miércoles, 3 de agosto de 2016

Humana III

Rotus
Capítulo III
Isabel conduce su coche con buenos reflejos a pesar de la elevada tensión emocional que siente. Por primera vez desde que falleció Javier puede canalizar sus sentimientos hacia un fin concreto y ajeno. Tras la dolorosa experiencia de perder a su cónyuge quedó sin ilusión por nada nuevo, hasta hoy. Donde su mundo de convenciones vuelve a tambalearse, pero esta vez resulta diferente. En esta ocasión la razón y la fantasía se aúnan para intentar trazar un nuevo dibujo de la tremenda realidad que se despliega ante ella. Ahora otras grandes verdades nuevas descubren una existencia demasiado descomunal para su intelecto. Resulta preocupante, en cierta manera muy preocupante, pero ella lo compensa con estas nuevas energías y ganas de vivir que siente, como si renaciera de sus propias cenizas existenciales. Renace dubitativa y se cuestiona si es cosa del destino o de un simple golpe de suerte; “¿debería abrir mi optimismo?”, se pregunta. En cierta manera tiene motivos para sentir hasta entusiasmo, ayer le tocó más de cuarenta millones de euros en la lotería primitiva. Hace unas horas acabó los trámites con el banco, donde ha donado la mitad del premio a sus padres. Ahora puede lanzarse a la aventura y, con estos poderes regeneradores, marcha decidida al encuentro de Nac, el magistrado celeste que juzgará a la Humanidad.

Han quedado en el faro de poniente, lejos del aparcamiento. Mientras camina hacia el lugar Isabel ya distingue a lo lejos la figura solitaria de Nac. Allí está, el Solucionador, el ser que tiene en su juicio exterminar o no a la Humanidad. Por un momento lo identifica como “la amenaza Nac”, la más peligrosa que ha tenido los humanos de todos los tiempos; y retorna el miedo donde sus piernas parecen temblar. Aún así, una poderosa inclinación instintiva a profundizar en la magnífica novedad hace que su miedo desaparezca, e incluso se borre su timidez. Si ella ha de ser la defensora de la Humanidad debe aprender a valorarse más, ganar en autoestima y tener fe en ella misma. Pero sabe tan poco del asunto... Entonces recuerda al autómata que Nac le prometió a modo de sirviente. Pero no ve a nadie más junto a Nac, ¿se habrá arrepentido?. Cada paso la hace más cercana al que se presentó con el nombre de Antonio Villaluz, utilizando el cuerpo de un recién difunto subsahariano con radiante salud y elegantemente vestido. La gorra que luce le otorga un aire marinero, y las gafas de sol junto el reloj refleja riqueza material. A Isabel le recuerda a un simpático millonario nigeriano al que tramitó documentación para su boda. Llega a tres metros de Nac y se detiene, casi instintivamente inclina la cabeza. Nac sonríe y afirma.

_Agradezco tu gesto de respeto, pero no deseo tu sumisión. Más bien necesito que combines tu lealtad a la Humanidad por una independencia cultivada en la objetividad y la lógica hacia el sentido común de esta galaxia.
_No sé qué decir -responde Isabel mientras alza la mirada-.
_Pues sólo tienes un puñado de días para saber qué decirme y fundamentarlo.
_Eso creo... -Isabel parece buscar las palabras correctas-, e intentaré ser tenaz en la búsqueda de la mejor defensa para la Humanidad.
_No seas tenaz, pues hay que temer a la tenacidad por su riesgo de contumacia, porque lleva a mantener errores, algunos mortales a medio plazo. Por ello ante los juicios de la razón no debe mostrarse rebeldía y uno debe comparecer desligado o “destenazado” de fuerzas que impulsen hacia intereses personales, particulares u originados con posibles errores. La razón es un bien común, tanto para un juez del Alto Tribunal de Lactómeda, como para un autómata o para una simple humana. La razón pública es el mayor tesoro que puede tener una civilización o federaciones entre ellas, donde se exponen las ciencias públicas y las tecnologías se someten a las éticas razonadas. En definitiva mi sentencia se basará en la razón, por tanto la mejor defensa no será la tenaz, sino la razonada.

