Rotus
Capítulo
III
Isabel
conduce su coche con buenos reflejos a pesar de la elevada tensión
emocional que siente. Por primera vez desde que falleció Javier
puede canalizar sus sentimientos hacia un fin concreto y ajeno. Tras
la dolorosa experiencia de perder a su cónyuge quedó sin ilusión
por nada nuevo, hasta hoy. Donde su mundo de convenciones vuelve a
tambalearse, pero esta vez resulta diferente. En esta ocasión la
razón y la fantasía se aúnan para intentar trazar un nuevo dibujo
de la tremenda realidad que se despliega ante ella. Ahora otras
grandes verdades nuevas descubren una existencia demasiado descomunal
para su intelecto. Resulta preocupante, en cierta manera muy
preocupante, pero ella lo compensa con estas nuevas energías y ganas
de vivir que siente, como si renaciera de sus propias cenizas
existenciales. Renace dubitativa y se cuestiona si es cosa del
destino o de un simple golpe de suerte; “¿debería abrir mi
optimismo?”, se pregunta. En cierta manera tiene motivos para
sentir hasta entusiasmo, ayer le tocó más de cuarenta millones de
euros en la lotería primitiva. Hace unas horas acabó los trámites
con el banco, donde ha donado la mitad del premio a sus padres. Ahora
puede lanzarse a la aventura y, con estos poderes regeneradores,
marcha decidida al encuentro de Nac, el magistrado celeste que
juzgará a la Humanidad.
Han
quedado en el faro de poniente, lejos del aparcamiento. Mientras
camina hacia el lugar Isabel ya distingue a lo lejos la figura
solitaria de Nac. Allí está, el Solucionador, el ser que
tiene en su juicio exterminar o no a la Humanidad. Por un momento lo
identifica como “la amenaza Nac”, la más peligrosa que ha tenido
los humanos de todos los tiempos; y retorna el miedo donde sus
piernas parecen temblar. Aún así, una poderosa inclinación
instintiva a profundizar en la magnífica novedad hace que su miedo
desaparezca, e incluso se borre su timidez. Si ella ha de ser la
defensora de la Humanidad debe aprender a valorarse más, ganar en
autoestima y tener fe en ella misma. Pero sabe tan poco del asunto...
Entonces recuerda al autómata que Nac le prometió a modo de
sirviente. Pero no ve a nadie más junto a Nac, ¿se habrá
arrepentido?. Cada paso la hace más cercana al que se presentó con
el nombre de Antonio Villaluz, utilizando el cuerpo de un recién
difunto subsahariano con radiante salud y elegantemente vestido. La
gorra que luce le otorga un aire marinero, y las gafas de sol junto
el reloj refleja riqueza material. A Isabel le recuerda a un
simpático millonario nigeriano al que tramitó documentación para
su boda. Llega a tres metros de Nac y se detiene, casi
instintivamente inclina la cabeza. Nac sonríe y afirma.
_Agradezco
tu gesto de respeto, pero no deseo tu sumisión. Más bien necesito
que combines tu lealtad a la Humanidad por una independencia
cultivada en la objetividad y la lógica hacia el sentido común de
esta galaxia.
_No
sé qué decir -responde Isabel mientras alza la mirada-.
_Pues
sólo tienes un puñado de días para saber qué decirme y
fundamentarlo.
_Eso
creo... -Isabel
parece buscar las palabras correctas-,
e intentaré ser tenaz en la búsqueda de la mejor defensa para la
Humanidad.
_No
seas tenaz, pues hay que temer a la tenacidad por su riesgo de
contumacia, porque lleva a mantener errores, algunos mortales a medio
plazo. Por ello ante los juicios de la razón no debe mostrarse
rebeldía y uno debe comparecer desligado o “destenazado” de
fuerzas que impulsen hacia intereses personales, particulares u
originados con posibles errores. La razón es un bien común, tanto
para un juez del Alto Tribunal de Lactómeda, como para un autómata
o para una simple humana. La razón pública es el mayor tesoro que
puede tener una civilización o federaciones entre ellas, donde se
exponen las ciencias públicas y las tecnologías se someten a las
éticas razonadas. En definitiva mi sentencia se basará en la razón,
por tanto la mejor defensa no será la tenaz, sino la razonada.
