miércoles, 18 de junio de 2014

El Partido Ideal III

Libro “El Partido Ideal
(escrito y publicado en mayo de 2011)

Para el Blog “El Albumcito Hablador


Post III: La Democracia Mixta

La verdadera democracia sólo puede ser resultado de la no-violencia. Ésta es útil cuanto más débil se es para vencer a la fuerza, pero sólo funciona cuando hay una opinión sensible.” Mahatma Gandhi (1869-1948).

INTRODUCCIÓN


Existen la Democracia de Opinión (no vinculante), la Democracia de Participación (o Directa) y la Democracia de Representación (o Representativa), por supuesto existen más y variadas clasificaciones. Ahora nos centramos en estas tres y en sus posibles mezclas, por ello el título de este capítulo tercero “La Democracia Mixta”. La primera mencionada, la de Opinión, trata sólo de pronunciar democráticamente la opinión de los afiliados a un colectivo o comunidad, o inscritos en un censo electoral, es decir, sus resultados no son vinculantes a poderes públicos o a la dirección de dicha colectividad o comunidad. Las sustitutas, para muchos “sucedáneos”, de esta Democracia de Opinión son las encuestas o sondeos de opinión entre los ciudadanos. En otras palabras, pudiéndose obtener resultados de mucha calidad, nuestras sociedades actuales se conforman con sustitutos de baja calidad del voto ciudadano. Para mostrarlo, pero sin profundizar ahora en el tema, basta recordar una cita de uno de los mejores políticos europeos del siglo pasado, Winston Churchill, que dijo: “Sólo creo en las encuestas de opinión que he manipulado yo”.

La segunda marca de democracia mencionada, la Democracia de Participación o Directa es una excepción entre los países democráticos. Bueno, en España ni siquiera es excepción, porque nunca se ha producido o si se ha producido ha sido como carácter consultivo, como el referéndum que cuestionaba la permanencia de España en la OTAN en 1986. Es decir, más como opinión no vinculante que como decisión vinculante de la ciudadanía. Pero otras ciudadanías, como la suiza, tienen la fortuna de celebrar varios referendos vinculantes al año donde se deciden (DECIDEN LOS CIUDADANOS) diversos temas, desde qué hacer con las basuras hasta si comprar varios aviones de combate. También destacar dicha fortuna en ciudadanías como la islandesa o las nórdicas. En España somos muy pobres democráticamente. Y la tercera marca de democracia mencionada es la Representativa donde, en síntesis, la ciudadanía general o el pueblo no tiene cultura política suficiente para tomar decisiones directas de gobierno y “necesita” representantes “inteligentes” para que las tomen en su nombre.

Lo malo es que los “inteligentes” son pre-elegidos a dedo, ni siquiera rellenan un test de inteligencia; y además son servidos en listas cerradas para que la ciudadanía los vote. Pues bien, el Partido Ideal aquí proyectado necesita mucho de la democracia participativa y de la democracia de opinión, pero muy poco, poquísimo y sólo cuando no quede más remedio, de la representativa. Este es, si lo hubiera, el espíritu del Ideal. Es la base, el espíritu o la síntesis que siento para el Movimiento 15 de Mayo, desde donde pueden surgir varios modelos de Partido Ideal, o al menos representa la base o cimentación teórica para la construcción de este libro. Mucha opinión, mucha participación y la mínima dosis necesaria de representación, esta es la mezcla Ideal de la democracia mixta que necesitamos para llegar a descubrir El Buen Partido. Pero además no nos conformaremos con cualquier participación, queremos que discurra por los cauces democráticos más inteligentes a nuestro alcance, por ello en el siguiente capítulo recurriremos también a las democracias de los conocimientos.

La Democracia, cuando no existe, es un fin, cuando existe o ya está establecida no es un fin, es un medio, un vehículo que puede conducirnos a muchos otros fines. Comprarse un vehículo puede ser un fin u objetivo, pero una vez comprado nadie adquiere un vehículo como un coche y lo conduce sólo una vez cada cuatro años, y si alguien lo hace sería por capricho, no por necesidad. Y la Democracia es una necesidad, no un capricho. Por lo tanto hay que utilizarla tanto como sea necesario. Esto queda claro y muy lógico, pero cómo utilizar mucho la democracia, sobre todo cuando se trata del régimen interno de un partido ideal.

Inicialmente es simple: cada vez que el partido deba tomar una decisión importante debe convocar consulta y voto entre sus afiliados. Ello nos deriva al concepto de “decisión”. Así, cuando alguien debe decidir: ¿qué necesita?. En principio, y sin ánimo de sentar tesis, necesita recurrir a alguno de estos tres conceptos: inteligencia, credo o gusto. Si tuviera que decidir entre varios sabores de helados elegiré con el gusto. Si tengo que decidir si estoy a favor o en contra del aborto o de la eutanasia seguramente recurriré al credo (aunque sea agnóstico o ateo, es decir, incluyendo el credo ético). Pero si yo tuviera que decidir cómo generar la menor contaminación posible necesitaré a la inteligencia. Así podríamos iniciar debate constructivo y afirmar que dentro del Partido Ideal pueden desarrollarse tres amplios medios democráticos.