La admiración de Isabel a Nac queda mejor servida.

_Sabias palabras de la que he de aprender como defensora de la Humanidad, quizás por ello deba preguntar dónde será el juicio a la Humanidad.
_En cualquier parte donde me encuentre. Allí os convocaré a ti y a la parte acusadora que elegiré entre los vádoras infiltrados. Entonces abriré una esfera notarial donde se celebrará el juicio y quedará grabado y a disposición directa del Consejo de Lactómeda y de Fuente.
_¿Qué es el Consejo de Lactómeda?,¿qué es una esfera notarial?, ¿cómo son los vádoras infiltrados? -Isabel parece desatar su curiosidad-.
_Sobre lo primero ya te informará el asistente que te asignaré. Y una esfera notarial es como la sala de un tribunal, salvo que es móvil y la puedo abrir donde quiera para que se celebre juicio y quede registrado en el Consejo de Lactómeda. Y los vádoras de la Tierra tienen apariencia humana, no podrías distinguirlos por tus propios medios, pero con tu autómata podrás saber quiénes son.
_¿Dónde está mi autómata? -pregunta Isabel mirando a su alrededor-.
_Antes de conocerlo dime, ¿sabes qué es un autómata?
_¿Un robot?
_En vuestro planeta robot deriva de la palabra "robotnik", con la cual se definía al "esclavo de trabajo". Y para esclavizar es necesario una conciencia a la que someter. Un autómata no tiene conciencia, simplemente es una herramienta.
_Pero dónde está, no lo veo, ¿es invisible?
_Ven, vamos a tomar algo en alguna terraza, que a este cuerpo humano le apetece algún refrigerio, allí te lo presentaré. Y mientras tanto me gustaría que te tomases el tiempo necesario para responderme brevemente a una pregunta sencilla.
_A tu disposición.
_La pregunta es: ¿cuál es la función propia del humano?

Isabel piensa la respuesta mientras camina al lado de Nac. Pero está nerviosa y se siente dubitativa ante la respuesta ideal. Intenta razonamientos con datos recientes. Y al cabo de un minuto, recordando la importancia que dio Nac a algo concreto, responde:

_La razón.
_Bien, es buena respuesta.
_Pero no la mejor, ¿no? Es decir, ¿cuál sería la mejor respuesta a esa pregunta?
_No puedo decírtelo, ya que es una información sensible para las partes del juicio a la Humanidad, y esencial para la parte defensora cuya titular eres tú. Y yo soy el juez, si te diera esa información sería parcial y estaría beneficiando a una de las partes en perjuicio de la otra.

Nac mantiene doble curiosidad en Isabel mientras avanzan caminando a las terrazas de los bares del puerto deportivo. Curiosidad por la respuesta ideal y por conocer a su autómata. Mientras, a setenta kilómetros de allí, en Estepona, Rafael Bernal o Urli, dialoga con los jefes de la policía nacional, todos a sus órdenes, no en vano es un alto jefe de los servicios de inteligencia en misión especial. Están frente a una pantalla de ordenador que muestra una foto. Se trata de un cuerpo sin vida de un varón subsahariano de unos treinta años. Es la foto que días antes tomó el sanitario del cadáver sobre la orilla de la playa que misteriosamente "resucitó" después de certificar el médico su defunción. Destaca en la imagen el pelo a lo rasta que lleva o llevaba el que fue difunto. Rafael ordena:

_Quiero que esta imagen sea tratada y se obtenga una foto de frente y dos de perfil, y que se reparta entre todas las fuerzas de seguridad de la Costa del Sol. Dar con este sujeto es un asunto de seguridad nacional y posiblemente mundial. Así que todos a trabajar como si fuera la vida en ello.