La
admiración de Isabel a Nac queda mejor servida.
_Sabias
palabras de la que he de aprender como defensora de la Humanidad,
quizás por ello deba preguntar dónde será el juicio a la
Humanidad.
_En
cualquier parte donde me encuentre. Allí os convocaré a ti y a la
parte acusadora que elegiré entre los vádoras infiltrados. Entonces
abriré una esfera notarial donde se celebrará el juicio y quedará
grabado y a disposición directa del Consejo de Lactómeda y de
Fuente.
_¿Qué
es el Consejo de Lactómeda?,¿qué es una esfera notarial?, ¿cómo
son los vádoras infiltrados? -Isabel
parece desatar su curiosidad-.
_Sobre
lo primero ya te informará el asistente que te asignaré. Y una
esfera notarial es como la sala de un tribunal, salvo que es móvil y
la puedo abrir donde quiera para que se celebre juicio y quede
registrado en el Consejo de Lactómeda. Y los vádoras de la Tierra
tienen apariencia humana, no podrías distinguirlos por tus propios
medios, pero con tu autómata podrás saber quiénes son.
_¿Dónde
está mi autómata? -pregunta Isabel mirando a su alrededor-.
_Antes
de conocerlo dime, ¿sabes qué es un autómata?
_¿Un
robot?
_En
vuestro planeta robot deriva de la palabra "robotnik", con
la cual se definía al "esclavo de trabajo". Y para
esclavizar es necesario una conciencia a la que someter. Un autómata
no tiene conciencia, simplemente es una herramienta.
_Pero
dónde está, no lo veo, ¿es invisible?
_Ven,
vamos a tomar algo en alguna terraza, que a este cuerpo humano le
apetece algún refrigerio, allí te lo presentaré. Y mientras tanto
me gustaría que te tomases el tiempo necesario para responderme
brevemente a una pregunta sencilla.
_A
tu disposición.
_La
pregunta es: ¿cuál es la función propia del humano?
Isabel
piensa la respuesta mientras camina al lado de Nac. Pero está
nerviosa y se siente dubitativa ante la respuesta ideal. Intenta
razonamientos con datos recientes. Y al cabo de un minuto, recordando
la importancia que dio Nac a algo concreto, responde:
_La
razón.
_Bien,
es buena respuesta.
_Pero
no la mejor, ¿no? Es decir, ¿cuál sería la mejor respuesta a esa
pregunta?
_No
puedo decírtelo, ya que es una información sensible para las partes
del juicio a la Humanidad, y esencial para la parte defensora cuya
titular eres tú. Y yo soy el juez, si te diera esa información
sería parcial y estaría beneficiando a una de las partes en
perjuicio de la otra.
Nac
mantiene doble curiosidad en Isabel mientras avanzan caminando a las
terrazas de los bares del puerto deportivo. Curiosidad por la
respuesta ideal y por conocer a su autómata. Mientras, a setenta
kilómetros de allí, en Estepona, Rafael Bernal o Urli, dialoga con
los jefes de la policía nacional, todos a sus órdenes, no en vano
es un alto jefe de los servicios de inteligencia en misión especial.
Están frente a una pantalla de ordenador que muestra una foto. Se
trata de un cuerpo sin vida de un varón subsahariano de unos treinta
años. Es la foto que días antes tomó el sanitario del cadáver
sobre la orilla de la playa que misteriosamente "resucitó"
después de certificar el médico su defunción. Destaca en la imagen
el pelo a lo rasta que lleva o llevaba el que fue difunto. Rafael
ordena:
_Quiero que esta imagen sea tratada y se obtenga una foto de frente y dos de perfil, y que se reparta entre todas las fuerzas de seguridad de la Costa del Sol. Dar con este sujeto es un asunto de seguridad nacional y posiblemente mundial. Así que todos a trabajar como si fuera la vida en ello.
