lunes, 30 de julio de 2012

La Charla (relato breve)

La Charla

Intelectual, elegante y sexy, así de mezclada la vi sentada en aquella agradable terraza al aire libre. Se levantó y nos besamos como amigos. Me parecía increíble, la mujer más atractiva que había conocido hasta entonces, algo inalcanzable para mí, allí estaba, diciéndome...


- Bueno, ¿lo has pensado bien?.
- Sí, tomaré café con leche -improvisé en tono burlón-.
- Jajaja.
- Jajaja.


Ambos reímos, buena señal, y ello me tranquilizó bastante, pues creo que llegué unos minutos tardes. Ya sentado miré el reloj de mano que precisamente estrenaba en aquella ocasión, pero antes de poder excusarme por si había llegado algo tarde, ella dijo:

- ¿Sabes qué me recuerda tu nuevo reloj?.

Nuevo, dijo ¡“nuevo”!. ¿Cómo lo sabía?, sólo habiéndome observado bien durante días anteriores en la universidad podría sospecharlo, pero no afirmarlo... Me “derretía” por dentro mientras sólo acerté a responder un breve “no”.

- Pues me recuerda que gracias a la Antigua Sumeria existen las matemáticas sexagenales midiendo el tiempo, donde minutos y horas terminan en la medida número sesenta.


- Sumeria, qué buena entrada para el tema que nos ocupa, el lugar donde se fraguó la primera gran civilización conocida que accedió o inventó la escritura.

- Sí, porque quizás, o además, porque es la única que ha propiciado más literatura, ensayo y ficción sobre la visita de seres alienígenas.

- Cierto, por ello, antes de meternos de lleno en la charla, me gustaría preguntarte, ¿por qué te gusta este tema siendo experta en ciencias tan racionales como al astrofísica?.

- ¿Qué asignatura te imparto en la Universidad? -preguntó ella sin aparente conexión-.

- Exoplanetas y Exobiología -dije automáticamente-.

- Pues la mitología sumeria es la primera en nombrar uno, un planeta solitario que cada 3600 años volvía a pasar ante el Sol.

- ¡Es verdad!, ¿cómo no lo asocié antes?. Ese planeta se llama Niburu y precisamente de ahí, relata la mitología sumeria, son los anunnaki, los alienígenas llegados a la Tierra y con una cultura tecnocientífica muy superior a los homínidos de aquel tiempo. Y que, aseguran algunos que interpretan esa mitología, aquellos alienígenas superiores dominaron y explotaron a la naciente Humanidad.

- Exacto, pero la cuestión inicial es: ¿crees tú en ello?

- Ni creo ni dejo de creer, pero esa mitología es muy útil para plantear el tema. Y sobre todo para lanzar una investigación basada en pruebas lógicas pero dirigida por la intuición. Por ejemplo, de haber existido los anunnaki, al menos yo, no los imagino tan crueles y explotadores.

- Vaya, eso es interesante, y ¿por qué no?.

- Es difícil de explicar.

- Inténtalo, hay tiempo, todavía no nos ha llegado los cafés, creo que están en la barra a punto de salir.


- Pues... Tomo como base empírica la civilización más avanzada que se conoce, la Humanidad actual, para demostrar que la evolución de los conocimientos tecnocientíficos conlleva un progreso ético entre cualquier tipo de vida o especie que alcance desarrollo cerebral propicio para una mente cognitiva.

- Parece cierto, pero en la Humanidad actual podríamos encontrar todavía esclavos, y que son niños trabajando en minas africanas. Aunque progrese la humanidad también lo hace la crueldad.

- Así es, pero hablo de una ética oficial, bien reflejada en las leyes públicas, donde no sólo no existen esclavos, además se debe perseguir si existen. Hablo de tribunales públicos donde puedes ir y denunciar, y de prensa libre que pueda informarlo

- Sí, oficialmente sí. Van de alguna manera parejos el conocimiento y la ética general.

- Y en la práctica, por ejemplo hay personas cumpliendo condena en las cárceles por maltratar o torturar perros o gatos. Aunque la crueldad se mantenga y muchas veces aflore entre los humanos menos insensibles ante la vida de terceros, también es muy cierto que la mente humana ha evolucionado éticamente mucho.

