Quiero agradecer
personalmente, utilizando la poca literatura de la que dispongo, a
varios centros de salud y a muchas personas que en ellos he conocido
y tratado. La literatura, entre otros conceptos, me hace más libre
para poder acceder a mis sentimientos y a mi corazón. Y la cosa va
de corazón, de sus dos vías, la coronaria y la sentimental. Unos
corazones latiendo al lado de otros, donde unos pocos cuidan o sanan
a muchos otros; a esos pocos.
Todos tenemos un corazón así... más o menos. |
Noche
del diez de julio de 2014, sobre las dos de la madrugada.
Siento una sensación
amarga en la parte central del pecho. Pienso que algo me sentó mal
en la cena y serían gases que en un momento u otro soltaría en
forma de eructo. De repente se produce un fuerte ruido, como el de un
cuerpo cayendo desplomado al suelo, al instante oigo una voz femenina
pronunciar mi nombre, reclamando mi presencia. Es mi madre desde el
dormitorio de al lado, que al levantarse para ir al baño ha
resbalado y caído al piso. Raudo acudo y la ayudo a incorporarse,
tras comprobar que no se ha roto nada ni golpeado fuertemente, la
acompaño al servicio y se vuelve a acostar. Mientras mi sensación
molesta en el pecho se convierte en dolor. Comienzo a sudar mucho en
la parte trasera de la cabeza. Siento como si algo en mi pecho se
estrechara junto a una sensación amarga, estoy a punto de llamar a
urgencias. Abro dos ventanas, me acerco a una de ellas y algo de
fresco me llega. Comienzo a hacer ejercicios de respiración que
aprendí hace tiempo. Va pasando, me tiendo en un sillón y después
cuando el sueño me vence me acuesto, no sin ciertas molestias.
Consigo dormir y ver amanecer.
Ese día siguiente se lo
comento a mi hermana y me dice que igual ese dolor fue por levantar a
mi madre del suelo, que hice un esfuerzo extraño y me repercutió en
el pecho (callé que ya tenía el síntoma antes de que cayera
nuestra madre y yo la recogiera). Además mi hermana me pasa unas
pastillas por si me vuelve a ocurrir para ponerlas debajo de la
lengua (tiene acceso a esas pastillas porque nuestra madre es enferma
cardíaca), y me insistió que habría que ir al médico. Le digo que
sí, que a la tarde iremos a algún médico, que en aquel momento
estaba bien y no me dolía nada. Dos horas después volvió el dolor
y esta vez de manera más acelerada, cuando alcanzó un límite casi
insoportable busqué el frasquito de las pastillas y me puse una
debajo de la lengua, casi al instante el dolor desapareció, como un
milagro. Pero, si aquellas pastillas eran para frenar los ataques
cardíacos, obviamente a mi corazón le pasaba algo... y no era bueno. Con esta terrible sospecha acudo con mi hermana a un centro de salud.
Allí me extraen sangre, la analizan y rápidamente en una ambulancia
me envian a urgencias del Hospital Clínico Universitario de Málaga.
Me ingresan en Observación y después en la UCI, al día siguiente
me hacen un cateterismo urgente. Evoluciono bien y me envían “a
planta”. Dos días pasan y me dan el alta.
Y desde esta “alta”
nueva vida quiero agradecer a:
Hospital de Alta
Resolución (Chare) de Benalmádena (y a la doctora de guardia
durante la tarde/noche, o sobre las 21 horas del 10 de julio, también
a la enfermera Patricia y a un enfermero que no recuerdo el nombre)
Localización del CHARE de Benalmádena |
Hospital Clínico
Universitario de Málaga
A Observación y a
la doctora que me trasladó a la UCI.
A UCI. A la
doctora Carmen Reina, a los enfermeros Juanmi, Pepe, Javier, Belén...
A la Unidad de
Cateterismo, doctores Nieto González y Spasova Tsvetelina.
A la Unidad de
Cardiología, doctores Robles Mezcua y Morcillo Hidalgo.
A la Planta Quinta,
a todas sus enfermeras.
A Andrés, mi
compañero de habitación que todavía sigue ingresado.
Hospital Clínico Universitario Virgen de la Victoria |
A mi tita Ángeles que sigue allí ingresada y a sus familiares más cercanos (todo mi apoyo).
A todos mis familiares y amigos que fueron a verme y a los que desearon que volviese.
A todos mis familiares y amigos que fueron a verme y a los que desearon que volviese.
Todos los nombrados, y
algunos que dejo en el “tintero”, como los de la ambulancia del
Samur, todos ellos me convirtieron en un paciente afortunado. Tuve
buena suerte, pensaría cualquiera; yo, ya, no lo veo así, en mi
“nueva” vida veo que tuve buena gente. Gracias.
.,.,.,.,.,.,.,
Pd:
Por supuesto iré en otoño a los cursos que me han invitado para
jóvenes enfermos cardíacos. Y que te digan eso de “joven”
estando entre los 40/50 tiene su estímulo. ¿Qué digo 50 como
tope?, en realidad no sé el tope, o no hay tope y todos los enfermos
cardíacos pueden ser jóvenes.
Pd2:
¿Que cuál fue mi diagnóstico?, pues me diagnosticaron más vida.
¿Y el tratamiento?, pues verla de otra manera. No es lo que dejas,
es lo que haces. Algo así...