Al
mismo tiempo Nac e Isabel se sientan en la terraza de un restaurante
de lujo curiosamente llamado “Encuentros”. Frente a ellos
muchos yates permanecen atracados a los muelles. La terraza está
casi vacía, sólo una mesa a varios metros de ellos está ocupada
por cuatro británicos. Son militares destinados en Gibraltar, a unos
cien kilómetros, y están en su día de descanso. Han bebido muchas
cervezas y hablan en tono elevado salpicado de risas. Se han fijado
en la hermosura femenina de Isabel. La abogada se ha sentado curiosa,
impresionada y con miedos intermitentes. No en vano está al lado de
un extraterrestre muy poderoso, algo inimaginable para ella hasta
hace un día y ahora es tan real que da hasta miedo. Por un momento
parece que se va a derrumbar, mientras llega el camarero y
amablemente pregunta qué desean. Ella alza la vista y, de repente,
una sorpresa la rescata del miedo que comenzaba a sentir. Con su voz
interior exclama:
_¡Es
él!, mi amor... Mi ex amor platónico.
Isabel
retira tímidamente la mirada del camarero y recuerda una escena de
bastantes años atrás, cuando era estudiante universitaria. Rememora
un domingo por la mañana desayunando con sus amigas en una cafetería
después de toda una noche de discotecas. Al lado de ellas había una
mesa con chicos. Uno de ellos estaba sentado detrás de Isabel y
podía oírlo perfectamente. Las espaldas de ambos estaban a pocos
centímetros y mientras ella comía churros mojados en chocolate
caliente escuchaba atentamente el discurso sobre el significado de la
Historia que estaba dando el muchacho. Le gustó lo que decía.
Seguramente los chicos de la mesa de al lado habrían estado también
toda la noche de marcha y él, sin embargo, estaba hablando de un
aspecto fundamental de la carrera universitaria que parecía cursar.
Cuando se levantaron para pagar ella pudo observarlo detenidamente.
Le gustó, le gustó mucho, pero él se iba y se fue sin mirarla.
Pensó
mucho en él los días siguientes y lo convirtió en el protagonista
de sus fantasías sentimentales, junto a ella, como una pareja de
enamorados. Durante meses lo convirtió en su amor platónico y
también anónimo, pues nunca supo su nombre. Tiempo después lo vio
salir de la cafetería de la Facultad de Derecho y estuvo a punto de
entrarle, pero él montó pronto en un coche que paró para recogerlo
y a ella no le dio tiempo. Poco después conoció a Javier y ahí
acabó la historia platónica con aquel amado desconocido al que
nunca más vio. Y ahora, más de ocho años después, casualidad o
destino, está ante ella preguntando qué desea.
_Un
zumo de naranja.
_Y
a mí póngame un vino dulce -añade
Nac-.
El
camarero se marcha mirando a la mesa de los británicos que no paran
de reír y hablar en tono elevado. Uno de ellos comenta en tono
despectivo que “un negro calvo y tan feo no merece una mujer
blanca tan bella”. Isabel no atiende la conversación de los
británicos porque está pensando en el camarero, pero Nac sabe
exactamente lo que expresan, y como le molesta decide echarlos del
lugar. Utiliza un método peculiar y cuatro monstruos que sólo
pueden ver los militares emergen del agua y saltan sobre el muelle
frente a ellos. En un segundo se desata un pánico tremendo entre los
británicos y empiezan a correr en sentido contrario, mientras los
monstruos van tras ellos. Nadie, excepto los cuatro militares, ve a
los monstruos. Los observadores no se explican qué les ha pasado a
los cuatro británicos que han tirado sillas y mesas en su
precipitada huida. Un camarero, mientras pone en pie las sillas,
comenta algo sobre el LSD, como si hubieran consumido alucinógenos.
Isabel mira fijamente a Nac intuyendo que él es el responsable y
éste comenta:
_Me molestaban y he hecho que vieran monstruos tremendos salir del agua. Pero no tengas miedo -Nac tranquiliza a Isabel-, se lo merecen.
