He
asistido a una asamblea, la primera o constituyente, del partido
político “Podemos Benalmádena”. Nunca he estado inscrito
en partido político o sindicato, aunque presidí una asociación de
vecinos de barrio y dirigí una revista social y local llamada
“Voluntad”. Pero eso es historia, o lo era, me alejé de
la “vida pública” de Benalmádena, de hecho me fui a Canarias.
Ahora he sentido algo especial en dicha asamblea, me sentí parte de
ciudadanos/as y, aunque a la mayoría desconocía, sentí algo común
y poderoso en todos, un círculo de dignidad ciudadana ante
Benalmádena, dispuesto a hacer las cosas mejor y a recuperar o
articular una sociedad digna y democrática.
Asamblea Constituyente de Podemos Benalmádena. Fuente Facebook. |
Pasé la primera década del siglo XXI como un ciudadano anónimo que trabajaba (y ganaba más que suficiente) y poco más, en resumen estaba algo satisfecho con mi vida (y la de mi municipio). Así llegó la Gran Estafa (Crisis) y me quedé en paro mientras veía que España se derrumbaba ante mí, primero económicamente, después social y políticamente. Admito que personalmente no fue todo malo, al menos tuve más tiempo libre y volví de lleno a mis aficiones (me gusta escribir, por ejemplo). Mientras el país seguía derrumbándose hasta llegar a millones de conciudadanos sin ingresos, condenados a la pobreza indigna o a la caridad familiar y/o pública. Creciendo y creciente la escasez en la Sanidad, Educación y Servicios Sociales, comencé a sentir incomodidad ante mi conciencia pública y me llevó a sentir impotencia... dolor. Hasta que llegó el quince de mayo del año dos mil once, entonces percibí al espíritu ciudadano alzarse contra la creciente injusticia social, Y ese sentimiento común, que tiene vía libre en las conciencias o corazones de los dignos (o de casi todos cuando estamos o somos dignos), desató mi conciencia crítica.
Vi,
pensé y sentí este sentimiento o cualidad colectiva de la
ciudadanía manifestarse por las calles y redes sociales. Sin
partidos políticos de por medio, exigiendo dignidad social
directamente al Bipartidismo que se impone, nos gobierna y
legisla. Esta aparición espontánea del alma ciudadana fue un
éxito que me motivó, como una gran demostración de existencia de
la gente buena. En definitiva soy un ciudadano indignado y demócrata,
llego a todas las partes donde llega la democracia. El que acepta las
reglas democráticas, llámese socialista, liberal, conservador,
comunista, ecologista, animalista o de otra opción o partido, puede
sentarse a mi lado en todo círculo común que exprese la voz y el
voto de los reunidos como país. Cualquier ciudadano demócrata
indignado con el actual gobierno y sus medidas indignas, y esté a
favor de la participación ciudadana en las administraciones y
legislaciones públicas, puede llamarme compañero. No entiendo mucho
de ideologías, sólo quiero democracia, más bien mejorar esta
democracia soberana ante la tremenda derrota social recibida. Por eso
me manifesté por las calles y colaboré y colaboro como puedo en las
RRSS (redes sociales). Y ahora he asistido a la primera reunión
local de un nuevo partido político, una nueva manera de hacer
política democrática, donde deseo participar.
Asamblea Constituyente de Podemos Benalmádena. Vía Facebook. |
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