New York Times me ha tranquilizado (con
humor) y le va a quedar unos dos mil millones de euros. Un
nuevo rico, digo nuevo rey, se prepara para entrar en escena,
Felipe... Bueno, ahora que lo pienso mejor: son dos reyes, porque el
rey Alfredo también “abdica”... Un momento, y si Mariano rey
pierde las elecciones generales próximas también “abdicará”.
En menos de dos años: ¡tres nuevos reyes para España! Huy que me
pierdo. Las Europeas, eso, lecciones... y dolor, pues ha hecho mucha
“pupa” a los reyes del Bipartidismo. Están nerviosos, quieren
mover piezas, obligados a volver a la partida que creían ganada. Por
ello la anunciada gran Coalición como muy posible entre PP/PSOE, el
Bipartidismo a cara descubierta, cómplices unidos a intereses
comunes antes de perder la mayoría parlamentaria. Porque si pierden
la mayoría parlamentaria otra coalición mayor puede aparecer y
formar mayoría hacia la renovación democrática española. Una
constitución nueva votada por todos los españoles donde un artículo
fundamental: un recuento de votos. ¿Asusta?, pues siento decir a
quien asuste que no es lo suficientemente democrático para los
tiempos que se avecinan o que ya somos. Que un pueblo con su voto
directo pueda formar su personalidad política y una constitución o
carta magna a su medida es de lo más grande en democracia. ¿Que no
es el momento ahora que nos están “pisoteando”?, al contrario,
ahora es el mejor momento o cuando más lo necesitamos.
Cierto es
que hay circunstancias excepcionales y de alguna manera
imprevisibles, como la posible “revolución” socialista. Primero
dentro del PSOE y después hacia el exterior. O bien en los próximos
años o meses es posible un gran éxodo hacia un nuevo partido, que
también podría ser. Pero pienso que si no resulta un socialismo
“sin caras”, o con democracia participativa, de poco servirá. Si
es de nuevo poner cara a uno de los tres reyes después de la
abdicación del rey Alfredo de Ferraz, el fin estará cerca para el
Bipartidismo. Si unimos la cercana abdicación del rey Mariano de
Génova (incluso es posible antes de finalizar Legislatura, pues
“Bárcenas y otros” amenazan), cabe dentro de lo posible, aunque
quizás divague, que los dos reyes del bipartidismo hayan decidido
sacrificar al rey oficial y que aparezca una república diseñada por
y para ellos, algo parecido a la Constitución de 1978. Este remoto
supuesto supondría sacrificar a la Casa Borbón para que las Casas
Génova y Ferraz prevalezcan, que la corona oficial desaparezca y
permanezcan las coronas oficiosas pero las más poderosas. Son
suposiciones, pero pienso mirar todo con lupa si me ofrecen nueva
constitución, sea constitución monárquica o constitución
republicana. Y votaré que no a cualquiera que no contemple como
fundamental la participación ciudadana. Que ya está bien de tantos
corruptos y de tanto quitar la dignidad social a millones de
españoles. A la participación ciudadana no se la puede corromper,
se la podía manipular con los grandes medios... “Se la podía”,
en pasado, porque ahora podemos y estamos cambiándolo gracias a las
redes sociales. Ahora los medios somos nosotros, los ciudadanos, los
que jamás abdicaremos de nuestra soberanía democrática.
Gracias.
Gracias.
Anexos:
Fortuna estimada del rey
http://www.elplural.com/2014/06/03/las-redes-se-hacen-eco-de-la-fortuna-del-rey-estimada-en-2-mil-millones-de-euros-segun-la-prensa-extranjera/
¿Es el fin del Bipartidismo?
http://www.lasexta.com/programas/el-objetivo/noticias/fin-bipartidismo-espana_2014053000092.html
Querido y apreciado nick, como siempre al leerte te cargas de razón y además aprendo mucho contigo,dicho ésto,poco tengo que decir,bueno algo sí: Para saber algo de lo que ocurre en otros paises tendría que ser licenciada en derecho internacional y obviamente no soy,pero bipartidismo hay en numerosos paises como EEUU, Reino Unido,quizás Italia y Francia pues por lo poco que sé en Alemania más o menos el partido de Merkel y los socialdemócratas.
ResponderEliminarTampoco estoy de acuerdo contigo en que votamos la constitución de 1978 y habría que hacer otra (según he entendido) ,pues si cada vez que pasar un cierto tiempo tuviéramos que hacer una nueva...reformarla claro que sí lo que haga falta como en los paises de tradición democrática que se enmienda las veces que haga falta.
En cuánto a la monarquía en mi caso aun no sé lo que soy, pero sí sé que me gusta que las cuentas salgan, qué es más costoso una monarquía o una república?, a mí personalmente me interesa más que no nos sangren tanto con impuestos que el jefe del estado sea un rey o un presidente de república. Mientra que un presidente de república viva en un palacio, tenga unos privilegios iguales que los de un rey a mí me da igual.Que la diferencia consiste en que una es hereditaria y la otra es en urnas,pues sí,pero el resultado de sangrarnos a impuestos es el mismo, total para mí eso cuenta.
En Inglaterra fíjate el tiempo que llevan de monarquía constitucional y sin embargo mira que ricos son y bastante demócratas, dimiten a la primera de cambio, por tanto no creo que el problema esté tanto en la monarquía como en los políticos y sindicatos totalmente corruptos, de esta nuestra querida España.
¿Acaso Italia y Grecia que son republicanas son un modelo a seguir ?, sinceramente creo que no.