- Entonces, si hubieran existido los anunnaki y se hubieran producido explotaciones crueles hacia los humanos, ¿hubiera sido en contra de sus propias leyes?, ¿serían sólo excepciones producidas por delincuentes anunnakis?.

- Podría ser. Aunque tampoco quiere decir que los anunnakis, muy superiores en tecnociencia, trataran de iguales a los humanos de aquel tiempo, prácticamente a animales que comenzaban un acelerón evolutivo. Intencionado por terceros o producto del azar, pero la aceleración se produjo.

- Entonces eres partícipe que la norma en el contacto entre dos especies muy distanciadas siempre conlleva un código ético digno hacia la especie más atrasada. Así que ya podemos responder a la gran respuesta que nos ha traído a esta cita, ¿qué haría la especie superior si tuviera que abandonar a la especie inferior porque vuelves para siempre a tu planeta de origen?.

- Un gran dilema ético, porque los sumerios tenían esclavos, entonces ¿cómo tratar a una civilización tan atrasada que aún tenían esclavos oficialmente?. ¿Esto otorga licencia para engañar la especie superior a la inferior y contarle un cuento sobre el origen de la Vida, o de ellos mismos y su planeta?.

- ¿Entonces el exoplaneta de los sumerios sería una invención?.

- No necesariamente -dije sonriendo, ya que ella es una experta en exoplanetas-.

- No, no me importaría, sólo que agranda las posibilidades de la verdad que en realidad se produjo en esos años oscuros de nuestra prehistoria.

- No sólo de la Prehistoria.

- Vaya, eso suena interesante, mientras doy los primeros sorbos a este café recién llegado.


Un camarero bastante amable acababa de servir los cafés, y mientras echaba el azúcar solté una de mis hipótesis más atrevidas, esperando que en el fondo entusiasmara a mi querida profesora.

- ¿Sabes cuánto duraron los dinosaurios dominando la cúspide evolutiva animal?, ciento sesenta millones de años. ¿Sabes cuánto tiempo llevamos los mamíferos dominando el mundo animal?. Pues o aunque nuestro antepasado común se remonta al Triásico, no fue hasta la caída de los dinosaurios, hace 65 millones de años, cuando empezamos a dominar la cúspide animal de la Evolución. Entonces ¿porque los mamíferos en sólo 65 millones de años ya tenemos una especie muy avanzada tecnocientíficamente y los dinosaurios no tuvieron ninguna en 160 millones de años de evolución?. ¿No hubo ningún cerebro de dinosaurio (o reptiliano) capaz de albergar una mente cognitiva?.

- ¡Qué interesante!.

- Dijo ella mientras yo sentía que sí, que se estaba entusiasmando. Me sentía bien y confiado con ella. Podía tocar muchos temas con aquella mujer y en muchos estaría ella por encima de la altura. Lo único raro era mi café en aquella afamada cafetería donde servían las tazas con dibujos en la espuma,. pues al remover el azúcar quedó un dibujo ¡de los astros del cielo!.


- Sí, es una posibilidad para explicar a una civilización reptiliana que no fuera alienígena. O también alienígena, porque tiempo hubo para que nacieran en la Tierra, evolucionaran en este planeta y después se marcharan para volver millones de años después.

- Sí, el abanico de posibilidades es enorme.

- Pero en esta posibilidad hay un detalle apasionante para mí.

- ¿Qué detalle?.

- Pues cuando una civilización de un planeta visita a otro planeta que alberga evolución o vida, nunca es igual o mejor la vida allí que en el planeta madre. Porque no hay dos planetas iguales, es muy difícil o casi imposible que los haya por medio natural. El visitante se encontraría siempre con un planeta de mayor o menor masa, o con gases en su atmósfera no iguales a los de su planeta madre. La fuerza de la gravedad sería diferente y eso a la larga daría problema a sus esqueletos evolucionados y adaptados para otras condiciones. Y aunque hay que contar con la adaptación, y más si se cuenta con recursos (por ejemplo trajes de astronauta), nada es igual que sentirse al aire libre en el planeta madre.

- Huy, pareces como si lo hubieras experimentado, ¿no serás extraterrestre?.

Reímos mientras yo afirmaba que no respondería esa pregunta para endulzar con algo de misterio aquel encuentro. Y volvimos a reír.


- Volvamos a la respuesta que nos ha traído aquí.

