sábado, 27 de octubre de 2012

La Realidad Imaginaria


Necesito confesar que amo mucho a un ser de género femenino. En la calle la veo, pero me conecto a Twitter y además la leo. Siempre es sincera, incluso cuando aparenta lo que no es, incluso cuando miente. Es más, quiere engañarme, lo sé. Y es verdad que otras veces, en otras calles o entre otros soportes escritos, de video o de audio, se muestra desnuda, impecable, débil y entrañable. La amo, aunque a veces no me ame y me grite su dolor como echándomelo en cara. No sé vivir sin ella, sin saber cómo está, entre qué gentes; y también, saber de sus secretos, incluso, soñar con ellos. Es materialista y economista, orgullosamente capitalista y míseramente pobre, muy juntos sus extremos. Como si una barriada de chabolas estuviera al lado de un club marítimo con embarcaciones de lujo, como una playa paradisíaca al lado de la parte trasera de cualquier ciudad industrial. Así besa y pega, acaricia y muerde, canta, llora, pregunta y responde, mi amada, la Realidad Social. O así está siendo en estos años de crisis o estafa, de conquistas y saqueos. Y ahora en la manifestación en Madrid del 25-S, hoy #27O, o hacia esta nueva Huelga General en este mes que entra, #14N, donde poetisas y poetas quedan invitados a sentir y escribir lo que vean, real o imaginario, entre pancartas y banderas.