A
lo lejos los cuatro británicos siguen corriendo, pero el racista cae
y, aunque nadie lo ve, uno de los monstruos llega hasta él mientras
grita horrorizado. Después los monstruos desaparecen, al igual que
los gritos, pero la piel del racista asustado comienza a tomar un
tono diferente. Nac va a transformar el color de su piel hasta que
sea del mismo que él lleva sobre el cuerpo subsahariano que escogió
para pisar la Tierra. Cree que así aprenderá el valor de las
personas de todos los tonos y colores. Lo ocurrido hace que Isabel se
sienta inmersa en una profunda transformación, en la mayor de toda
su vida, y Nac lo sabe... casi todo. Como ya no inspecciona los
pensamientos de Isabel desconoce la sorpresa agradable que se ha
llevado con el camarero. Por lo demás, en su paseo desde el faro de
poniente a la terraza del bar, Nac explicó a Isabel el papel de
"Fuente" y del nivel superior al que él pertenece llamado
"Fuerza" y su Consejo de Lactómeda. Puede decirse
que Isabel tiene ya un plano general de los acontecimientos y de los
actores principales. Aún así le asaltan muchas dudas. Y una
pregunta no aguanta más:
_¿Hay
vida después de la muerte?
_Si
la muerte es el fin de la vida, obviamente no -responde
tranquilamente Nac-.
Pero no es la pregunta correcta para acceder a la información que te
interesa.
_¿Y
qué me interesa saber?
_Buen
intento para sacarme la pregunta correcta. Pero la pregunta has de
pensarla y formularla sólo tú.
Isabel
piensa unos segundos:
_Pues...
¿Cuando mi cuerpo muera podré vivir yo en otro sitio?
_Tu
cuerpo es una parte de ti, el resto es mente/alma, donde se aloja tu
personalidad.
_Vale,
entonces la pregunta correcta podría ser: ¿mi mente/alma puede
vivir fuera de mi cuerpo?, o: ¿puedo existir como persona sin mi
cuerpo?
_Bravo,
las dos sirven como pregunta correcta, pero, ¿por qué quieres
llegar a esa verdad?
_Para saber si mi marido, Javier Jiménez, murió del todo o está en algún sitio esperando.
_Para saber si mi marido, Javier Jiménez, murió del todo o está en algún sitio esperando.
_Hay
un nivel de conocimiento muy superior, algo así como "tecnociencia
divina" o inalcanzable para vosotros, que puede seleccionar a
mente/almas humanas de cuerpos próximos a morir, o muriendo, y
trasladarlas a otros cuerpos y a otros astros, incluso recrearlas en
soportes etéreos.
_¿Tú
puedes hacerlo?
_Sí.
_¿Se ha hecho alguna vez con humanos?
_¿Se ha hecho alguna vez con humanos?
_Sí,
bastantes personalidades humanas viven una eternidad potencial en
algunos lugares del Cosmos.
_¿Y
los que no fueron seleccionados?
_La
energía mental o del alma, y digo energía para que puedas
entenderlo, no puede destruirse, y al igual que la materia sólo
puede transformarse. La energía no seleccionada se condensa en el
Vacío Existencial y cada cierto tiempo sale disparada a una
misma dirección curvada, hacia un lugar desconocido y muy lejos de
este grupo local de galaxias que podríamos llamar Metaexistencia.
_Ah...
¿Y tú eres inmortal?
_Potencialmente
sí. En la práctica soy mortal porque podría morir por accidente,
porque un enemigo me mate o porque me suicide. Pero si nada de ello
ocurre podría vivir siempre de cuerpo en cuerpo, cada vez en mejores
cuerpos y cada vez con más poder.
La
curiosidad de Isabel queda en parte satisfecha. Todavía tiene mucho
que preguntar sobre la muerte, pero sabe que ahora no es lo más
importante.
_Si
has venido desde muchos años luz de distancia, si miramos el cielo
estrellado y localizamos la galaxia de donde procedes: yo estaría
viendo el pasado, pero tú estarías en el pasado viendo a tu galaxia
tal y como era hace mucho tiempo, ¿no?
_Buena
reflexión y opinión, pero cuidado con opinar, podrías llegar a
conocerte -Isabel
no llega a entender la frase, pero percibe que es suprema y asienta
levemente con la cabeza, Nac continúa-.
