viernes, 24 de octubre de 2014

¿Y si queremos nuestro poder? ¿Y si sumo mi voto a Podemos?

@ciudadanoNick #Podemos #AsambleaSíSePuede

¿Y si queremos nuestro poder?
¿Y si sumo mi voto a Podemos?

Soy casi nadie y casi nada, cualquier persona es mucho mejor que yo, pero cuando me convierto en gente democrática no atiendo a currículos, títulos, famas o prestigios de nadie. Me transformo y como mente racional sólo presto atención a la educación, al respeto y a las lógicas democráticas. En este contexto yo nunca tengo razón, en todo caso la tendría la gente democrática, por lo tanto quiero que la gente tenga razón y por ello escribo este post. No sería colectivismo, sino un abrazo equilibrado entre ciudadano (individualidad) y ciudadanía (colectividad). Personalmente creo o quiero que cada individuo vaya a su bola, plena libertad (sin hacer daño a nadie). Al respecto suelo citar mucho las palabras de Cicerón: "Mi conciencia tiene para mí más peso que la opinión de todo el mundo", pero esta ética expresada debe contener la otra mirada citada, la de todo el mundo. La opinión de todos (el escrutinio en democracia) es importante, aunque el individuo tenga libertad mental para ponerlo en segundo orden. Al establecer la opinión de todo el mundo se obtiene el equilibrio social necesario. Un mecanismo para la participación de todas las opiniones o votos individuales tiene el valor máximo de la democracia, es incuestionable. Una democracia como tesoro político es insuperable sino fuera por ella misma y su crecimiento lógico, éste es el nivel o cimiento democrático que yo entiendo como el de la gente democrática.

Aunque algunos políticos, profesores, historiadores y otros académicos y profesiones afines den el máximo valor (como ética política, no como ciencia o profesionalidad) a la izquierda, o al centro, o a la derecha, ninguno de estos valores sobrepasa al de la Democracia. Para mostrarlo gráficamente necesito un simple y sencillo gráfico:

El nivel democrático puede subir mientras
las líneas verticales rojas señalan los abismos.

En la época anterior o tradicional había (y todavía hay) políticas llamadas de izquierdas o de derechas que solían y suelen formar "mayoría" gobernante que se intercambian o intercambiaban periódicamente. Además la Historia dice que también hay izquierdas y derechas que participaron en la democracia y que cayeron, o nacieron caídas, por alguno de los dos abismos y fueron al nivel de la anti democracia. La Historia muestra incontables ejemplos de partidos que pidieron voto e hicieron campaña en elecciones democráticas, como los partidos nacionalsocialistas o nazis, partidos fascistas, partidos soviéticos, partidos comunistas, incluso liberales destacados que después participaron o ayudaron en dictaduras. Este es el abismo que hay que temer, tanto desde la izquierda democrática como desde la derecha democrática, en todo el nivel alcanzado por la Democracia (que muestra el gráfico). El abismo no está entre la derecha y la izquierda democráticas (como algunos extremistas quieren hacer ver), en la realidad no hay un abismo, hay dos, uno en la profundidad extrema de la izquierda y otro en la profundidad extrema de la derecha, que forman los dos límites de la democracia política en el mundo. Y los demócratas del mundo cohabitamos con dictaduras de izquierdas y dictaduras de derechas cuyos habitantes viven o sebreviven en los abismos de la anti democracia.

Pero este sencillo gráfico es político, no económico. Para hacerlo económico debería preguntarse si en el nivel de la democracia alcanzada hay destacada pobreza indigna. Si la respuesta fuera afirmativa nuestro poder económico se encontraría en el nivel de la anti democracia, si la respuesta fuera negativa el poder económico se situaría en el nivel de la democracia. Obviamente si miramos nuestra sociedad actual vivimos en una sociedad decadente donde nuestro poder económico se ha situado en manos tiranas. ¿Cómo hacer que vuelva al nivel de la democracia donde no exista pobreza indigna y destacada? Hay una manera, y por ello estoy con el partido político Podemos, elevar el nivel de la democracia, de tal manera que arrastre al poder económico hacia arriba y se elimine la pobreza indigna. No es tan sencillo, pero al menos tratamos con lógica democrática mejorar al conjunto de los ciudadanos que votan y que quieren votar más y mejor informados.

Por ello me espanto cuando escucho decir que Podemos es de extrema izquierda, porque para mí es todo lo contrario, representa el espacio para la verdadera democracia entre los abismos de la derecha y de la izquierda. El camino más lógico para que la democracia evolucione a través de la participación inteligente y con votos de la gente, de las ciudadanas y ciudadanos que así lo deseen. Esto es ahora, en este presente, del futuro nada sé. Sólo puedo dirigir mi mirada a la Historia. Soy demócrata de conciencia en cualquier situación, pero en la práctica o praxis lo soy porque existe una soberanía que me da la fuerza y me ofrece los derechos necesarios. Sin una soberanía democrática no podría votar, por ejemplo, y tampoco tendría libertad de expresión, de opinión o de prensa. Necesito una soberanía democrática, y la tengo, se llama España. Esta dependencia me crea esta inteligencia vital, la solidaridad y el compañerismo con todos los españoles democráticos. Yo no digo, o ya no digo: "no soy de derechas ni de izquierdas", ahora digo lo contrario, y creo ser más solidario y democrático cuando digo que "soy de izquierdas, de derechas, del centro, de arriba y de abajo, de todas las partes donde llega la democracia o donde hay demócratas". Donde haya mentes libres pensando diversas ideas: seguro que alguna me gustará.

