Deudas humanas

Deudas que matan humanidad,

deudas de la Humanidad

Palabras de mi amigo Lobo, “Que se acaba la democracia y el capitalismo se muere de éxito...” Pues más allá e ingrávidos, girando alrededor de la Tierra, pongamos a nuestras cámaras fotográficas unos filtros especiales capaces de colorear la contaminación en  aires, aguas y tierras... Entonces contradiremos el éxito del capitalismo. Somos la economía que ejercemos, y con ella estamos condenando a otras especies animales y vegetales... No está resultando una economía buena para la Tierra, como si no fuésemos buenos. Ésta es la deuda que me preocupa, mucho más amenazante que la pendiente de abonar por los Estados al "emperador del capitalismo y del cobro mundial”. La deuda con la Tierra es más amenazante. A nuestro hogar cósmico debemos una efectiva limpieza planetaria junto al establecimiento de una nueva economía mundial sostenible.

Creo además que ya no es cuestión de sentimiento ecológico o de la solidaridad con la naturaleza, sino de una rotunda lógica económica. Todos los países del mundo tenemos una deuda importante con el capitalismo financiero “que muere de éxito”, todos los países deben mucho dinero. Y no es que la deuda que tenemos con la Tierra sea más importante, sino más bien que ambas parecen deudas incompatibles. Porque el capitalismo ha contaminado y contamina en exceso, amenazando a las Especies de la Tierra (incluidos los humanos). Aún así creo (no me queda otra) que es posible ejercer una economía mundial o planetaria que dignifique a todos los humanos y ofrezca existencia y continuidad evolutiva al resto de las especies. Conseguir esta posibilidad puede salvarnos de extinciones masivas. Y sería como pagar a tiempo la deuda que tenemos con la Tierra, si es que estamos a tiempo.

¿Qué deuda es más importante?, ¿la deuda con el planeta o la deuda con los poderes económicos humanos?, ¿qué abono nos salvará? La deuda financiera (y los intereses que genera) asfixia a muchos países, y millones de humanos quedan abandonados en la pobreza indigna. Pero se consume más, objetivo del capitalismo o del mercado mundial (fundamentado en operaciones financieras): más ganancias, crecer más, vender más, fabricar más... consumir más, contaminar más... ¿hasta cuándo?, ¿hasta que reviente la Tierra?, ¿extinción masiva?, ¿sólo sobrevivirían microeconomías con tecnologías avanzadas... No se trata de generar miedo, sino de elegir qué deuda debemos pagar cuanto antes.

Nunca hemos tenido una economía que cubra a todos los humanos, eso hay que pagarlo, y esta deuda se paga con vidas humanas. Nuestra insuficiente economía para todos deja a millones sin alimentos o medicamentos básicos y baratos. Todos los años se producen millones de muertes evitables. Sacrificios humanos sin rituales, ejecuciones sin fecha, pero cada año son millones de vidas las que “pagamos” por tener “licencia” para esta economía avariciosa e insuficiente para la gran mayoría, y muy deficiente para los muchos que tienen que morir o acortar sus vidas por ello.

Por si fuera poco la revolución industrial y tecnológica continúa acarreando (colateralmente) más paro, y la robótica laboral de última generación ya comienza a provocar desempleo de mano de obra especializada (incluidas las académicas y universitarias). Gracias a las máquinas o a nuevos robots de trabajo, para producir más, el Mercado cada vez necesita menos trabajadores. Pero el “dios” de la avaricia pedirá más sacrificios o muertes evitables. Y los Estados, atados por la deuda financiera mundial, consentirán. Se rebajan y rebajarán derechos, sueldos, pensiones, prestaciones sanitarias y educativas, y en algunos casos pueden llegar a suprimirse. Existen ejemplos empíricos.

