@ciudadanoNick #Podemos #AsambleaSíSePuede
¿Y
si queremos nuestro poder?
¿Y
si sumo mi voto a Podemos?
Soy
casi nadie y casi nada, cualquier persona es mucho mejor que yo, pero
cuando me convierto en gente democrática no atiendo a currículos,
títulos, famas o prestigios de nadie. Me transformo y como mente
racional sólo presto atención a la educación, al respeto y a las
lógicas democráticas. En este contexto yo nunca tengo razón, en
todo caso la tendría la gente democrática, por lo tanto quiero que
la gente tenga razón y por ello escribo este post. No sería
colectivismo, sino un abrazo equilibrado entre ciudadano
(individualidad) y ciudadanía (colectividad). Personalmente creo o
quiero que cada individuo vaya a su bola, plena libertad (sin hacer
daño a nadie). Al respecto suelo citar mucho las palabras de
Cicerón: "Mi conciencia tiene para mí más peso que la
opinión de todo el mundo", pero esta ética expresada debe
contener la otra mirada citada, la de todo el mundo. La opinión de
todos (el escrutinio en democracia) es importante, aunque el
individuo tenga libertad mental para ponerlo en segundo orden. Al
establecer la opinión de todo el mundo se obtiene el equilibrio
social necesario. Un mecanismo para la participación de todas las
opiniones o votos individuales tiene el valor máximo de la
democracia, es incuestionable. Una democracia como tesoro político
es insuperable sino fuera por ella misma y su crecimiento lógico,
éste es el nivel o cimiento democrático que yo entiendo como el de
la gente democrática.
Aunque
algunos políticos, profesores, historiadores y otros académicos y
profesiones afines den el máximo valor (como ética política, no
como ciencia o profesionalidad) a la izquierda, o al centro, o a la
derecha, ninguno de estos valores sobrepasa al de la Democracia. Para
mostrarlo gráficamente necesito un simple y sencillo gráfico:
El nivel democrático puede subir mientras las líneas verticales rojas señalan los abismos. |
En
la época anterior o tradicional había (y todavía hay) políticas
llamadas de izquierdas o de derechas que solían y suelen formar "mayoría" gobernante que se intercambian o intercambiaban periódicamente. Además la Historia dice que también
hay izquierdas y derechas que participaron en la democracia y que cayeron, o nacieron caídas, por alguno de los dos abismos y fueron
al nivel de la anti democracia. La Historia muestra incontables
ejemplos de partidos que pidieron voto e hicieron campaña en
elecciones democráticas, como los partidos nacionalsocialistas o
nazis, partidos fascistas, partidos soviéticos, partidos comunistas,
incluso liberales destacados que después participaron o ayudaron en
dictaduras. Este es el abismo que hay que temer, tanto desde la
izquierda democrática como desde la derecha democrática, en todo el
nivel alcanzado por la Democracia (que muestra el gráfico). El abismo no
está entre la derecha y la izquierda democráticas (como algunos
extremistas quieren hacer ver), en la realidad no hay un abismo, hay
dos, uno en la profundidad extrema de la izquierda y otro en la
profundidad extrema de la derecha, que forman los dos límites de la
democracia política en el mundo. Y los demócratas del mundo
cohabitamos con dictaduras de izquierdas y dictaduras de derechas cuyos habitantes viven o sebreviven en los abismos de la anti democracia.
Pero
este sencillo gráfico es político, no económico. Para hacerlo
económico debería preguntarse si en el nivel de la democracia
alcanzada hay destacada pobreza indigna. Si la respuesta fuera
afirmativa nuestro poder económico se encontraría en el nivel de la
anti democracia, si la respuesta fuera negativa el poder económico
se situaría en el nivel de la democracia. Obviamente si miramos
nuestra sociedad actual vivimos en una sociedad decadente donde
nuestro poder económico se ha situado en manos tiranas. ¿Cómo
hacer que vuelva al nivel de la democracia donde no exista pobreza
indigna y destacada? Hay una manera, y por ello estoy con el partido
político Podemos, elevar el nivel de la democracia, de tal manera
que arrastre al poder económico hacia arriba y se elimine la pobreza
indigna. No es tan sencillo, pero al menos tratamos con lógica
democrática mejorar al conjunto de los ciudadanos que votan y que
quieren votar más y mejor informados.
Por
ello me espanto cuando escucho decir que Podemos es de extrema
izquierda, porque para mí es todo lo contrario, representa el
espacio para la verdadera democracia entre los abismos de la derecha
y de la izquierda. El camino más lógico para que la democracia
evolucione a través de la participación inteligente y con votos de
la gente, de las ciudadanas y ciudadanos que así lo deseen. Esto es
ahora, en este presente, del futuro nada sé. Sólo puedo dirigir mi
mirada a la Historia. Soy demócrata de conciencia en cualquier
situación, pero en la práctica o praxis lo soy porque existe una
soberanía que me da la fuerza y me ofrece los derechos necesarios.
Sin una soberanía democrática no podría votar, por ejemplo, y
tampoco tendría libertad de expresión, de opinión o de prensa.