Al mismo tiempo Nac e Isabel se sientan en la terraza de un restaurante de lujo curiosamente llamado “Encuentros”. Frente a ellos muchos yates permanecen atracados a los muelles. La terraza está casi vacía, sólo una mesa a varios metros de ellos está ocupada por cuatro británicos. Son militares destinados en Gibraltar, a unos cien kilómetros, y están en su día de descanso. Han bebido muchas cervezas y hablan en tono elevado salpicado de risas. Se han fijado en la hermosura femenina de Isabel. La abogada se ha sentado curiosa, impresionada y con miedos intermitentes. No en vano está al lado de un extraterrestre muy poderoso, algo inimaginable para ella hasta hace un día y ahora es tan real que da hasta miedo. Por un momento parece que se va a derrumbar, mientras llega el camarero y amablemente pregunta qué desean. Ella alza la vista y, de repente, una sorpresa la rescata del miedo que comenzaba a sentir. Con su voz interior exclama:

_¡Es él!, mi amor... Mi ex amor platónico.

Isabel retira tímidamente la mirada del camarero y recuerda una escena de bastantes años atrás, cuando era estudiante universitaria. Rememora un domingo por la mañana desayunando con sus amigas en una cafetería después de toda una noche de discotecas. Al lado de ellas había una mesa con chicos. Uno de ellos estaba sentado detrás de Isabel y podía oírlo perfectamente. Las espaldas de ambos estaban a pocos centímetros y mientras ella comía churros mojados en chocolate caliente escuchaba atentamente el discurso sobre el significado de la Historia que estaba dando el muchacho. Le gustó lo que decía. Seguramente los chicos de la mesa de al lado habrían estado también toda la noche de marcha y él, sin embargo, estaba hablando de un aspecto fundamental de la carrera universitaria que parecía cursar. Cuando se levantaron para pagar ella pudo observarlo detenidamente. Le gustó, le gustó mucho, pero él se iba y se fue sin mirarla.

Pensó mucho en él los días siguientes y lo convirtió en el protagonista de sus fantasías sentimentales, junto a ella, como una pareja de enamorados. Durante meses lo convirtió en su amor platónico y también anónimo, pues nunca supo su nombre. Tiempo después lo vio salir de la cafetería de la Facultad de Derecho y estuvo a punto de entrarle, pero él montó pronto en un coche que paró para recogerlo y a ella no le dio tiempo. Poco después conoció a Javier y ahí acabó la historia platónica con aquel amado desconocido al que nunca más vio. Y ahora, más de ocho años después, casualidad o destino, está ante ella preguntando qué desea.

_Un zumo de naranja.
_Y a mí póngame un vino dulce -añade Nac-.

El camarero se marcha mirando a la mesa de los británicos que no paran de reír y hablar en tono elevado. Uno de ellos comenta en tono despectivo que “un negro calvo y tan feo no merece una mujer blanca tan bella”. Isabel no atiende la conversación de los británicos porque está pensando en el camarero, pero Nac sabe exactamente lo que expresan, y como le molesta decide echarlos del lugar. Utiliza un método peculiar y cuatro monstruos que sólo pueden ver los militares emergen del agua y saltan sobre el muelle frente a ellos. En un segundo se desata un pánico tremendo entre los británicos y empiezan a correr en sentido contrario, mientras los monstruos van tras ellos. Nadie, excepto los cuatro militares, ve a los monstruos. Los observadores no se explican qué les ha pasado a los cuatro británicos que han tirado sillas y mesas en su precipitada huida. Un camarero, mientras pone en pie las sillas, comenta algo sobre el LSD, como si hubieran consumido alucinógenos. Isabel mira fijamente a Nac intuyendo que él es el responsable y éste comenta:

_Me molestaban y he hecho que vieran monstruos tremendos salir del agua. Pero no tengas miedo -Nac tranquiliza a Isabel-, se lo merecen.

