viernes, 29 de marzo de 2013

El escrache español y la dignidad humana


El escrache español y la dignidad humana

In Política on 29/03/2013 at 13:01

Empatía Primera, con el desahuciado.
Imaginar o ponerse en lugar de un padre o madre de hijos pequeños que son o van a ser desahuciados. Porque con la ayuda de 426 euros que reciben no pueden pagar la hipoteca y, ADEMÁS, con clausulas abusivas demostrables. Pero, el partido político que gobierna, que debería atender la Constitución y a los derechos de los españoles, retrasa (en el mejor de los casos) esa justicia demostrada ya en Europa. Ni siquiera quiere atender debidamente una Iniciativa Legislativa Popular para hacer a los desahucios más justos. Descubriendo con ello, con esta medida de entorpecer a la Justicia, que sólo ganan lo bancos. Desde el desahuciado es “Mientras yo y mi familia me veo o veré en la calle, injustamente y a las expensas de la caridad ajena: ¿no voy a poder gritar ante la casa de un destacado dirigente de ese partido que lo considero un servidor del dinero en vez de serlo de las personas o los ciudadanos, que los hechos así lo demuestran?”. Por supuesto que sí, es más, aunque el escrache se decretara ilegal igual lo haría pues sería el mal menor a la hora de ser ilegal. A eso empujan la clausulas abusivas de los Bancos: a cruzar las líneas rojas de la legalidad, o a ser irracional e incluso suicidarse en los casos más graves... Porque se somete al padre y madre de familia a una bajeza indigna casi insoportable, además injusta. El escrache no nace por motu proprio ni por ganas de fastidiar de los afectados por las hipotecas injustas, nace en las clausulas abusivas y sus leyes. Si las quitamos, si vencemos a los desahucios injustos, habremos vencido al escrache. Mientras tanto... 

lunes, 18 de marzo de 2013

Habemus agnosticum, la posibilidad de Dios


Según la RAE agnosticismo (de agnóstico), es la actitud filosófica que declara inaccesible al entendimiento humano todo conocimiento de lo divino y de lo que trasciende la experiencia. Y deísmo (del lat. Deus, Dei, Dios) es una doctrina que reconoce un dios como autor de la naturaleza, pero sin admitir revelación ni culto externo. Pues bien, yo soy agnóstico con tendencia deísta, pero sobre todo creo en la libertad democrática. ¿Por qué digo esto último?, ¿por qué mezclo cuestiones religiosas con asuntos políticos?. Quizás sea porque, política y religión, nacieron juntas en la noche de los tiempos homínidos. Aunque más probable sea porque si, ante un demócrata como yo, de repente apareciera un Dios, qué pasaría con la Democracia. Claro, esto sólo puede preguntárselo un agnóstico de cualquier tendencia, cuando Dios es sólo una posibilidad. La posibilidad de Dios.



sábado, 2 de marzo de 2013

Rey post


"Los reyes quieren ser absolutos, y desde lejos se les grita que
el mejor medio de serlo es hacerse querer por sus pueblos”.
Rousseau (El Contrato Social, cap. VI).

Sobre la monarquía, y sobre la monarquía española, he escrito en algunos blogs ajenos, pero tenía ya ganas de hacer un post aquí, en El Albumcito Hablador. Un texto o trayecto más de lo que me queda por aprender sobre este tema hoy tan actual. Espero que el post resulte abierto al tiempo y a la participación; palabras, ojalá colectivas, donde yo simplemente abro un nuevo artículo ciudadano. Y tuviera tal suerte, valga la metáfora, que otorgaran el título de rey a este post. Pero dejemos el peso de la metáfora a cargo de la maestra Historia, e iniciemos paseo desde el más remoto pretérito al respecto. La Historia... Bueno, mejor la Prehistoria, donde el rey nació siendo sólo la mitad del gran jefe de la tribu, la otra mitad era su otra identidad de chamán o sacerdote, primera personificación del poder. El rey/sacerdote, una persona con dos jefaturas, o así resultaría después aquel único poder originario de las primeras tribus humanas. El rey/chamán solía ser el adulto más fuerte de la cueva, reuniendo en su persona el poder absoluto de la tribu. Pero el raciocinio no cesó de evolucionar y el poder absoluto se dividió en dos conceptos, política y religión. Posiblemente fuera ya de la cueva se hicieron dos, en plenas ciudades o polis. Dos conceptos y máximos cargos que podían ser llevados a cabo por dos personas diferentes, algo nuevo. El rey y el sumo sacerdote.