Es curioso, cuando releo algunos blogs donde participé, cómo desde inicios de año se estaba vaticinando y fraguando el extraordinario cambio en nuestra sociedad española. Como ejemplo este primer blog donde vi la reseña del libro “Indignaos”. Blog del periodista Carlos del Amor y titulado “Historias Mínimas”: http://blog.rtve.es/carlosdelamor/2011/02/indignaos.html
Carlos del Amor
¡Indignaos!
25 feb 2011 | Enlace permanente | 183 Comentarios
Estos días ha llegado a mis manos el libro "¡Indignaos!" (Indignez Vous!) de Stépahne Hessel, un tipo de 93 años, héroe de la resistencia francesa que en apenas 30 páginas pide a la gente que se indigne. Que lo haga con educación, con moral, con principios, sin violencia, pero que se indigne. Pide remover conciencias, que sobre todo los jóvenes mostremos (o muestren, que uno ya no es tan joven) inquietudes.
Quizá su petición la han escuchado en algún que otro país...como vemos últimamente. El País de las Historias Mínimas se hace eco, y quiere que sus habitantes nos cuenten sus indignaciones. Pueden ser pequeñas, grandes, medianas...
PD: por cierto el escritor, el sabio, José Luis Sampedro es el prologuista de la edición española del libro. También tiene 93 años. Un día Sampedro me dijo que él practicaba la "gimnasia de la libertad", que consiste en poder decir no, en ser rebelde con pequeños detalles. Él llegaba por sistema unos minutos tarde a trabajar, llegaba a la hora, pero se sentaba en el parque de enfrente de su oficina un ratito. Un día le vio su jefe y le preguntó que qué hacía, y él respondió, ejercito mi libertad. El jefe se sentó con él a practicarla.
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Como suelo participar en este blog contesté rápido (aunque espero que no con prisas). Y ahora, mediados de agosto de 2011, al releerme, retocaría algo, pero lo acepto tal y como lo escribí:
ciudadanoNick dijo
Gracias Carlos, compañeros/as, me sumo gratamente a este estado ideal de la indignación para señalar lo más indigno a nuestros pareceres. Pero sintetizar mi mayor indignación en un mensaje corto no es posible para un mediano como yo. Sin embargo puedo aportarla con un extenso mensaje o con una mínima enciclopedia de mínimas historias. Comienzo. En mi adolescencia y principios de mi juventud yo tenía muchas indignaciones referente a España y/o al mundo. Pero de tanto pensar, más que por inteligencia notable, llegué, casi de casualidad, a concentrar tanto mi indignación que hallé a los padres de muchos problemas de España y de la Humanidad. Son dos, el padre y la madre de mi indignación:
Padre: No existe marco común entre los humanos libres.
Madre: No existe la inteligencia colectiva pública.
Antes de sintetizar a estos "padres de mi indignación" necesario decir que sus posibles soluciones (padre y madre de la Solución) representaría también la solución de muchos otros problemas como el Hambre y las faltas de libertades en muchos pueblos interiores de la Humanidad. Y España sería más inteligente. Son pues los padres de los grandes problemas del mundo creados por los propios humanos a los que dirijo mi indignación. Solucionando a los "padres" de los problemas graves y mundiales todo quedará más fácil para solucionar a los "hijos".
Padre: No existe marco común entre los humanos libres.
Madre: No existe la inteligencia colectiva pública.
Antes de sintetizar a estos "padres de mi indignación" necesario decir que sus posibles soluciones (padre y madre de la Solución) representaría también la solución de muchos otros problemas como el Hambre y las faltas de libertades en muchos pueblos interiores de la Humanidad. Y España sería más inteligente. Son pues los padres de los grandes problemas del mundo creados por los propios humanos a los que dirijo mi indignación. Solucionando a los "padres" de los problemas graves y mundiales todo quedará más fácil para solucionar a los "hijos".