Necesito una soberanía democrática, y la tengo, se llama España.
Esta dependencia me crea esta inteligencia vital, la solidaridad y el
compañerismo con todos los españoles democráticos. Yo no digo, o
ya no digo: "no soy de derechas ni de izquierdas",
ahora digo lo contrario, y creo ser más solidario y democrático
cuando digo que "soy de izquierdas, de derechas, del centro,
de arriba y de abajo, de todas las partes donde llega la democracia o
donde hay demócratas". Donde haya mentes libres pensando
diversas ideas: seguro que alguna me gustará.
Estoy
en Podemos porque en este partido político he encontrado mecanismos
para que la gente democrática sea capaz de auto gobernarse por muy diferente o heterogénea que sea. Quiero y creo que la participación
ciudadana es el mejor remedio contra los corruptos, los arribistas y
los dictadores disfrazados de demócratas o que utilizan la
democracia para después establecer dictaduras. Y para esto no
necesito recurrir a la historia, poblada de ejemplos, en la propia
actualidad española hallo parecidos en los partidos políticos
llamados "clásicos o tradicionales" en relación a sus
presuntas democracias internas. ¿Qué se hace en el PP?, lo que diga
su líder, Mariano Rajoy. ¿Qué se hace en el PSOE?, lo que diga su
líder, Pedro Sánchez. ¿Desde cuándo no vota un afiliado al PP?,
¿desde cuándo no vota la base PSOE, qué periodos transcurren tras
las votaciones?, ¿algún afiliado al PP ha votado por Mariano
Rajoy?, ¿algún afiliado de base del PSOE ha votado por Pedro
Sánchez?, sin embargo a ambos se les llena la boca cuando hablan de
democracia. Esto se llama demagogia y populismo. Y recurren a él y a
ella porque no les queda otra que solicitar el voto de los españoles,
aquí no hay dedo que los señale, aquí sí necesitan el voto de la
"base" o del censo electoral para gobernar ellos y sus
respectivos círculos cerrados.
Despliegan
poderosos medios de Información, el país parece un enorme coto
privado de votos para dos grandes fuerzas cazadoras pero enfrentadas,
PP y PSOE; los grandes disputando las grandes cifras ante partidos
políticos menores que sueñan ser bisagras con la esperanza
de pillar algo bueno, a veces bien empleado y a veces no. Es el
poder, quieren el poder, y quieren disponer de la libertad de todos
en más de una ocasión, como con la reforma exprés de la
Constitución. El poder de la gente democrática, quieren nuestro
poder. Y no es nuevo, ya lo quisieron y lo consiguieron, y miremos la
España que han dejado, pobreza extrema o indigna creciente y
arraigándose entre nuestras generaciones. ¿Quieren nuestro poder
para ir contra nosotros mismos o contra millones de nosotros? ¿Y si
queremos nuestro poder?. Muchos queremos participar democráticamente
en él, y como queremos hemos aprendido, y como sabemos: podemos. Es
claro, podemos establecer una estructura que otorgue un nuevo nivel
democrático a esta nueva sociedad "e-ilustrada" que se
está estableciendo, necesitamos una inteligencia colectiva
anti corruptos y que evite a los grandes ladrones del dinero público.
Dentro
de unos meses si alguien me pregunta: ¿qué se hace en Podemos?, yo
no quiero responder "lo que diga su líder". Para mí aquel
que no esté dispuesto a obedecer los mandatos de la gente
democrática debería abandonar Podemos, aunque sea la persona
española con el mejor carisma político de todos los españoles. Si
la democracia inteligente y participativa dependiera del buen carisma
de un líder, de una sola persona, sería una contradicción. Para un
ser colectivo consciente y ejerciendo voto son necesarias todas las
mentes individuales, conscientes y democráticas posibles, junto a
sus votos. El voto individual es fundamental para la inteligencia
colectiva tratada con democracia, y la diversidad entre tantas
individualidades irrepetibles es natural, debe fluir hacia el voto
democrático. Y creo que la gente democrática es capaz de llevar a una
sola persona a lo más alto en responsabilidad, pero necesita que esa
mujer u hombre confíe plenamente en la gente democrática. Por esta
nueva democracia donde los líderes son para ayudar a sumar y no "en
vez de". Por todo esto apoyo abiertamente al modelo organizativo llamado
"Sumando Podemos", antes y ante el modelo
organizativo presentado por Pablo Iglesias y su equipo llamado "Claro
que se puede". Votaré por "Sumando Podemos".
Gracias.
Pd:
Unos enlaces interesantes al respecto:
"¿Podemos
se rompe?", por Teresa Rodríguez, 24/10/14.
Comunicado
SUMANDO PODEMOS ante el reglamento de votación de los documentos.
“Sumando
Podemos” Vs “Claro Que Podemos”: diferencias claves.
Las cuatro
grandes diferencias entre las propuestas de Iglesias y Echenique para
Podemos
Una
meditación sobre Podemos, el sorteo y las anacronías
Las cuatro
lecciones que Carolina Bescansa debería aprender sobre el sorteo
Carta
abierta de un ciudadano municipal a Escribas Podemos
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