martes, 31 de diciembre de 2013

Campanitas

Un minipost para que antes de irse este año 2013 felicitar a todo el mundo y desear un buen año nuevo 2014. Hace pocos años pasé una nochevieja en un hospital acompañando a mi madre (que ahora está a mi lado), desde entonces siempre me acuerdo de la gente que está en un hospital en estas fechas tan señaladas, tanto de los enfermos como de sus acompañantes, a los que especialmente deseo felicitar. También, y aunque no puedan leer esta felicitación por ser tan pobres que no tienen tecnología o energías eléctricas suficientes, desear una mejor supervivencia en 2014 a todos los humanos sometidos a una pobreza indigna; que ojalá al menos alcancen una pobreza digna y conectada a internet en este nuevo año. Intento, como la gran mayoría de humanos, aportar mi granito de arena para que todos podamos vivir un mundo justo. Ojalá alguna generación de las ahora presente pueda hacerlo y decirlo. Y para abrir 2014 una cita de Quevedo:

Uno a uno todos somos mortales, juntos somos eternos.


Y un trocito de tarta antes que se vaya el día. Brindo por vosotros, ¡salud!

;-)

lunes, 23 de diciembre de 2013

Aborto no, sí al aborto


No y sí al aborto voluntario

Este título por sí solo parece contradictorio, pero un buen texto explicativo podría convertirlo en racional. Y esto pretendo con este post. Recurriendo a mi ética, fuente de mi normativa moral, que no es sólo teórica, y a veces he tenido que vivir la ética en primera persona para tomar posición moral, pública o privada. Hay algunos conocimientos éticos empíricos que me ha tocado vivir o experimentar, como en esta cuestión del aborto. Cuando tiro de memoria quizás el primer encuentro práctico con el aborto voluntario fue con una novia noruega que tuve cuando tenía 21 años (y ella 19). Al principio fueron unos meses maravillosos. Recuerdo que solíamos salir con otra pareja, él español como yo y ella galesa (británica). Salíamos mucho en moto, cada pareja en una, y hacíamos rutas por la provincia de Málaga. También frecuentábamos pubs ingleses de la Costa del Sol. Y en uno de ellos pasó por primera vez... al menos para mí, o que yo me diera cuenta, porque en realidad pasó un par de veces antes sin ser yo consciente del hecho. Cuando por primera vez fui consciente fue un día que lo estábamos pasando muy bien en un pub inglés y de repente ella se levantó muy seria, me cogió de la mano y me pidió que nos fuéramos. Así, sin más.

Nos fuimos, pero por supuesto aquello me cortó el rollo y quise indagar, saber el porqué. Sin embargo ella era tajante, quería pasar página, yo no, y tuvimos nuestra primera discusión seria. Después, en la parte silenciosa del enfado quise atar cabos, pero no me salía nada coherente. Recordaba que estábamos los cuatro en la parte interior del pub, donde los sillones y mesas, y no había más clientes. Bueno, en la barra estaba la dueña, dos o tres personas más... ah, y una mujer que entró con un niño chico en un cochecito. Y habíamos comprado unas bolsitas de patatas de varios sabores nuevos y las probábamos dando opinión. Pero aquellas piezas sueltas no me permitían construir un móvil que explicara aquel enfado espontáneo de la entonces mi novia. Mi enfado era serio, mi impotencia conmigo mismo también, y estaba todo muy latente a mi alrededor. Quizás por ello se acercó la amiga galesa y me hizo comprender aquella importante realidad que había vivido. Me dijo la verdad, mi novia, cuando tuvo 15 años, abortó voluntariamente, y a veces cuando veía bebés o niños pequeños recordaba y vivía aquel momento, parece ser bastante traumático, entonces se tenía que ir porque le impedía distraerse con otra cosa o incluso, quizás lo peor, de seguir pasándolo bien.