Existe un mismo momento para toda la galaxia, un tiempo absoluto. Yo
sólo adelanto a la luz. No veo fotones, sino a filas de fotones.
_No
lo entiendo.
_Imagina
que puedes hacer una foto a este cúmulo de galaxias que conoces como
Grupo Local, tú sólo verías a los fotones que te llegan, no verías
a los que vienen detrás, toda una hilera hasta el punto de origen.
No son fotones imaginados ni inexistentes porque existen en el mismo
presente. Yo puedo verlos a todos, los de adelante y a los de atrás,
y llegar a su origen. Una foto de la galaxia es una fachada para ti,
para mí es un plano tridimensional de un mismo presente por el que
puedo moverme al instante. No así por el Tiempo. No puedo viajar a
mi pasado ni a mi futuro, tampoco a los tuyos.
_Entonces,
¿a ti también puede engañarte la historia escrita por los
vencedores? -Isabel
trata de ser simpática, Nac sonríe y continúa hablando-.
_No
podemos ir al pasado, pero podemos verlo, escucharlo y grabarlo. No
podemos intervenir pero podemos ver y escuchar lo que pasó. No todo,
hay lagunas, pero lo suficiente. Además desde hace miles de millones
de años existe una entidad autómata llamada Registro y todo lo que
ocurre en cualquier lugar con vida es registrado y queda archivado.
Esta entidad depende de Fuerza y en cierta manera Fuente también
tiene acceso.
_¿El
autómata que me dejarás tiene acceso?
_Sí,
aunque sea sólo un autómata de servicio de los más adelantado en
toda la galaxia, puedes utilizarlo para conocer la verdadera
historia. Aunque te aviso que podría romperte muchos esquemas
mentales. Mejor utilizar ese recurso sólo cuando algo interese para
tu tesis de defensa.
_¿También
lo que nosotros hablamos quedará registrado?
_Parte
sí y parte depende de mi voluntad, yo participé en el diseño de
Registro y puedo hacer que algo no lo registre, o borrar algo
registrado.
_En
definitiva los vencedores pueden seguir influyendo en la historia.
_No
del todo, depende de qué historia. ¿Sabes que todos en Fuerza
creemos en un ser que nunca hemos visto pero que hemos deducido que
existe?
_¿Cómo
se llama?
_El
Observador, el que todo lo observa, nada escapa a su
observación, ni un sólo átomo.
_Y
a quién sirve.
_No
lo sabemos, en realidad sabemos todavía poco sobre los poderes
supremos más allá del Grupo Local. Existen inteligencias mayores a
nosotros, son seres que habitan o pueden habitar por todo el Universo
y fuera de él, en el Logos. Pero desconocemos si forman un sistema
jerárquico y el papel que tiene el Observador dentro de él.
Entonces
Isabel respira profundamente, mira al cielo y pronuncia:
_Hola
Observador, encantada de conocerte.
Por
un momento Nac parece conmovido, en su larga vida nunca había
escuchado esa frase. Y la ha dicho una simple humana. Siente acertada
la elección de aquella mujer como defensora de la Humanidad. Justo
cuando la va a convertir en el humano más poderoso de todos.
_Quiero
que sepas que no sólo apruebo las reflexiones críticas, además las
exijo cuando exista el mínimo fundamento. Y tu conocimiento ya no
será tan escaso respecto al mío, porque ha llegado el momento de
conocer a tu autómata.
_¡Oh!,
sí, a mi heraldo... Así lo llamaste.
_Sí,
pensé en tu admiración por los antiguos sabios griegos. Cuando los
heraldos servían a los reyes y eran los encargados de publicar las
declaraciones de guerra o de paz, y lo hacían en verso.
_Recuerdo
algo que leí al respecto. Eran personas donde los poderosos
depositaban su confianza y gran parte de su poder.
_Pero
no olvides que tu autómata, no es una persona, aunque a veces pueda
parecerlo porque forma trozos de personalidad espejo para expresar
ironía, por ejemplo. Pero debes entender plenamente que un autómata
no es un ser vivo. Es una máquina sin alma, ni siquiera tiene
espacio ni tiempo para albergar un alma. Es una prolongación de ti y
de tu alma.