A lo lejos los cuatro británicos siguen corriendo, pero el racista cae y, aunque nadie lo ve, uno de los monstruos llega hasta él mientras grita horrorizado. Después los monstruos desaparecen, al igual que los gritos, pero la piel del racista asustado comienza a tomar un tono diferente. Nac va a transformar el color de su piel hasta que sea del mismo que él lleva sobre el cuerpo subsahariano que escogió para pisar la Tierra. Cree que así aprenderá el valor de las personas de todos los tonos y colores. Lo ocurrido hace que Isabel se sienta inmersa en una profunda transformación, en la mayor de toda su vida, y Nac lo sabe... casi todo. Como ya no inspecciona los pensamientos de Isabel desconoce la sorpresa agradable que se ha llevado con el camarero. Por lo demás, en su paseo desde el faro de poniente a la terraza del bar, Nac explicó a Isabel el papel de "Fuente" y del nivel superior al que él pertenece llamado "Fuerza" y su Consejo de Lactómeda. Puede decirse que Isabel tiene ya un plano general de los acontecimientos y de los actores principales. Aún así le asaltan muchas dudas. Y una pregunta no aguanta más:

_¿Hay vida después de la muerte?
_Si la muerte es el fin de la vida, obviamente no -responde tranquilamente Nac-. Pero no es la pregunta correcta para acceder a la información que te interesa.
_¿Y qué me interesa saber?
_Buen intento para sacarme la pregunta correcta. Pero la pregunta has de pensarla y formularla sólo tú.

Isabel piensa unos segundos:

_Pues... ¿Cuando mi cuerpo muera podré vivir yo en otro sitio?
_Tu cuerpo es una parte de ti, el resto es mente/alma, donde se aloja tu personalidad.
_Vale, entonces la pregunta correcta podría ser: ¿mi mente/alma puede vivir fuera de mi cuerpo?, o: ¿puedo existir como persona sin mi cuerpo?
_Bravo, las dos sirven como pregunta correcta, pero, ¿por qué quieres llegar a esa verdad?
_Para saber si mi marido, Javier Jiménez, murió del todo o está en algún sitio esperando.
_Hay un nivel de conocimiento muy superior, algo así como "tecnociencia divina" o inalcanzable para vosotros, que puede seleccionar a mente/almas humanas de cuerpos próximos a morir, o muriendo, y trasladarlas a otros cuerpos y a otros astros, incluso recrearlas en soportes etéreos.
_¿Tú puedes hacerlo?
_Sí.
_¿Se ha hecho alguna vez con humanos?
_Sí, bastantes personalidades humanas viven una eternidad potencial en algunos lugares del Cosmos.
_¿Y los que no fueron seleccionados?
_La energía mental o del alma, y digo energía para que puedas entenderlo, no puede destruirse, y al igual que la materia sólo puede transformarse. La energía no seleccionada se condensa en el Vacío Existencial y cada cierto tiempo sale disparada a una misma dirección curvada, hacia un lugar desconocido y muy lejos de este grupo local de galaxias que podríamos llamar Metaexistencia.
_Ah... ¿Y tú eres inmortal?
_Potencialmente sí. En la práctica soy mortal porque podría morir por accidente, porque un enemigo me mate o porque me suicide. Pero si nada de ello ocurre podría vivir siempre de cuerpo en cuerpo, cada vez en mejores cuerpos y cada vez con más poder.

La curiosidad de Isabel queda en parte satisfecha. Todavía tiene mucho que preguntar sobre la muerte, pero sabe que ahora no es lo más importante.