Una gran mayoría de naciones no podrán realizar esfuerzos económicos extras (para la causa que sea) porque estarán atadas por la deuda financiera global. ¿Cómo crear las infraestructuras necesarias para cambiar el modelo económico basado en el petróleo?, y ¿cómo dejar de contaminar sin dejar o sin rebajar la quema de combustibles fósiles?, de qué economía vamos a sacar ese esfuerzo si apenas podemos mantener dignamente la que tenemos. Pero un nuevo modelo económico mundial es necesario, esta deuda es ineludible. Y con el modelo elegido saldaremos la deuda, o no. Allí quedará escrito si nos extinguiremos total o parcialmente, o si podremos construir un modelo económico que deje de arrojar vidas humanas a los dioses de la avaricia.

Para mí la solución se llama Renta Básica Mundial (RBM). Si a todos los humanos se les garantiza, como mínimo, una pobreza digna, en definitiva una vida económica digna,  se liberaría la ética suficiente e influyente para afrontar los nuevos tiempos y retos planetarios. Miremos nuestro potencial tecnocientífico. ¿Cuántos humanos podemos llegar a vivir (y consumir) en la Tierra sin dañar gravemente al conjunto evolutivo? Obviamente, cuanto más avancemos tecnocientíficamente: más humanos podrán habitar la Tierra. Pero en el fondo es una solución económica, ¿RBM sí o RBM no.? Y la política obedece a modelos económicos (creados por la política o no), es decir, para mí hay más diferencia entre los que están a favor y los en contra de la RBM que entre la Izquierda y la Derecha.

La RBM puede parecer utopía en la actualidad, para un sólo país o número reducido de ellos, pero la abordamos desde el plano teórico. Si queremos dignidad para todos los humanos ése es el camino; y si resulta utopía: la dignidad humana también lo será. Abandonar a los que no tienen ingresos es tomar el camino de los “sacrificios humanos a los dioses” de la deuda financiera, un camino lleno de guerras locales, terrorismo, bolsas de miseria, refugiados en masa cruzando mares en cualquier medio... Y también camino a un cambio climático acelerado por la contaminación y la falta de una unión económica internacional hacia la dignidad humana.

No se trata de qué deuda pagar para ser libre, sino cuál pagar para simplemente vivir con dignidad o, en última instancia (hay circunstancias planetarias y cósmicas que no controlamos), para sobrevivir con dignidad, sin tener que arrojar a hermanos humanos a los infiernos de dioses innecesarios. Porque pagando la deuda que los humanos tenemos con nosotros mismos podemos pagar la deuda que tenemos con el planeta y con el conjunto de sus especies y vida. Para ello la deuda financiera internacional habría de ser revisada y un nuevo modelo económico convencer y unir a los países más poderosos. Renta Básica Mundial y que se desate toda la competencia que se quiera entre propiedades o empresas privadas, o que la robótica acelere lo que quiera. Una RBM puede hacer bueno a varios modelos económicos diferentes donde habría que sintetizar la esencia y elegir uno.

En Política mi primera división fundamental es entre los demócratas y los no demócratas. Una vez en la Democracia la primera diferencia sustancial para mí está entre los favorables a la RBM y los que se posicionan en contra. Contando que los políticos a favor de la RBM, cuando llegan al poder, no pueden ejercerla, sobre todo por la Deuda que deben pagar a los poderes económicos y financieros del mundo. Porque en economía mundial los políticos nacionales no pueden administrar la economía mundial, menos aún establecer un nuevo modelo con RBM. Aún así hay países con la mayor parte de una RB ya cubierta (como los países nórdicos) y, en cambio, otros donde ni siquiera la prestación sanitaria es un derecho para todos. Hay muchos países que pasan o abandonan a sus ciudadanos sin ingresos y unos pocos donde no.

La RBM supone hacer justicia con nosotros mismos a través de una economía para todos, que mire por el bien de todos. Hasta la economía de un hormiguero mira por el bien de todas las hormigas, ¿por qué no la economía humana? El planteamiento teórico de la RBM es un bien rotundo, pero llevarlo a la práctica puede parecer una utopía para muchos o una posibilidad real para unos pocos (cada día somos más). Al margen de esto la RBM plantea una seria cuestión a la evolución de la vida en la Tierra y a la propia economía tecnocientífica: ¿cuantos humanos consumiendo lo básico puede soportar este planeta?

