Según
la RAE agnosticismo (de agnóstico), es la actitud filosófica que
declara inaccesible al entendimiento humano todo conocimiento de lo
divino y de lo que trasciende la experiencia. Y deísmo (del lat.
Deus, Dei, Dios) es una doctrina que reconoce un dios como autor de
la naturaleza, pero sin admitir revelación ni culto externo. Pues
bien, yo soy agnóstico con tendencia deísta, pero sobre todo creo
en la libertad democrática. ¿Por qué digo esto último?, ¿por
qué mezclo cuestiones religiosas con asuntos políticos?. Quizás
sea porque, política y religión, nacieron juntas en la noche de los
tiempos homínidos. Aunque más probable sea porque si, ante un
demócrata como yo, de repente apareciera un Dios, qué pasaría con
la Democracia. Claro, esto sólo puede preguntárselo un agnóstico
de cualquier tendencia, cuando Dios es sólo una posibilidad. La
posibilidad de Dios.
Es
cierto que cuando uno investiga un origen de hechos que desconoce,
entre las varías líneas posibles de llegar a la verdad, alguna
puede tentar con un presentimiento. Por ello mi tendencia deísta,
porque yo no soy un agnóstico apático, sino un agnóstico
interesado en hallar evidencias, estoy predispuesto a la búsqueda de
la verdad a dos preguntas muy unidas. ¿Por qué existe la Vida en
este Universo y porqué existe este Universo?. Porque prácticamente
toda la evolución de la mente pensante, me atrevería a decir casi
todos los humanos, hemos vivido o vivimos relacionados con esas dos
grandes cuestiones (de tres).
Unos
porque se atreven a responder las dos cuestiones, los religiosos,
otros a negar a los que responden con dioses, los ateos, otros por
pasar de responder, otros por intentar responder con razonamientos
cada vez mejores debido a nuevos descubrimientos y conocimientos, sea
como sea, todas las mentes pensantes, en su crecimiento, llegan a
estas cuestiones. Y todos comenzamos preguntando desde nuestra más
tierna infancia a nuestros padres, ¿qué son la luna, el sol, las
estrellas, dónde termina el mar y por qué existen los peces?.
Cualquier mente pensante al iniciar su evolución llega a estas
cuestiones o parecidas. Y así llegamos a la tercera gran cuestión,
¿qué es la muerte individual, hay alguna existencia después de
ella?. Así podríamos establecer una curiosa trinidad que impulsa a
la evolución mental, tres cuestiones sobre la Vida, el Universo y la
Muerte. Sin responder a estas cuestiones, simplemente al enumerarlas
establecemos un orden y, por lo tanto, un comienzo de razón.
Vida
Universo
Muerte
Este
orden establece mi mente pensante pretendiendo saber la cercanía de
las tres respuestas. Es decir, creo que la respuesta a por qué
surgió la Vida quedaría más cercana a qué o por qué del Universo
y, en último lugar, a si hay vida después de la muerte. En realidad
cuestiono la divinidad a tres niveles, es decir, podrían existir
tres tipos de dioses. Aunque probablemente la primera cuestión (o el
dios que crearía a la Vida) pueda responder a la última cuestión,
prefiero un triángulo a un ángulo entre las cuestiones
existenciales. El raciocinio, la lógica, la inteligencia, discurrir,
pero desde dónde. Desde el resultado, nosotros, la Vida actual que
existe en este Cosmos y, más concretamente, las actuales mentes
creadoras que evolucionan. Nosotros, mentes que evolucionan y que
podemos crear tecnología sofisticada, preguntando por qué estamos
creadas. Ahí nace el hilo por el que discurrir.
Nuestras
mentes inteligentes están creadas, aquí, cada uno llevamos una
mente con sede en nuestras respectivas cabezas, y hoy en día capaces
de actuar a grandes distancias. La Creación, desde este punto de
vista, es fundamento (ya tocamos mis partes deístas;-). Una creación
no vincula a un creador o creadora inteligente, porqaue puede ser un
dios o puede ser la casualidad o el azar. Pero que estamos creados es
evidente, es más, estamos creados de manera muy compleja e
inteligente. Tanto que estas frases que se escriben o se leen
necesitan de células muy sofisticadas, neuronas, unidas por
corrientes eléctricas, sinapsis, etc, etc. La Vida, en su vía
evolutiva mental, es una creación con capacidades para crear y no
sólo palabras y frases. Los humanos somos creadores creados.