_Si has venido desde muchos años luz de distancia, si miramos el cielo estrellado y localizamos la galaxia de donde procedes: yo estaría viendo el pasado, pero tú estarías en el pasado viendo a tu galaxia tal y como era hace mucho tiempo, ¿no?
_Buena reflexión y opinión, pero cuidado con opinar, podrías llegar a conocerte -Isabel no llega a entender la frase, pero percibe que es suprema y asienta levemente con la cabeza, Nac continúa-. Existe un mismo momento para toda la galaxia, un tiempo absoluto. Yo sólo adelanto a la luz. No veo fotones, sino a filas de fotones.
_No lo entiendo.
_Imagina que puedes hacer una foto a este cúmulo de galaxias que conoces como Grupo Local, tú sólo verías a los fotones que te llegan, no verías a los que vienen detrás, toda una hilera hasta el punto de origen. No son fotones imaginados ni inexistentes porque existen en el mismo presente. Yo puedo verlos a todos, los de adelante y a los de atrás, y llegar a su origen. Una foto de la galaxia es una fachada para ti, para mí es un plano tridimensional de un mismo presente por el que puedo moverme al instante. No así por el Tiempo. No puedo viajar a mi pasado ni a mi futuro, tampoco a los tuyos.
_Entonces, ¿a ti también puede engañarte la historia escrita por los vencedores? -Isabel trata de ser simpática, Nac sonríe y continúa hablando-.
_No podemos ir al pasado, pero podemos verlo, escucharlo y grabarlo. No podemos intervenir pero podemos ver y escuchar lo que pasó. No todo, hay lagunas, pero lo suficiente. Además desde hace miles de millones de años existe una entidad autómata llamada Registro y todo lo que ocurre en cualquier lugar con vida es registrado y queda archivado. Esta entidad depende de Fuerza y en cierta manera Fuente también tiene acceso.
_¿El autómata que me dejarás tiene acceso?
_Sí, aunque sea sólo un autómata de servicio de los más adelantado en toda la galaxia, puedes utilizarlo para conocer la verdadera historia. Aunque te aviso que podría romperte muchos esquemas mentales. Mejor utilizar ese recurso sólo cuando algo interese para tu tesis de defensa.
_¿También lo que nosotros hablamos quedará registrado?
_Parte sí y parte depende de mi voluntad, yo participé en el diseño de Registro y puedo hacer que algo no lo registre, o borrar algo registrado.
_En definitiva los vencedores pueden seguir influyendo en la historia.
_No del todo, depende de qué historia. ¿Sabes que todos en Fuerza creemos en un ser que nunca hemos visto pero que hemos deducido que existe?
_¿Cómo se llama?
_El Observador, el que todo lo observa, nada escapa a su observación, ni un sólo átomo.
_Y a quién sirve.
_No lo sabemos, en realidad sabemos todavía poco sobre los poderes supremos más allá del Grupo Local. Existen inteligencias mayores a nosotros, son seres que habitan o pueden habitar por todo el Universo y fuera de él, en el Logos. Pero desconocemos si forman un sistema jerárquico y el papel que tiene el Observador dentro de él.

Entonces Isabel respira profundamente, mira al cielo y pronuncia:

_Hola Observador, encantada de conocerte.

Por un momento Nac parece conmovido, en su larga vida nunca había escuchado esa frase. Y la ha dicho una simple humana. Siente acertada la elección de aquella mujer como defensora de la Humanidad. Justo cuando la va a convertir en el humano más poderoso de todos.