Porque el consumo (no necesariamente consumismo) ha de reponerse una y otra vez, pero un consumo creciente llega a un punto en que ya no puede reponerse. Y ése es el punto que necesitamos saber sobre nuestro planeta, qué consumo sostenible puede aguantar la Tierra. Si lo sobrepasamos habría extinción humana y, lo que es peor, de muchas especies animales y vegetales. Sería el fin de la Tierra como paraíso de la Vida. En este contexto metafórico “la fruta prohibida” supondría planificar "comer" más de lo que la Tierra puede dar, y de lo que nuestra tecnociencia puede producir. Y esto tenemos que darnos cuenta al momento, no cincuenta años después de haber sobrepasado el límite.

Debemos ver al instante y claramente la entrada al “infierno”, a ese punto sin retorno de una Tierra sostenible. Esta deuda tenemos con nosotros mismos y con la Tierra. Una Economía que cumpla con este propósito de pagar esta deuda planetaria necesitamos a nivel mundial, y la Política orientada a su realización supone, supondrá, nuestra supervivencia digna como especie tecnocientífica, resultando buena “tutora” (de alguna manera protectora) de todas las Especies de la Tierra.

Las deudas que matan humanidad son aquellas que impiden dotar de una renta básica a cada humano al margen de su trabajo (es decir, su trabajo subirá su renta, como ahora). Porque dejar a un humano sin ingresos es quitarle la libertad (y de alguna manera tener que delinquir para obtener alimentos, medicinas, ropa, techo...). Puede suponer anular su concepto de la Ley, y ante un abismo ético preguntarse, ¿cómo obedecer las leyes que permiten dejar que yo muera de hambre o de no tener dinero para un medicamento u operación quirúrgica?, ¿la ley ampara la injusticia? La caridad no siempre es una opción ante delinquir, a veces ni siquiera existe la caridad. Y cuando hay asistencialismo: ¿degrada a las personas?, ¿comida a cambio del alma ética y quedarse sin dignidad social?...

Las deudas que matan Humanidad son deudas de la Humanidad, pero la Humanidad tiene más deudas, con la Tierra y todas sus especies. Y este post quiere ser un toque de atención. No debemos presumir de ser la especie elegida, a nuestra evolución mental (y general) aún le queda que pasar pruebas muy duras para asegurar una larga vida a la Humanidad. No se trata de cuál Bloque o nación debe dominar al resto de las naciones, no se trata de qué poder económico debe predominar o ganar más dinero; se trata de algo mucho más serio para la supervivencia humana, aunque obviamente ello influirá decisivamente. Nuestro sentido de la Política necesita un acelerón evolutivo para ponerse a la altura de las circunstancias planetarias que se nos avecinan. Y la Renta Básica Mundial es un paso necesario para ello.

Necesitamos un equilibrio económico para la Tierra y para el curso de la Evolución. Que asegure dignidad a todos los individuos humanos y a todas las especies conocidas, una economía mundial conocedora de sus límites y de su potencial para seguir creciendo en beneficio de la Vida. Nuestras genialidades en todas las disciplinas de las ciencias y de las artes no habrían servido de nada si nos extinguimos o perdemos este paraíso de aire, agua y tierras sanas... Si queremos sanear la Tierra deberemos sanear nuestra economía humana, supuestamente la más evolucionada entre las especies conocidas. No sólo somos humanos, además somos la Tierra.

Humanidad es el nombre de una batalla decisiva en la evolución de la Vida en la Tierra. Puede salir derrotada y extinguirse total o casi totalmente, o puede dar un salto espacial y colonizar de vida otros astros del Cosmos. La Evolución ya no puede dar marcha atrás, el cerebro que ha creado está dotado de una avanzada mente tecnocientífica fundamentada en principios éticos, pero de economía débil, incapaz de acceder bien al potencial disponible. Una ética adecuada debería coordinar a la economía mundial antes que se desmadre por la avaricia y asole el planeta, o antes que sea tarde. La principal deuda de la Humanidad creo que se paga con un paso evolutivo más de la Humanidad. El fin de la pobreza mísera entre los humanos parece una señal, y esto se consigue con la renta básica mundial sin sobrepasar la cantidad de humanos que pueden habitar la Tierra.