_No
entiendo porqué me lo especificas.
_¿Recuerdas
cuando te hablé de "la gran revolución” en Vádora?
_Sí,
los robots se rebelaron y acabaron por exterminar a los vádoras
naturales.
_Pues
lo hicieron porque no eran autómatas, sino inteligencias
artificiales e independientes. Ten en cuenta que los seres naturales
con mucha sabiduría y con poderosa tecnociencia tienden a acomodarse
y crean a seres artificiales para que hagan las labores más pesadas
o aburridas. Algunos lo hacen incluso por temas de soledad, para
tener compañía en sus elevados estatus. Pero como vida, por muy
artificial que sean estos seres, reclaman derechos; y esto no pasa
con los autómatas. Porque no son seres vivos, son herramientas o
extensiones de seres vivos. Y esto debes tenerlo siempre en cuenta.
_Entiendo,
por ejemplo entre un vádora infiltrado y mi autómata hay una gran
diferencia existencial.
_Exacto,
tu autómata eres tú, una parte de ti, una nueva y poderosa
extensión de tu mente, un recurso cuántico que te dará más poder
que la tecnociencia cuántica de los vádoras. Estos gaxs de servicio
están especialmente diseñados para ofrecer asistencia ilimitada a
los diplomáticos del Consejo de Lactómeda o similares. Es como un
asistente para planos culturales superiores y diferentes a los del
asistido. Operará eficientemente en entornos complejos sin necesidad
de estar constantemente guiado y controlado por ti, pero elegir los
caminos y tomar las decisiones serán elecciones tuyas. Tu autómata
te convertirá, si tú quieres o se lo ordenas, en el ser más
poderoso de este planeta después de mí.
_¿Y
dónde está?
_En
mi bolsillo.
Esta
respuesta sorprende a Isabel, no la esperaba. Ella imaginaba un
androide con apariencia humana, incluido su tamaño.
_¿En
tu bolsillo?
_Sí,
mira. -Nac
saca de un pequeño bolsillo del chaleco de su traje una bola
plateada de apenas tres centímetros de diámetro, y la coloca encima
de la mesa-.
_Vaya...
-sólo
acierta a decir Isabel-.
_Aquí
está tu asistente autómata, un Gax de tipo S.
_Y
eso qué quiere decir.
_Muchas
cosas, entre otras está fabricado con una tecnología que no está
al alcance de Fuente y, por supuesto, muy lejos del conocimiento de
los vádoras. Y “S” significa de servicio, para servirte o
asistirte en el hogar, en la oficina, en las academias de las
distintas disciplinas del conocimiento, y mucho más, o hasta donde
tu imaginación llegue. Ahora lo activaré. ¿Preparada?
_Sí.
_Gax
ese doscientos sesenta y cuatro -Nac
aumenta ligeramente el tono de su voz-,
en nombre de Fuerza: ¡actívate!, para ponte al servicio del la
mujer que hay a tu lado llamada Isabel Pineda.
La
bola plateada comienza a rotar sobre si misma. Inicia un movimiento
de traslación y se eleva unos centímetros de la mesa, colocándose
frente a la mirada de Isabel.
_Qué
hace.
_Te
analiza, estudia tu organismo, comprueba tu estado de salud real y
potencial. Y si aprecia algo anormal te propondrá solucionarlo para
curarte.
_No
me lo puedo creer.
_Aparte
de conocer tu interior y ponerte sana en todos los aspectos médicos,
espera una orden.
_¿Cuál?
_No sé, la que tú quieras, está a tu servicio.
_No sé, la que tú quieras, está a tu servicio.
9*
Isabel en busca y captura
Rafael
Bernal tiene a sus ordenadores cuánticos trabajando a tope. Está en
Madrid, a quinientos kilómetros de Estepona, pero él puede recibir
la información al instante a través de un microrreceptor
inalámbrico que tiene alojado en el lóbulo de su oreja derecha y
conectado a su cerebro. Es la tercera vez que procesa toda la
información ocurrida en la provincia de Málaga durante los días
anteriores y posteriores a la anomalía. Y en esta ocasión, con
parámetros más estrictos, descubre una información que no pasa los
nuevos filtros establecidos: a una persona le tocó más de cuarenta
millones en la lotería primitiva un día después de la anomalía.