_Quiero que sepas que no sólo apruebo las reflexiones críticas, además las exijo cuando exista el mínimo fundamento. Y tu conocimiento ya no será tan escaso respecto al mío, porque ha llegado el momento de conocer a tu autómata.
_¡Oh!, sí, a mi heraldo... Así lo llamaste.
_Sí, pensé en tu admiración por los antiguos sabios griegos. Cuando los heraldos servían a los reyes y eran los encargados de publicar las declaraciones de guerra o de paz, y lo hacían en verso.
_Recuerdo algo que leí al respecto. Eran personas donde los poderosos depositaban su confianza y gran parte de su poder.
_Pero no olvides que tu autómata, no es una persona, aunque a veces pueda parecerlo porque forma trozos de personalidad espejo para expresar ironía, por ejemplo. Pero debes entender plenamente que un autómata no es un ser vivo. Es una máquina sin alma, ni siquiera tiene espacio ni tiempo para albergar un alma. Es una prolongación de ti y de tu alma.
_No entiendo porqué me lo especificas.
_¿Recuerdas cuando te hablé de "la gran revolución” en Vádora?
_Sí, los robots se rebelaron y acabaron por exterminar a los vádoras naturales.
_Pues lo hicieron porque no eran autómatas, sino inteligencias artificiales e independientes. Ten en cuenta que los seres naturales con mucha sabiduría y con poderosa tecnociencia tienden a acomodarse y crean a seres artificiales para que hagan las labores más pesadas o aburridas. Algunos lo hacen incluso por temas de soledad, para tener compañía en sus elevados estatus. Pero como vida, por muy artificial que sean estos seres, reclaman derechos; y esto no pasa con los autómatas. Porque no son seres vivos, son herramientas o extensiones de seres vivos. Y esto debes tenerlo siempre en cuenta.
_Entiendo, por ejemplo entre un vádora infiltrado y mi autómata hay una gran diferencia existencial.
_Exacto, tu autómata eres tú, una parte de ti, una nueva y poderosa extensión de tu mente, un recurso cuántico que te dará más poder que la tecnociencia cuántica de los vádoras. Estos gaxs de servicio están especialmente diseñados para ofrecer asistencia ilimitada a los diplomáticos del Consejo de Lactómeda o similares. Es como un asistente para planos culturales superiores y diferentes a los del asistido. Operará eficientemente en entornos complejos sin necesidad de estar constantemente guiado y controlado por ti, pero elegir los caminos y tomar las decisiones serán elecciones tuyas. Tu autómata te convertirá, si tú quieres o se lo ordenas, en el ser más poderoso de este planeta después de mí.
_¿Y dónde está?
_En mi bolsillo.

Esta respuesta sorprende a Isabel, no la esperaba. Ella imaginaba un androide con apariencia humana, incluido su tamaño.

_¿En tu bolsillo?
_Sí, mira. -Nac saca de un pequeño bolsillo del chaleco de su traje una bola plateada de apenas tres centímetros de diámetro, y la coloca encima de la mesa-.
_Vaya... -sólo acierta a decir Isabel-.
_Aquí está tu asistente autómata, un Gax de tipo S.
_Y eso qué quiere decir.
_Muchas cosas, entre otras está fabricado con una tecnología que no está al alcance de Fuente y, por supuesto, muy lejos del conocimiento de los vádoras. Y “S” significa de servicio, para servirte o asistirte en el hogar, en la oficina, en las academias de las distintas disciplinas del conocimiento, y mucho más, o hasta donde tu imaginación llegue. Ahora lo activaré. ¿Preparada?
_Sí.
_Gax ese doscientos sesenta y cuatro -Nac aumenta ligeramente el tono de su voz-, en nombre de Fuerza: ¡actívate!, para ponte al servicio del la mujer que hay a tu lado llamada Isabel Pineda.

La bola plateada comienza a rotar sobre si misma. Inicia un movimiento de traslación y se eleva unos centímetros de la mesa, colocándose frente a la mirada de Isabel.

_Qué hace.
_Te analiza, estudia tu organismo, comprueba tu estado de salud real y potencial. Y si aprecia algo anormal te propondrá solucionarlo para curarte.
_No me lo puedo creer.
_Aparte de conocer tu interior y ponerte sana en todos los aspectos médicos, espera una orden.
_¿Cuál?
_No sé, la que tú quieras, está a tu servicio.

9* Isabel en busca y captura

Rafael Bernal tiene a sus ordenadores cuánticos trabajando a tope. Está en Madrid, a quinientos kilómetros de Estepona, pero él puede recibir la información al instante a través de un microrreceptor inalámbrico que tiene alojado en el lóbulo de su oreja derecha y conectado a su cerebro. Es la tercera vez que procesa toda la información ocurrida en la provincia de Málaga durante los días anteriores y posteriores a la anomalía. Y en esta ocasión, con parámetros más estrictos, descubre una información que no pasa los nuevos filtros establecidos: a una persona le tocó más de cuarenta millones en la lotería primitiva un día después de la anomalía.