Y ya termino con el fenómeno Podemos, puede que sea en un futuro algo,pero si lo fuera se corrompería en cuánto tuviera oportunidad 15 o 20 años le doy como mucho y sino al tiempo, al tiempo..
Un abrazo querido nick.
Hola querida Ana.
ResponderEliminarY a mí me encanta tu bella y elegante lectura. Respecto a tus dudas las acompañaré de las mías, así quizás encontremos algo bueno antes ;-)
Dices que en otras naciones también hay bipartidismo y es cierto. Unos son más cerrados, como el nuestro, y otros más abiertos como en los países nórdicos o en el propio Reino Unido, donde los escoceses van a votar tranquilamente si se independizan o no. Nuestro Bipartidismo es demasiado cerrado, demasiado bloque, no da vidilla a la Ciudadanía, no la deja decidir nada, sólo que su voto les señale a ellos cada cuatro años, con eso tienen suficiente para dominar a sus anchas. Además el Bipartidismo español miente con más descaro que la mayoría de los bipartidismos europeos, dicen una cosa para pedirte el voto y hacen otra cuando tienen tu voto.
(sigo en siguientes comentarios)
Si ya de por sí es ilógico votar un saco de ideas donde en unas tienes una opinión y en otras otra (por ejemplo puedes estar contra el aborto voluntario y ser ateo), pues al votar a uno de los dos del bipartidismo se vota a sacos de ideas, y más ilógico es que encima mientan. Porque después harán leyes de las ideas que quieran o que más les convenga y dirán que tienen el voto de la mayoría. Y encima lo dirán o dicen como creyendo tener toda la razón y lógica del mundo, cuando en realidad lo único que tiene es una legitimidad de un sistema electoral donde se ha reproducido una plaga de corruptos. Por ello un proceso constituyente o una gran reforma (algo nuevo y limpio), porque ello puede exterminar la plaga de corruptos que invade el sistema español. Y una democracia sana no tiene porqué tener miedo a los procesos constituyentes. Nosotros mismos tenemos procesos constituyentes casi todas las navidades e ideamos ser mejores para el año entrante, cambiando con ello ciertas normas o costumbres mal adquiridas. ¿Por qué una ciudadanía o comunidad democrática no podría hacer lo mismo cada cierto tiempo? Y más aún cuando ese tiempo nos da de bruces como en esta edad actual.
ResponderEliminarEn cuanto a la figura del jefe de estado o a la institución conocida como jefatura de estado creo que das en la clave, pues vitalicia o no, ¿no será también una institución anticuada?, ¿cómo hacerla más moderna?. Habría mucho contenido que mostrar. Pienso que en la situación actual es inevitable la coronación de un nuevo rey, pero desde una perspectiva democrática y acorde a los tiempos que vivimos el nuevo rey debería hacer un gran gesto, como por ejemplo desprenderse de algunos de sus privilegios. Dejar claro el no anteponer su riqueza económica privada a los intereses generales de España. Solidarizarse con esa gran parte de España (millones) que no tienen ingreso alguno. Felipe VI puede hacer un gesto grande con la España que sufre y con la España impotente políticamente. Pero vuelvo al post y a su final irónico, donde muestro que el Bipartidismo puede establecer una República si así lo quisiese. Esto es mucho poder, suficiente presión para tener controlado al rey o jefe de estado. Mientras el referendo no se produzca y parezca que hay mayoría republicana la corona que tiene miedo está tranquila.
ResponderEliminar
ResponderEliminarSi una corona no tuviera miedo y se sumara a la convocatoria y ganara por mayoría monárquica el bipartidismo no podría controlarla, sería más independiente y útil para España. Y como desconozco tanto a la España donde vivo no me queda otra que meter como posibilidad que, con una adecuada campaña electoral pro monárquica, podría aparecer el voto monárquico como mayoritario, o todo lo contrario, quién sabe. En definitiva si una ciudadanía quiere a un rey como jefe de estado porque le ponen delante a una persona capacitada y formada para serlo, ¿por qué no ha de poder ser? Yo, por muy republicano que fuera, lo aceptaría, al menos mientras ese rey continuara mostrando su integridad pública. En definitiva es importante lo que cada uno de nosotros opinamos, queremos o votamos, pero lo esencial es saber qué quiere la mayoría, conocer el escrutinio de un referendo para elegir entre monarquía o república. Referendo que puede ser consultivo, y si sale República pues poner una fecha a un referendo ya vinculante o definitivo, dando tiempo a las partes a explicarse y desarrollar campaña electoral para que al final la soberana ciudadanía decida, como debe ser.
Bueno, Ana, como ves me has inspirado a responderte extensamente, estamos mejorando el post. Besos.
;-)
Querido nick
ResponderEliminarUn autentico placer para mí que me hayas contestado.
En primer lugar me has dejado KO, no sé qué decir pues más o menos acabas casi convenciéndome.
Tus explicaciones para mí sería un honor escucharlas en persona una tarde de paseo en unos jardines con tranquilidad. Seguro que yo también te convencería de algunas cosas o al menos eso espero.
Un abrazo muy grande niño malagueño y gracias una vez más por tu atención, te sigo leyendo con mucho interés.
Seguro que sí, que me convencerías de mucho en ese paseo tertuliano, que este niño malagueño estaría encantado en caminar contigo. Aunque te aviso, no estoy acostumbrado a que "las flores" más bonitas de un jardín me sigan en mi paseo, pero estoy dispuesto a sentar precedente.
ResponderEliminarBesos ajardinados ;-)