A mi ex novia noruega no le sentó nada bien que yo conociera su secreto, no que me lo dijera la amiga galesa, sino que no estaba preparada para que su pareja conociera aquella “debilidad” suya aún por superar... O eso creo yo, el caso es que quizás también allí comenzó a trenzarse una ruptura definitiva que a los pocos meses aconteció. Cuando pienso en aquella gran mujer a la que tanto quise (supongo que todavía será una gran mujer o mejor) y escucho comentarios tan frívolos sobre mujeres jóvenes que abortaron, abortan o abortarán en el futuro, me entristezco. Me refiero a esos comentarios malvados que dibujan a las mujeres jóvenes a favor del aborto libre como a personas que de repente piensan, “no me importa quedarme embarazada y matar a un niño”. Por ello he aquí mi primer conocimiento ético, el aborto es una cuestión muy seria para la mujer que decide abortar, es un problema serio. Pero también es muy cierto que podría tratarse de un problema menor cuando tener ese hijo representa un problema mucho mayor. En cualquier caso se necesita mucho valor para tomar la decisión de abortar, incluso sería recomendable calibrar el efecto psicológico y ofrecer ayuda al respecto para después de abortar. Muchas dudas me quedaron de mi novia noruega (que no quería hablar del tema) sobre cuando ella abortó (¿quizás creía que yo estaba en contra del aborto porque mis padres eran cristianos?. Y los padres de ella ¿querían que ella abortara o qué le aconsejaron?, ¿ella quería tenerlo y por las circunstancias y fuertes presiones del entorno “obligaron” a casi una mujer de 15 años a abortar? Muchas dudas quedaron y quedan.

Así mi ética personal topó con las secuelas de un aborto presuntamente voluntario y me hizo tocar el grave problema. ¿Parece un alegato en contra del aborto voluntario?, podría parecer, pero no lo es, porque la solución no es prohibir el aborto voluntario, sino asegurarse que la decisión es psicológicamente responsable, y si no lo fuera o con serias dudas, ofrecer ayuda para tomar la decisión y para después de tomarla. La valoración psicológica, cuanto más joven es la mujer que toma la decisión de abortar, más presente debería de estar. A mí no me preocupó juzgar el aborto voluntario, pensaba y pienso que cada mujer, u hombre, puede hacer con su cuerpo lo que quiera sin que perjudique a terceros, porque son decisiones individuales, particulares o privadas, es responsabilidad única, e intransferible, de la persona que toma la decisión. Mi voto, que por cierto no me ha pedido el Legislativo y eso está muy feo legalmente, es a favor de la legalización del aborto voluntario. Pero mi vida continuó, y si viví, desde fuera, parte de las secuelas de un aborto voluntario, la vida me reservaba las secuelas, desde dentro, de un aborto involuntario.

Años después me casé con una española isleña (de Ibiza). Y al tercer año de matrimonio perdimos un hijo cuando llevaba cinco meses y medio de embarazo. Fue un palo psicológico que no voy a entrar a detallar pero fácil de imaginar si digo que ya teníamos zapatitos y ropita de niño, y más siendo ella primeriza. Por mi parte viví aquellos cinco meses y medio junto a la criatura, le ponía música, ponía la oreja sobre la barriga de la madre... Cada treinta y uno de agosto enciendo una vela en su memoria. Por esta ética forjada a golpes psicológicos, también he de decir empíricamente, que como normativa moral privada, yo nunca abortaría si fuera mujer. Tendría que ser el mal de una fuerza muy mayor para que yo, siendo mujer, abortara. Porque sólo creo en la genética lo suficiente, ni un ápice más, y otorgo al valor psicológico y sentimental de la paternidad o maternidad el peso principal de las mismas. Y deshacerme de un hijo no necesariamente debe conllevar el aborto, también podría deshacerme de él nueve meses después y dejarlo en algún lugar que lo criaran bien. Pero es algo privado que me apetece hacer público en este modesto blog, nada más. Públicamente estoy a favor de legalizar el aborto voluntario. Y el aborto voluntario no lo considero algo bueno o de lo que enorgullecerse, siempre es un mal menor. Atendamos el problema con la cercanía humana o psicológica que merece y restemos protagonismo al Legislativo, porque son o deben ser decisiones personales.