26 feb 2011
ciudadanoNick dijo
Padre
Me indigno porque las libertades democráticas han costado mucho a todos los pueblos que la disfrutan y, sin embargo, no existe un marco común donde todos los humanos libres puedan interactuar democráticamente en urnas con votos mundiales. Sin ir más lejos, la libertad democrática de los españoles nos costó una Guerra de la Independencia (allí nació la actual España, hoy ya muy crecida y evolucionada) y la invasión del último ejército de la época absolutista, una despiadada fuerza militar llamada los "Cien Mil Hijos de San Luis" que metió a España en los furgones de cola de Europa hasta finales del siglo XX.
Además durante la tercera década de este siglo XX un país democrático fue entregado a un dictador por desidia del resto de los países democráticos, España. Bien es cierto que la coyuntura entre dictadores de extrema derecha (Hitler y Musolini) y el poderoso totalitarismo de izquierdas (Stalin) dejó confuso al mundo de la diplomacia y de las relaciones internacionales. Pero el abandono de un país democrático por parte del resto de los países democráticos como EEUU, Gran Bretaña o Francia, fue el primer y claro referente de la falta o ausencia de un marco fundamental, no sólo ya entre los humanos libres, sino también entre los países con libertades democráticas.
Por ello la admiración de mi encuentro casi causal cuando descubrí que no era necesario una soberanía mundial o un sólo país democrático cubriendo todo el mundo. Que va, todo lo contrario y dejando tal y como está el actual reparto de los Estados de Derecho de las naciones democráticas, es posible construir votos mundiales entre los humanos libres. Y esos escrutinios mundiales, versen de lo que versen, sobre todo sin vinculación a poder público alguno, simplemente como votos de opinión de los humanos libres, puede cambiar al mundo a mejor. No tengo la más mínima duda y ante esta tremenda lógica (que ya existen en ensayos y libros escrita) me indigno con el conjunto de los humanos libres (incluido yo) por lo tonto que somos en nuestro conjunto general o mundial. Debemos convocar voto humano para un mismo escrutinio mundial cuanto antes para señalizar exactamente nuestro espacio vital.
Me indigno porque las libertades democráticas han costado mucho a todos los pueblos que la disfrutan y, sin embargo, no existe un marco común donde todos los humanos libres puedan interactuar democráticamente en urnas con votos mundiales. Sin ir más lejos, la libertad democrática de los españoles nos costó una Guerra de la Independencia (allí nació la actual España, hoy ya muy crecida y evolucionada) y la invasión del último ejército de la época absolutista, una despiadada fuerza militar llamada los "Cien Mil Hijos de San Luis" que metió a España en los furgones de cola de Europa hasta finales del siglo XX.
Además durante la tercera década de este siglo XX un país democrático fue entregado a un dictador por desidia del resto de los países democráticos, España. Bien es cierto que la coyuntura entre dictadores de extrema derecha (Hitler y Musolini) y el poderoso totalitarismo de izquierdas (Stalin) dejó confuso al mundo de la diplomacia y de las relaciones internacionales. Pero el abandono de un país democrático por parte del resto de los países democráticos como EEUU, Gran Bretaña o Francia, fue el primer y claro referente de la falta o ausencia de un marco fundamental, no sólo ya entre los humanos libres, sino también entre los países con libertades democráticas.
Por ello la admiración de mi encuentro casi causal cuando descubrí que no era necesario una soberanía mundial o un sólo país democrático cubriendo todo el mundo. Que va, todo lo contrario y dejando tal y como está el actual reparto de los Estados de Derecho de las naciones democráticas, es posible construir votos mundiales entre los humanos libres. Y esos escrutinios mundiales, versen de lo que versen, sobre todo sin vinculación a poder público alguno, simplemente como votos de opinión de los humanos libres, puede cambiar al mundo a mejor. No tengo la más mínima duda y ante esta tremenda lógica (que ya existen en ensayos y libros escrita) me indigno con el conjunto de los humanos libres (incluido yo) por lo tonto que somos en nuestro conjunto general o mundial. Debemos convocar voto humano para un mismo escrutinio mundial cuanto antes para señalizar exactamente nuestro espacio vital.