Estoy en Podemos porque en este partido político he encontrado mecanismos para que la gente democrática sea capaz de auto gobernarse por muy diferente o heterogénea que sea. Quiero y creo que la participación ciudadana es el mejor remedio contra los corruptos, los arribistas y los dictadores disfrazados de demócratas o que utilizan la democracia para después establecer dictaduras. Y para esto no necesito recurrir a la historia, poblada de ejemplos, en la propia actualidad española hallo parecidos en los partidos políticos llamados "clásicos o tradicionales" en relación a sus presuntas democracias internas. ¿Qué se hace en el PP?, lo que diga su líder, Mariano Rajoy. ¿Qué se hace en el PSOE?, lo que diga su líder, Pedro Sánchez. ¿Desde cuándo no vota un afiliado al PP?, ¿desde cuándo no vota la base PSOE, qué periodos transcurren tras las votaciones?, ¿algún afiliado al PP ha votado por Mariano Rajoy?, ¿algún afiliado de base del PSOE ha votado por Pedro Sánchez?, sin embargo a ambos se les llena la boca cuando hablan de democracia. Esto se llama demagogia y populismo. Y recurren a él y a ella porque no les queda otra que solicitar el voto de los españoles, aquí no hay dedo que los señale, aquí sí necesitan el voto de la "base" o del censo electoral para gobernar ellos y sus respectivos círculos cerrados.

Despliegan poderosos medios de Información, el país parece un enorme coto privado de votos para dos grandes fuerzas cazadoras pero enfrentadas, PP y PSOE; los grandes disputando las grandes cifras ante partidos políticos menores que sueñan ser bisagras con la esperanza de pillar algo bueno, a veces bien empleado y a veces no. Es el poder, quieren el poder, y quieren disponer de la libertad de todos en más de una ocasión, como con la reforma exprés de la Constitución. El poder de la gente democrática, quieren nuestro poder. Y no es nuevo, ya lo quisieron y lo consiguieron, y miremos la España que han dejado, pobreza extrema o indigna creciente y arraigándose entre nuestras generaciones. ¿Quieren nuestro poder para ir contra nosotros mismos o contra millones de nosotros? ¿Y si queremos nuestro poder?. Muchos queremos participar democráticamente en él, y como queremos hemos aprendido, y como sabemos: podemos. Es claro, podemos establecer una estructura que otorgue un nuevo nivel democrático a esta nueva sociedad "e-ilustrada" que se está estableciendo, necesitamos una inteligencia colectiva anti corruptos y que evite a los grandes ladrones del dinero público.

Dentro de unos meses si alguien me pregunta: ¿qué se hace en Podemos?, yo no quiero responder "lo que diga su líder". Para mí aquel que no esté dispuesto a obedecer los mandatos de la gente democrática debería abandonar Podemos, aunque sea la persona española con el mejor carisma político de todos los españoles. Si la democracia inteligente y participativa dependiera del buen carisma de un líder, de una sola persona, sería una contradicción. Para un ser colectivo consciente y ejerciendo voto son necesarias todas las mentes individuales, conscientes y democráticas posibles, junto a sus votos. El voto individual es fundamental para la inteligencia colectiva tratada con democracia, y la diversidad entre tantas individualidades irrepetibles es natural, debe fluir hacia el voto democrático. Y creo que la gente democrática es capaz de llevar a una sola persona a lo más alto en responsabilidad, pero necesita que esa mujer u hombre confíe plenamente en la gente democrática. Por esta nueva democracia donde los líderes son para ayudar a sumar y no "en vez de". Por todo esto apoyo abiertamente al modelo organizativo llamado "Sumando Podemos", antes y ante el modelo organizativo presentado por Pablo Iglesias y su equipo llamado "Claro que se puede". Votaré por "Sumando Podemos". Gracias.


Pd: Unos enlaces interesantes al respecto:

"¿Podemos se rompe?", por Teresa Rodríguez, 24/10/14.

Comunicado SUMANDO PODEMOS ante el reglamento de votación de los documentos.

Sumando Podemos” Vs “Claro Que Podemos”: diferencias claves.

Las cuatro grandes diferencias entre las propuestas de Iglesias y Echenique para Podemos

Una meditación sobre Podemos, el sorteo y las anacronías

Las cuatro lecciones que Carolina Bescansa debería aprender sobre el sorteo

Carta abierta de un ciudadano municipal a Escribas Podemos

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