El Legislativo, en este caso de Rajoy, el “príncipe” representante con más poder en España, quiere imponer (anteponer al voto de todos) su dictado e ilegalizar el aborto voluntario. Yo me levanto y digo estar en contra. Es más, podría incluso argumentar a favor de que el aborto voluntario entra dentro de los derechos individuales que ni siquiera las mayorías de turno podrían anular. Hasta ese punto creo que cada persona adulta puede hacer con su cuerpo y su vida lo que quiera bajo su única responsabilidad (sin que haya daño a terceros). ¿Quitarle la vida al feto es un daño a tercero?. No tengo la verdad absoluta y a la presente pienso que quitarle la vida a una mano (en el hipotético supuesto que alguien quisiera cortarse una mano) no es quitarle la vida a una personalidad. Bien es cierto que el destino de un feto, por cauces naturales y sin incidentes, es convertirse en una personalidad, en un tercero. Pero mientras es feto forma parte de una persona, la mujer embarazada, sólo hay una persona, Miro a una mujer recién embarazada y no veo a dos personas, es más, si no me dice que esta embarazada ni siquiera vería el embarazo. Una mujer embarazada es una persona y, en última instancia, cuando cortan su cordón umbilical nace otra persona. Yo quise dibujar a una persona tres meses antes que naciera y enciendo una vela todos los años a una persona imaginaria, una personalidad que no pudo ser, que no es y que no será, pero al mismo tiempo una personalización que he hecho de un embrión con cinco meses y medio, una personita que ni siquiera un hijo real podría borrar. Esto creo, dispuesto a creer mejor, por iniciativa propia o porque alguien se preste a ello. Y ahora, creyendo haber explicado mi postura privada y mi voto público con algo de raciocinio, puedo decir más tranquilo que ante el aborto voluntario; privadamente no, públicamente sí. Quiero libertad para que todos puedan decidir y para mí decidiré que no.
Gracias.

.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,

Anexo: Viñeta escrita al respecto:

Una hija de 17 años le dice a su madre mientras hablan sobre el sexo:
- Mamá tengo miedo a quedarme embarazada al hacerlo con mi novio porque esta nueva ley me impediría abortar si tomara esa decisión.
- No te preocupes hija, la justicia no es igual para todos, esa es una ley sólo para pobres. Nosotros tenemos dinero para pagarte un aborto en el extranjero y tú elegirías el país y la clínica. Queda tranquila.
- Ya... Pero mañana se cumple justo un año cuando el rey dijo que la justicia era igual para todos.
- Ay, hija, todavía te queda mucho por aprender, por ello me pregunto si tendrías la fuerza psicológica suficiente para afrontar un aborto voluntario.
- Sí, me da miedo sólo pensarlo.
Fin

martes, 17 de diciembre de 2013

Memorias públicas de un ciudadano humano, ciudadanoNick.

Memorias públicas
de un ciudadano humano


Parte Primera

He visto cuerpos muertos y he visto cerebros muertos,
pero nunca  he  visto una  mente  muerta”.  FJ Tejada.

Soy uno más de los seres vivos del Universo. Parte de mi tiempo, de mi vida y del concepto de mi persona se lo debo a esta comunidad vital. Me siento en deuda con este máximo colectivo de la Vida y también siento que la voy saldando poco a poco, sabiendo que no completaré ni una décima parte. Porque el Universo y todos los seres que contiene es un gran misterio para mi conciencia racional. Sólo conozco un círculo de vida, más bien una esfera, en este Cosmos misterioso, se llama planeta Tierra. Esta vida planetaria la conocemos como La Evolución. Y aunque el círculo (esfera) astronómico esté cerrado, explorado y conocida la geografía de la superficie terrestre, no así conozco tanto el ciclo de la Vida, o de la evolución planetaria que en él se desarrolla, y todavía está demasiado abierto para mi comprensión. Es como estar ante dos inteligencias supremas, una puede explicar este Universo, la otra puede explicar la vida de o en este planeta, pero no logro entenderlas. Mi inteligencia es insuficiente para conocer estas verdades, soy como un minuto entre las infinitas horas del Tiempo, o como un centímetro en el Espacio interminable... Salvo un detalle, estoy conectado con todo lo que hay detrás de mí o lo que hubo antes de mí, con todos los seres vivos que han existido y existen, y esto mismo puede decirlo cualquiera de estos seres si tuviera la mente racional suficiente.

sábado, 14 de diciembre de 2013

Lecciones democráticas a Zapatero

Hacía tiempo que no sentía urgencia por abrir mi ordenador y empezar a escribir. Provocado al ver este mediodía el programa televisivo “Al rojo vivo” de la Sexta, donde el ex presidente de gobierno, Rodríguez Zapatero, ha sido entrevistado. Y donde por fin le he escuchado hablar sincero sobre la reforma exprés de la Constitución que pactó en 2011 con el líder de la oposición, ahora presidente de gobierno, Mariano Rajoy. Al respecto ha dicho: “No creo en los referendos”, respondiendo a por qué no permitió que la ciudadanía española votara directamente esa reforma de la Constitución. Ello valida aún más mi tesis sobre la Democracia Representativa Radical que padecemos en España. Quedando claro las dos vías principales de la Democracia en la actualidad:

La Democracia Participativa (basada en la participación ciudadana).
La Democracia Representativa Radical (basada en la participación de los representantes).