26 feb 2011
ciudadanoNick dijo
Madre
Una vez tenga voz la Humanidad libre podemos conocerla (auto conocernos). Imaginemos a una persona nueva a la que podemos preguntarle lo que queramos y someter a escrutinio su opinión: ¿qué le preguntaríamos?. Pues esa misma respuesta, ese inmenso listado de preguntas, podemos hacérsela a la Humanidad Libre. No sólo lo que opina La Humanidad Libre (muchas mayorías y muchas minorías porque serían muchos los temas consultados), sino también lo que opinan los especialistas humanos en todos los campos del conocimiento. Estaríamos, nada más y nada menos, que ante la inteligencia colectiva de la Humanidad, más aún, ante su propia consciencia, una personalidad colectiva siendo consciente de sus riesgos y desafíos, de sus problemas y soluciones.
Así esta falta de evolución democrática, donde la Democracia queda estanca en su vinculación a poderes públicos, que impide surjan las inteligencias colectivas entre las diferentes ciudadanías democráticas y, sobre todo, entre los humanos libres y mundiales que también contienen dichas soberanías democráticas, me indigno enormemente. Más aún ante aquello que lo impide: un marco fundamental de voto y consulta entre los humanos libres.
Bueno, ahora que releo estos mini mensajes, creo que al final me ha salido una síntesis del libro La Ciudadanía Humana. Ensayo donde creo queda claro que al “Padre de mi indignación” se puede solucionar con Democracia de Opinión entre los humanos libres y a la “Madre de mi indignación” se soluciona con la Democracia de los Conocimientos... Bueno, acabo ya. Si es que la cabra tira pal monte...
;-)
Una vez tenga voz la Humanidad libre podemos conocerla (auto conocernos). Imaginemos a una persona nueva a la que podemos preguntarle lo que queramos y someter a escrutinio su opinión: ¿qué le preguntaríamos?. Pues esa misma respuesta, ese inmenso listado de preguntas, podemos hacérsela a la Humanidad Libre. No sólo lo que opina La Humanidad Libre (muchas mayorías y muchas minorías porque serían muchos los temas consultados), sino también lo que opinan los especialistas humanos en todos los campos del conocimiento. Estaríamos, nada más y nada menos, que ante la inteligencia colectiva de la Humanidad, más aún, ante su propia consciencia, una personalidad colectiva siendo consciente de sus riesgos y desafíos, de sus problemas y soluciones.
Así esta falta de evolución democrática, donde la Democracia queda estanca en su vinculación a poderes públicos, que impide surjan las inteligencias colectivas entre las diferentes ciudadanías democráticas y, sobre todo, entre los humanos libres y mundiales que también contienen dichas soberanías democráticas, me indigno enormemente. Más aún ante aquello que lo impide: un marco fundamental de voto y consulta entre los humanos libres.
Bueno, ahora que releo estos mini mensajes, creo que al final me ha salido una síntesis del libro La Ciudadanía Humana. Ensayo donde creo queda claro que al “Padre de mi indignación” se puede solucionar con Democracia de Opinión entre los humanos libres y a la “Madre de mi indignación” se soluciona con la Democracia de los Conocimientos... Bueno, acabo ya. Si es que la cabra tira pal monte...
;-)
26 feb 2011
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Link del libro “El Ciudadano Humano”:
;-)
Estoy impresionada. Esas ideas ya son previas al 15m y lo que significa este movimiento... sin embargo... son la base del mismo. Seguro que en el momento que las escriste sonaban utópicas ¡y míranos ahora!
ResponderEliminarSe me ocurren mil cosas que decir, pero es mucho más fácil agradecerte que compartas esto con el mundo. Un beso
Muchas gracias. Más que compartir con el mundo, somos el mundo. Cuando cualquiera de nosotros piensa para el bien del mundo: está pensando el muundo. ;-)
ResponderEliminarEl Albumcito hablador