- En el hipotético caso de una partida para siempre de la civilización superior hacia su planeta de origen, querrían ir todos, entonces ¿cómo de sola quedaría la especie inferior?. Otra prueba más de que no eran malos, porque si ello ocurrió con los hipotéticos anunnaki una cosa es clara: no exterminaron a la especie inferior, la prueba es que estamos vivos y evolucionando.

- Entonces... si fueron o eran buenos desarrollarían una ética para asegurar la supervivencia de la especie inferior que tanto les ayudó en sus propósitos de viaje o estancia terrícola. Pero cómo.

- Hay una manera lógica.

- ¿Cuál?, no termino de verla, pues todos los anunnaki se irían, ninguno querría quedarse.

- Pues hay una, y se llama inteligencia artificial.

- ¿Un robot vigilando y protegiendo a la Humanidad?.

- Bueno, dicho así parece ficción total.

- No, al contrario, parece muy interesante, ¿cómo lo habías pensado?.

- Porque es muy difícil vigilar o proteger a una especie inferior por seres que no fueran inmortales o donde todos quisieran irse a su planeta madre. Podemos encontrar seres que vivan hasta miles de años, pero seres inmortales sería casi imposible. A no ser que tratemos con un ser artificial con capacidad de fabricar y cambiar todas sus piezas, entonces un ser así podría durar mucho tiempo.


- Suena a un dios inmortal fabricado o creado por dioses mortales. Porque así, aún estando negados a la inmortalidad, sus conocimientos podrían ser inmortales y sus personalidades individuales podrían ser recordadas siempre. Suena apasionante.

- Sí, sobre todo a la hora de preguntarse: ¿qué consignas, normas o leyes grabo en este ser artificial, qué órdenes le dejo para él mismo y para la especie inferior que siempre estará protegiendo?. Además de cómo hacer para que ese robot, en su evolución, no se revele contra sus principios o órdenes básicas. Y sobre todo una pregunta que siempre está en las ondas de fondo: ¿es la propia Evolución en la Tierra, ya que posee una programación inteligente en todos sus genes (al menos en la práctica), una forma de “inteligencia artificial” con proyección infinita?.

- ¡Waooo!... ¿Quieres cenar conmigo esta noche?.

Ambos volvimos a reír. Y respondí.

- ¿Me llevarás a una sabrosa comida en un agradable comedor?

- Al mejor, pero lo importante no será la comida o el lugar, sino el secreto que te revelaré durante la cena.

-¡Waooo! -dije yo ahora-. ¡Vamos!.

Y ambas sonrisas alargaron su tiempo, dulce y cómplice silencio...

FIN

Pd: Que si salgo cuerdo y vivo de esta noche, relataré “la Cena”, para un próximo post.

2 comentarios:

  1. Felicidades Nick!!
    Una historia increíble capaz de mezclar relaciones, historia, ética, hipótesis interesantes, astrología... todo en un relato breve.
    Esa duda ante una posible relación, o lo que surja le da un toque de interés, desprende sensualidad, sutileza, belleza pero nos deja ver todo lo demás.
    El fondo, una hipótesis interesante, que por lo menos en mi caso, una de las cosas en que me ha hecho pensar: la ética crece con la evolución y la crueldad también?
    Es necesaria siempre una ética colectiva y una democracia del conocimiento, del saber, que nos permita evolucionar en conjunto no sólo individualmente.
    En definitiva, gratamente sorprendida, deseando conocer como continua.
    Un beso /;-)

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  2. Gracias, Morbihan. Para mí el tema es apasionante, quizás porque sea agnóstico puedo permitirme barajar posibilidades sobre la existencia de alienígenas en el pasado humano. Y la literatura de ficción es un buen recurso para desarrollarlo. He querido mezclarlo (aunque tampoco me he esmerado mucho) con el amor de pareja, más basado en la ética que en la estética. Ambas muy deterioradas en la mayoría de películas que tratan la posible vida alienígena. Es curioso que ese cine dibuje especies alienígenas muy superiores a la humana... menos en cirugía estética, apareciendo monstruos o seres feísimos (jajaja). Y al mismo tiempo aparecen los alienígenas escasos de ética y sólo quieren exterminar a los humanos y colonizar la Tierra. Menos mal que quedan benditas excepciones en el cine cuando tratan la posibilidad alienígena, como la película Contac (de Jodie Foster).
    Besos
    /;-)

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