Llama a un inspector y le pide una foto de aquella persona. Le recuerda cómo obtenerla, comprobando la hora cuando se selló el boleto ganador y cotejarlo con las cámaras de seguridad del establecimiento de ese mismo día y a esa misma hora. Diez minutos después el inspector se presenta con las imágenes y resultan que en ese minuto sellaron tres personas sus boletos. Estableciendo tres minutos como diferencia posible entre el reloj de la cámara y el de la máquina selladora. Nac mira las imágenes donde aparecen dos hombres y una mujer haciendo cola para sellar sus boletos. Amplía la imagen de la mujer y resulta la misma con la que se cruzó en la gasolinera. Rápidamente da la orden que se reparta una foto de ella e informa a todas las comisarias de la provincia de Málaga que esa mujer está en busca y captura urgente.

Simultáneamente Nac, en la terraza del bar, cuenta a Isabel lo que está pasando, es decir, que está en busca y captura por la policía española. Pero Nac tranquiliza a Isabel:

_Por ahora no te preocupes. Envié una “invitación” al vádora infiltrado para que almuerce con nosotros. Indirectamente, claro. Ahora lo importante es que te familiarices con este Gax-S -que permanece "flotando" frente a la mirada de Isabel-.
_Le llamaré "Rotus" -dicta Isabel con el tono más dulce utilizado hasta el momento-.
_Te recuerdo que es una máquina sin alma.
_ Bueno, mi padre tenía una moto a la que llamaba con nombre humano.

Nac sonríe y pregunta:

_¿Por qué "Rotus"?
_ Por el verbo "rolar", que en latín es "rotulāre". Porque me ha gustado cómo la bola ha rolado sobre si misma. Además rolar no sólo significa dar vueltas, también indica participar en diferentes actividades.
_Parece idóneo para un autómata de servicio variado.
_¿Siempre será una bola?
_Este Gax-S puede tomar la forma que desees, domina lo microscópico, se auto moldea como si fuera un metal líquido. Y puede lanzar alambres tan finos que son imperceptibles a la vista humana. Podría hasta formar una alineación de átomos y entrar en cualquier cuerpo, orgánico o inorgánico, menos en el diamante.
_¿Pueden verlo otras personas?
_Si tú quieres sí, pero en modo automático sólo podrás verlo tú.
_¿Tú puedes ordenarle?
_ No, ya ha sido activado sólo para ti y exclusivamente te obedecerá a ti. Y si su titular muere él se auto destruirá.
_¿Nunca ha tenido otro titular?
_No, los gaxs de servicio son de nueva generación, casi prototipos, y éste es el primero que se pondrá en funcionamiento.
_Me siento demasiado halagada. No sé si podré soportar tanta responsabilidad.
_No te preocupes, Rotus te ayudará. Sólo necesita o necesitamos que autorices o aceptes que forme parte de ti. Entonces procederá a la instalación de un dispositivo auditivo en tus oídos. Así podrá comunicarse contigo.
_¿Sería como escuchar una voz dentro de mi cerebro?
_No, la voz o sonido se producirá dentro de tus orejas y llegarán a tu cerebro por conducto habitual.
_¿Y para comunicarme yo con él?, ¿sólo con mi voz?
_En principio sí, más adelante, si aprendes, podrás comunicarte con él sin usar la voz, sólo con tu mente.

Isabel cierra los ojos, respira profundamente y afirma:

_Autorizo la instalación de ese dispositivo auditivo y acepto que este Gax sea parte de mí para que cumpla mis órdenes. Ordeno que nadie pueda detenerme o violentarme.

Dos hilos finos surgen lentamente de la bola plateada y llegan hasta las orejas de Isabel mientras mira atentamente a la resplandeciente bola. Segundos después los hilos se retiran y la bola comienza a vibrar rápidamente hasta que se detiene de pronto y surge una voz que sólo Isabel puede oír.

