¡Qué
descubrimiento he hecho en casa de mi madre!. Lo flipo en
colores: un libro del instituto firmado por mis compañeros y
amigos de aquel primer curso de bachiller. Fue en Tarragona, y
tiene valor especial o añadido porque al curso siguiente me iba a
matricular en un instituto de Torremolinos, muy lejos de allí.
Así que aquellas dedicatorias en aquel libro suponían las
despedidas por escrito de estos amigos y compañeros. Que hoy me ha
sorprendido, en un libro al fondo de un mueble olvidado, esperando mi
retorno... Me ha gustado tanto que: ¡post!.
Primero
escanearé la página firmada por mis compañeros de estudios. Ya:
Ahora
limpiaré las citas y las presentaré individualmente. Recordando que
eran citas de personas de 14-15 años hacia otra de la misma edad (el
muá) y... ¿por qué son femeninas todas las citas?. Supongo que
me dio por ahí, y en uno de mis libros firmaron las chicas de mi
clase y en otro los chicos. Pero no he encontrado el otro, sólo el
de lengua, o el de las chicas ;-)
La
primera cita tiene una larga historia, la escribió Mayte:
“Al
tío más cachondo y que intenta ligarse a todas las tías, haber
consigue su propósito. De Mayte. ¡Acuérdate siempre de mí!”
Si
me pudieras leer... Cómo olvidarme si estuve enamorado de ti,
al menos me gustaste mogollón. Recuerdo tus cálidos abrazos. A
veces meto tu nombre completo en google pero no me llevan a ningún
lado. Espero estés bien.
La
siguiente cita es muy sencilla, pero a la vez me lleva a un dulce
misterio:
“de
mí para ti”.
Pili
Si
volviera a aquel año, con lo vivido hasta ahora, quizás Pili sería
la chica que más me atrajera. Hubiera intentado correr su velo y ver
su interior porque al recordarla, ahora, me parece fascinante. La
recuerdo con jersey de cuello alto.
Bueno,
voy a dejar de comentar las citas, pero todas me traen recuerdos
cariñosos y muy agradables de sus firmantes. Ahí están todas,
incluso una que falta. Sirva para rendir homenaje y recuerdo a ese
año o curso donde igual o más aprendí de mis compañeros que de
mis profesores. Y aquí tengo papel escrito o fotos digitales que son
como puertas abiertas hacia esas personas que, al menos, viven dentro de mí.
Sí,
para ser sincero echo en falta una cita, la de Nuria... ¿por qué no
firmó?. Porque se podría decir que llegó a ser mi novia, pues nos
regalamos libro y rosa el día de san Jordi. Creo recordar que sus
padres tenían un estanco, pero no recuerdo su apellido.
Ay...
qué recuerdos. Y qué casuales más dulces en este mes donde los
estudiantes vuelven a los institutos. ¡Quiero estudiar!
;-)
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