Pd3:
Dicen que el ICP con stent farmacoactivo que me instalaron en
la arteria no pita en los arcos de seguridad, pero yo lo estoy
pirateando para que al menos avise cuando esté cercano un buen
corazón.
;-)
Practicando un cateterismo |
,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.
Nota añadida el tres de agosto de 2014:
No sólo es curiosa la vida, sino que a veces tiene su toque de humor e incluso irónico. Resulta que soy escritor (de los malillos, claro) y todos los días escribo algo en mi ordenador, en mi portátil, en la tablet o en alguna libreta. Y ayer revisando mi portátil encontré texto que escribí el nueve de julio (un día antes que me diera el infarto agudo de miocardio), y no sé... He sentido como si yo fuera algo "vidente" (de los malillos, claro, porque en su momento no me enteré del mensaje) y al releer dicho texto me he sorprendido. Recuerdo, o más bien deduzco, que experimentaba (creo que se dice "hacía borradores") con diálogos cómicos, irónicos o con sarcasmos entre dos personajes nuevos, Gino y Joni. En circunstancias normales este texto habría ido a engrosar las cientos de ideas que tengo por ahí inacabadas y archivadas digital o manualmente, (bueno, algunas no tengo ni idea de dónde están, pero dentro de la casa o de sus computadoras: están, buscando se encuentran ;-).
Podría parecer que soy creador, inventor, pensador o escritor, pero nada más lejos de la realidad, ni con imaginación bien afilada he podido atisbar o divisar a un "padrino" o mecenas, jajaja. Encima a mí trabajar mucho no me gusta, me gusta trabajar en lo que me gusta y sin obsesionarme (soy algo friki). Por otro lado me da igual ser famoso o no, con ir colando por lo bajini las ideas o conceptos que quiero transmitir: me conformo. Soy raro, qué vamos a hacer, pero siempre intento no soltar las riendas de la lógica, en el fondo soy un racional tremendo. Por ello un tipo como yo, cuando la vida le hace un guiño de "videncia", lo agradezco mucho. Porque aún siendo agnóstico tengo tendencias deístas... cosas de la Evolución, cada vez que profundizo en Ella hallo rastros de fundamentos inteligentes. Por ejemplo el mismo corazón, que sin existir apareció y existe en la Evolución, ha sido creado, siendo un sofisticado e inteligente motor de riego. Si los ordenadores o computadoras lo tuvieran no necesitarían baterías, o estar enchufados a la red eléctrica. Así la inteligencia digital, incluso la cuántica, están todavía muy lejos de la inteligencia bioquímica o microscópica de la vida en la Tierra, y un simple corazón animal sirve para mostrarlo.
Huy, que me enrollo. Al grano. El pasado nueve de julio mi corazón ayudó a escribir el siguiente texto, y a ver si puedo colarlo por lo bajini en este post de hace casi un mes. Al día siguiente de escribir el siguiente texto de ficción sufrí un ataque al corazón demasiado real. ¿Fue casualidad, presagio o videncia no explicada por la ciencia?:
Conversaciones
entre Gino y Joni
-Si
te mueres estás muerto, Joni, no le des más vueltas.
-Pero
si estoy muerto: ¡estoy!, ¿no?
-Estás,
pero en el recuerdo o mente de otros.
-¿Y?
-Que
cuando se mueran esos otros ya no estarás muerto, simplemente no
estarás.
-Pero
esos otros que me recuerdan estarán en el recuerdo de otros, y de
alguna manera seguiré estando yo.
-¿Teoría
del muerto inmortal?
-Jajaja...
de omnipresencia difunta más bien.
-Igual
estamos existiendo en el "matrix" de alguien que nos recuerda.
-Puede
ser, ahora mismo estoy recordando haber vivido este momento.
-¿Un deja vú?, ¿y cómo lo sabes?
-Porque este momento, inmediatamente anterior a cuando te dispones a pedir y pagar la penúltima ronda, lo he vivido antes.
-Jajaja.
-Jajaja.
-¡Camarero!
.,.,.,.,.
-¿Tienes
hora?, Joni.
-El
tiempo no se puede tener, Gino.
-Ya
empezamos...
-Es
cierto, puedes contemplar cómo pasa el tiempo, pero no tenerlo.
-Vale,
¿qué tiempo de este día estamos contemplando ahora mismo?
-Contemplamos
las 20:30.
-Buena
hora para haber dado con la pregunta exacta para saber la hora.
-Búrlate, pero dicen
que la inteligencia artificial razonará así.
-Ya, y tú la estás interpretando para empatizarla mejor.
-¡Jó!,
Gino, tu inteligencia natural ha acertado de pleno.
-Me
lo temía. Estás en modo inteligencia artificial.
-Más
bien en clases de interpretación.
-Ya,
un actor cómico haciendo de robot, ¿dónde tienes las lucecitas que
parpadean?
-Jajaja...
Pagas tú la siguiente ronda, te lo has ganado por gracioso.
-No,
prefiero perder, págala tú.
-No
puedo, las inteligencias artificiales no tenemos dinero.
-Qué
me vas a decir, me consta que costáis un pastón.
-Jajaja.
-Jajaja.
-¡Camarero!
.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.
No hay comentarios:
Publicar un comentario