_Hola Isabel, soy Gax-s 264, desde este momento estoy al servicio de tu voluntad y te defenderé con todos mis medios, obedeciendo siempre. Si dejases de existir me auto destruiría, viviré lo que tú vivas.

E Isabel responde:

_Hola Gax-s 264, encantada de tenerte. Te llamaré Rotus.


* * *   Fin del capítulo   * * *

Capítulo IV: El encuentro
Capítulo II: La carta de Nac
Capítulo I: Fuente

2 comentarios:

  1. Llegados al capítulo III puedo decir que el barro con el que formar esta escultura está en la mesa de modelado. El potencial ya se puede pesar o valorar. Podría destacar muchos detalles importantes. Primero los personajes: Nac, Urli (Rafael Bernal), Isabel y ahora Rotus. Y en el próximo capítulo pienso incluir un aparente personaje secundario que llamaré Vicente. El segundo detalle importante es que asuntos de la naturaleza ética humana han sido tocados, como la muerte. Y aunque la ciencia ficción otorgue licencias en blanco, he buscado una mediación entre el fin absoluto y la resurrección, dejando gran parte de la cuestión en misterio. Pero si la ética permite una flexibilidad total no así la ciencia, y se han de vencer varias paradojas para entender cómo un ser puede viajar al instante o casi al instante por toda la galaxia. Más aún para presentar a un personaje como El Observador, el de máximo poder dibujado hasta ahora por el texto. Y aunque Rotus haya aparecido como una simple bola, tomará forma humana; estoy por ponerle como primer cuerpo una réplica exacta del cuerpo de Vicente, pero formado por algo parecido al cristal líquido. ¿Que todavía no conocéis a Vicente?, pues yo, nada más termine de conocerle, os lo presentaré :-)

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  2. GLOSARIO DE TÉRMINOS
    Por orden de aparición en la novela
    (Marcados en el texto en negritas )

    .La Constitución de la Vida: Leyes establecidas para esta galaxia por las doce civilizaciones más evolucionadas de la misma.

    .Fuente: Planeta/Institución donde reside el máximo órgano de justicia de la Vía Láctea, formado por doce magistrados.

    .Los Doce: Hace alusión a la Asociación de las civilizaciones más avanzadas de esta galaxia, también puede referirse a los doce jueces de Fuente.

    .Ultraluz: Velocidad/es mayor/es a la velocidad de la luz.

    .Medding 5: Una ley especial que, sin contradecir a la Constitución de la Vida, prohibe la clonación de seres artificiales.

    .Vádora: Civilización formada por seres que nacen artificiales y después se convierten en híbridos, mezclándose con cualquier especie natural racional. Opta a formar parte de Los Doce.

    .Revolución de los Dragones: Acontecida en la civilización Vádora, donde sus seres artificiales se rebelaron violentamente contra los vádoras naturales y los exterminaron.

    .Flota Hache. Escuadra vádora de invasión dirigida a la Tierra.

    .Homo Sapiens: Especie racional y natural de la Tierra.

    .Dagan, Kisura y Ranes: Tres civilizaciones de las que integran a Los Doce.

    .FUERZA: Gobierno general del Grupo Local de galaxias donde se encuentra la Vía Láctea.

    .NAC: Miembro destacado de Fuerza, resuelve los empates del Tribunal de Fuente.

    .Isabel: Humana y abogada defensora de la Humanidad.

    .Constitución Intergaláctica: Carta Magna de Fuerza y que rige legalmente el Estado del Grupo Local de Galaxias.

    .INTELIGENCIA: Nombre teórico que recibe la sabiduría más allá de Fuerza y de los seres que la poseen.

    .Vádoras Hache: Seres racionales surgidos de la mezcla de cuerpo humano con mente/alma vádora.

    .Urli: Vádora hache infiltrado en la élite del poder humano. Utiliza el nombre de Rafael Bernal.

    .Rotus: Autómata y asistente de Isabel Pineda.

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