Es decir, deberíamos tipificar adecuadamente a las decisiones que necesite tomar internamente el Partido Ideal utilizando la democracia participativa. Las decisiones que convoquen al gusto parecen menos importantes y podría quedar más en el ámbito de la democracia de opinión, pero estas decisiones se podrían dar, por ejemplo para elegir un color que simbolice al partido (o varios colores). Las decisiones de credo ético son fundamentales, ya que muchas leyes y proyectos de leyes, o normas internas de asociaciones, están basadas en la ética. Aunque en la práctica más fundamentales parecen ser las decisiones inteligentes, por ejemplo cómo salir de esta monstruosa crisis económica. Pero entre las tres hay una diferencia muy importante, ya que las decisiones sobre gustos y credos son generales, cualquier adulto está capacitado para tomarlas al margen del nivel de conocimiento que posea. No si buscamos inteligencia o conocimientos avanzados en distintos campos y sus especializaciones.

Así y ante el estado nacional del conjunto de las mentes libres españolas, cuya agrupación no es inteligente y necesita recurrir a líderes presuntamente honestos e inteligentes, qué podemos construir para mejorar la situación. Podemos construir un nuevo partido ciudadano para la España Democrática, que sea continuidad histórica o evolución lógica de nuestras anteriores ciudadanías democráticas. Si existe un estado mental óptimo para la mente colectiva española, requerirá establecer un estado asociativo ideal por el camino de la razón democrática. Si a través de la evolución de los cerebros, con los homíninos, se han conseguido mentes individuales y libres, ahora aparece un camino de vuelta, y desde estas mentes individuales podrían formarse mentes colectivas inteligentes, honestas y libres, con bases asociativas de órganos compartidos y participativos, como El Partido Ideal.

POR QUÉ, MEDIANTE VOTO, ASOCIAR SABIAMENTE A INDIGNADOS LIBRES

Porque España está muy mal con cinco millones de parados y con el Poder Financiero Internacional influyendo directa y negativamente en la política social y oficial de nuestro país. Porque cada vez hay más pobres españoles viviendo en condiciones indignas. Porque nuestra juventud carece de futuro esperanzador. Porque ya estamos hartos de que nos “tomen el pelo” los políticos profesionales con partidos cerrados al ciudadano. Porque las leyes electorales actuales discriminan siempre al menos votado dejando en la práctica una desigualdad injusta entre unos votos que se suponen son iguales. Así, si votas al Bipartidismo eres un ciudadano “de primera”, pero si votas a otros eres un ciudadano “de segunda”. Porque la corrupción visita regularmente a casi todos los partidos en todas las legislaturas y casi siempre son descubiertos por la policía y no por procesos internos de los partidos políticos, es decir, legalmente son opacos en sus gestiones públicas, no transparentes. Porque nuestro parlamentarios y senadores carecen de iniciativa propia y casi todos se limitan a obedecer al líder, como soldados, o así podría ser parlamentario hasta un analfabeto.

Porque la impotencia colectiva de España o de muchos españoles libres llega a ser desesperante, incluso amenazante, porque más peligroso que las amenazas que se ciernen sobre la vida social española es la incapacidad de ésta para responder o combatirlas adecuadamente. Ello justifica más que sobradamente un movimiento ciudadano hacia un Partido Político Ideal. Y necesitamos la ayuda de ciudadanos trabajadores y de ciudadanos intelectuales como sociólogos, politólogos, economistas y científicos afines, pero no como suele ocurrir donde los trabajos de éstos no acostumbran a llegar al ciudadano “de a pie”. Necesitamos que el individuo español mire y pregunte a España y ésta responda. Para ello no queda otra que formar una asociación inteligente entre los españoles libres que lo deseen, aunque sea un pequeño grupo inicial de unos pocos cientos de miles de españoles pero capaces de mostrar conciencia responsable y eficaz frente a los males de España. Trabajar o dilucidar por esta labor es razonablemente ético, siendo casi un privilegio poder actuar o votar como ciudadano ideal.

Y el Partido Ideal, como una asociación democrática y política de españoles libres, queda destinado a los que quieren ayudar a España y no hallan una manera definitiva o con una buena cimentación que acerque la realidad práctica. Aquí se ofrece por escrito una plataforma teórica que argumenta para ser comprendida por la gran mayoría de los españoles. Podemos situar como primera piedra de la cimentación una cuestión inicial al preguntarnos: ¿cómo obtener un consciencia colectiva en un partido político?. La respuesta es la clave, porque con conciencia colectiva capaz de expresarse políticamente en muchos temas o cuestiones españolas, no cabe duda, a España le irá mejor. Encontrar un modo correcto, legal y pacífico, que beneficie a todos los poderes públicos o no perjudique a ninguno, es la idea y, más que ideal, es el ánimo ético de esta iniciativa constructora.
.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.

Continúa el libro en el siguiente post o clic:

No hay comentarios:

Publicar un comentario