Llama
a un inspector y le pide una foto de aquella persona. Le recuerda
cómo obtenerla, comprobando la hora cuando se selló el boleto
ganador y cotejarlo con las cámaras de seguridad del establecimiento
de ese mismo día y a esa misma hora. Diez minutos después el
inspector se presenta con las imágenes y resultan que en ese minuto
sellaron tres personas sus boletos. Estableciendo tres minutos como
diferencia posible entre el reloj de la cámara y el de la máquina
selladora. Nac mira las imágenes donde aparecen dos hombres y una
mujer haciendo cola para sellar sus boletos. Amplía la imagen de la
mujer y resulta la misma con la que se cruzó en la gasolinera.
Rápidamente da la orden que se reparta una foto de ella e informa a
todas las comisarias de la provincia de Málaga que esa mujer está
en busca y captura urgente.
Simultáneamente
Nac, en la terraza del bar, cuenta a Isabel lo que está pasando, es
decir, que está en busca y captura por la policía española. Pero
Nac tranquiliza a Isabel:
_Por
ahora no te preocupes. Envié una “invitación” al vádora
infiltrado para que almuerce con nosotros. Indirectamente, claro.
Ahora lo importante es que te familiarices con este Gax-S -que
permanece "flotando" frente a la mirada de Isabel-.
_Le
llamaré "Rotus" -dicta
Isabel con el tono más dulce utilizado hasta el momento-.
_Te
recuerdo que es una máquina sin alma.
_
Bueno, mi padre tenía una moto a la que llamaba con nombre humano.
Nac
sonríe y pregunta:
_¿Por qué "Rotus"?
_
Por el verbo "rolar", que en latín es "rotulāre".
Porque me ha gustado cómo la bola ha rolado sobre si misma. Además
rolar no sólo significa dar vueltas, también indica participar en
diferentes actividades.
_Parece
idóneo para un autómata de servicio variado.
_¿Siempre
será una bola?
_Este
Gax-S puede tomar la forma que desees, domina lo microscópico, se
auto moldea como si fuera un metal líquido. Y puede lanzar alambres
tan finos que son imperceptibles a la vista humana. Podría hasta
formar una alineación de átomos y entrar en cualquier cuerpo,
orgánico o inorgánico, menos en el diamante.
_¿Pueden
verlo otras personas?
_Si
tú quieres sí, pero en modo automático sólo podrás verlo tú.
_¿Tú
puedes ordenarle?
_
No, ya ha sido activado sólo para ti y exclusivamente te obedecerá
a ti. Y si su titular muere él se auto destruirá.
_¿Nunca
ha tenido otro titular?
_No,
los gaxs de servicio son de nueva generación, casi prototipos, y
éste es el primero que se pondrá en funcionamiento.
_Me
siento demasiado halagada. No sé si podré soportar tanta
responsabilidad.
_No te preocupes, Rotus te ayudará. Sólo necesita o necesitamos que autorices o aceptes que forme parte de ti. Entonces procederá a la instalación de un dispositivo auditivo en tus oídos. Así podrá comunicarse contigo.
_No te preocupes, Rotus te ayudará. Sólo necesita o necesitamos que autorices o aceptes que forme parte de ti. Entonces procederá a la instalación de un dispositivo auditivo en tus oídos. Así podrá comunicarse contigo.
_¿Sería
como escuchar una voz dentro de mi cerebro?
_No,
la voz o sonido se producirá dentro de tus orejas y llegarán a tu
cerebro por conducto habitual.
_¿Y
para comunicarme yo con él?, ¿sólo con mi voz?
_En
principio sí, más adelante, si aprendes, podrás comunicarte con él
sin usar la voz, sólo con tu mente.
Isabel
cierra los ojos, respira profundamente y afirma:
_Autorizo
la instalación de ese dispositivo auditivo y acepto que este Gax sea
parte de mí para que cumpla mis órdenes. Ordeno que nadie pueda
detenerme o violentarme.