La
Vida en su conjunto es una obra ingeniera o arquitectónica (si se
permite la expresión) impresionante, se abastece de materiales no
vivos, gases, líquidos, minerales, fotones, y los transforma en
materia viva con unas capacidades tecnológicas (bioquímicas)
formidables. En nuestro caso planetario la Vida domina, incluso antes
del humano, casi todas las alturas y profundidades en todos los
continentes y todos los mares (incluso el mar muerto, porque hay
turistas y, por lo tanto, vida ;-). La vida es una maquinaria
impresionante, ¿qué la puso en marcha? es una de las grandes
verdades existenciales. Yo lo llamo Fundamento Creador,
palabras que pueden servir a un religioso, a un ateo, a un agnóstico,
a un deísta, etc. A todos, unos afirmarán quién es el fundamento
creador (teísmo), otros dirán que fue el azar o la casualidad
cósmica (ateísmo), otros que no lo saben, (agnóstico), otros que
lo buscan con la razón (deístas)...
En
mi caso no sé qué es el Fundamento Creador de la vida, pero de la
Creación y de la Evolución de la Vida no tengo la menor duda. Como
he evolucionado con este esquema mental (en ello parecido a los
ateos, pues no hay contacto con creador intencionado o
circunstancial) he orientado mi camino por la ciudadanía
democrática, sin seres superiores y sus deseos (capaces de ser
interpretado sólo por unos pocos) y ante un conocimiento sin censura
y una mesa pública del conocimiento abierta a cualquier novedad. Un
creyente puede ser un súbdito y le bastaría con obedecer a su Dios,
pero un agnóstico o ateo debe hacer frente a una libertad más
amplia. Un agnóstico buscador como yo podría tropezar con seres
inteligentes o divinos de antes que existieran humanos en la Tierra.
Y mi labor como mente que evoluciona, más que obedecerles, es
comprenderles. Encajar mi libertad democrática ante este hipotético
y enorme poder. Porque si alguna novedad incluyera el conocimiento
sobre la intervención de seres inteligentes en la creación o
recreación de la Vida en este planeta, si así fuera, ¿por qué el
ser humano vive en libertad, por qué consienten los derechos
democráticos (aunque no entre todos los humanos, desgraciadamente)?
¿Acaso esos que nos crearon o recrearon ya no están? ¿Cómo podría
ser el encuentro inteligente de una inteligencia creada con una
inteligencia creadora?. En definitiva, la posibilidad de Dios,
contiene muchas preguntas que, si son debidamente ordenadas,
comienzan a dar respuestas.
Considero interesante incluir este anexo con su respectivo enlace:
ResponderEliminarhttp://es.wikipedia.org/wiki/Espectro_de_probabilidad_te%C3%ADsta
La formulación de Dawkins
Dawkins añade que la existencia de dios es una hipótesis científica como cualquier otra. Propone un espectro continuo de probabilidades entre los dos extremos de certeza absoluta, que puede ser representado por una escala de siete "miliarios":
Teísta fuerte: 100% de probabilidad de existencia de dios. En palabras de Carl Jung: “No creo, sé”.
Teísta De facto. Probabilidad de existencia de dios muy alta: "No puedo saberlo por seguro, pero creo firmemente que existe dios y vivo mi vida como si dios existe”.
Técnicamente agnóstico, pero cerca del teísmo. Más del 50% de probabilidades de que dios exista. "Es incierto, pero me inclino hacia la creencia en dios."
Agnóstico completamente imparcial. Exactamente 50%. La existencia de dios y su inexistencia es igual de probable.
Técnicamente agnóstico, pero cerca del ateísmo. Menos aunque cerca del 50% de posibilidades de que dios exista. No se si dios existe, pero me inclino hacia el escepticismo.
Ateísta De facto. Probabilidad muy baja, pero lejos de cero. No puedo tener la seguridad de que dios no exista pero creo que es muy improbable, así que vivo mi vida asumiendo que dios no existe".
Ateo fuerte. Sé que dios no existe, No lo creo, lo sé.
Dawkins argumenta que mientras existen muchas personas que se emplazan a sí mismos en la posición "1", no existen ateos que se consideran a sí mismos "7", ya que el ateísmo surge de la falta de evidencia. Dawkins se considera a sí mismo en la posición 6,9 en la escala.3