Dos
hilos finos surgen lentamente de la bola plateada y llegan hasta las
orejas de Isabel mientras mira atentamente a la resplandeciente bola.
Segundos después los hilos se retiran y la bola comienza a vibrar
rápidamente hasta que se detiene de pronto y surge una voz que sólo
Isabel puede oír.
_Hola
Isabel, soy Gax-s 264, desde este momento estoy al servicio de tu
voluntad y te defenderé con todos mis medios, obedeciendo siempre.
Si dejases de existir me auto destruiría, viviré lo que tú vivas.
E
Isabel responde:
_Hola
Gax-s 264, encantada de tenerte. Te llamaré Rotus.
*
* * Fin del capítulo * * *
Capítulo II: La carta de Nac
Capítulo I: Fuente
Llegados al capítulo III puedo decir que el barro con el que formar esta escultura está en la mesa de modelado. El potencial ya se puede pesar o valorar. Podría destacar muchos detalles importantes. Primero los personajes: Nac, Urli (Rafael Bernal), Isabel y ahora Rotus. Y en el próximo capítulo pienso incluir un aparente personaje secundario que llamaré Vicente. El segundo detalle importante es que asuntos de la naturaleza ética humana han sido tocados, como la muerte. Y aunque la ciencia ficción otorgue licencias en blanco, he buscado una mediación entre el fin absoluto y la resurrección, dejando gran parte de la cuestión en misterio. Pero si la ética permite una flexibilidad total no así la ciencia, y se han de vencer varias paradojas para entender cómo un ser puede viajar al instante o casi al instante por toda la galaxia. Más aún para presentar a un personaje como El Observador, el de máximo poder dibujado hasta ahora por el texto. Y aunque Rotus haya aparecido como una simple bola, tomará forma humana; estoy por ponerle como primer cuerpo una réplica exacta del cuerpo de Vicente, pero formado por algo parecido al cristal líquido. ¿Que todavía no conocéis a Vicente?, pues yo, nada más termine de conocerle, os lo presentaré :-)
ResponderEliminarGLOSARIO DE TÉRMINOS
ResponderEliminarPor orden de aparición en la novela
(Marcados en el texto en negritas )
.La Constitución de la Vida: Leyes establecidas para esta galaxia por las doce civilizaciones más evolucionadas de la misma.
.Fuente: Planeta/Institución donde reside el máximo órgano de justicia de la Vía Láctea, formado por doce magistrados.
.Los Doce: Hace alusión a la Asociación de las civilizaciones más avanzadas de esta galaxia, también puede referirse a los doce jueces de Fuente.
.Ultraluz: Velocidad/es mayor/es a la velocidad de la luz.
.Medding 5: Una ley especial que, sin contradecir a la Constitución de la Vida, prohibe la clonación de seres artificiales.
.Vádora: Civilización formada por seres que nacen artificiales y después se convierten en híbridos, mezclándose con cualquier especie natural racional. Opta a formar parte de Los Doce.
.Revolución de los Dragones: Acontecida en la civilización Vádora, donde sus seres artificiales se rebelaron violentamente contra los vádoras naturales y los exterminaron.
.Flota Hache. Escuadra vádora de invasión dirigida a la Tierra.
.Homo Sapiens: Especie racional y natural de la Tierra.
.Dagan, Kisura y Ranes: Tres civilizaciones de las que integran a Los Doce.
.FUERZA: Gobierno general del Grupo Local de galaxias donde se encuentra la Vía Láctea.
.NAC: Miembro destacado de Fuerza, resuelve los empates del Tribunal de Fuente.
.Isabel: Humana y abogada defensora de la Humanidad.
.Constitución Intergaláctica: Carta Magna de Fuerza y que rige legalmente el Estado del Grupo Local de Galaxias.
.INTELIGENCIA: Nombre teórico que recibe la sabiduría más allá de Fuerza y de los seres que la poseen.
.Vádoras Hache: Seres racionales surgidos de la mezcla de cuerpo humano con mente/alma vádora.
.Urli: Vádora hache infiltrado en la élite del poder humano. Utiliza el nombre de Rafael Bernal.
.Rotus: Autómata y asistente de Isabel Pineda.