miércoles, 4 de septiembre de 2019

Pacto de novela

Al programa de radio El Faro, presentado por Mara Torres 
Del día 5 de septiembre de 2019 a las 1:30 horas.


El Pacto es un concepto maravilloso. No debe despistarnos su artículo masculino, símbolo de la fuerza bruta en la prehistoria y de mucha historia hasta la actualidad. Porque el pacto requiere una manifestación previa de inteligencia abierta a la capacidad de negociación y a la astucia, símbolo femenino. Toda su existencia se basa en una acción anterior, cuando por deseo o necesidad se plantea eso de "vamos a pactar" o "esto hay que pactarlo". Así el pacto no puede existir solo, necesita de un planteamiento inicial de acudir a un encuentro donde interactuar con los valores de dos o más partes. Con este preámbulo "pacto" proviene de la palabra latina "pax", el fin de la guerra, cuando la victoria total no es posible o no interesa. En definitiva el pacto siempre modifica una situación anterior, aunque sea el mero hecho de continuarla o de mantenerla. Por ejemplo el matrimonio, uno de los pactos extendidos a todas las culturas humanas, donde de la soltería se pasa a la vida en pareja, pudiéndose pactar de nuevo para conmemorar los veinticinco o cincuenta aniversario.


Todos los contratos matrimoniales, laborales, comerciales o de arrendamiento son pactos. Por ello me interesan más los pactos en silencio, los escondidos y los que se hacen con uno mismo. De hecho, no se puede pactar con el diablo sin antes haber pactado con uno mismo.


¿Pactos en silencio?, hay muchos, basta rebuscar un poco. Circulando por las carreteras urbanas se producen a diario muchos pactos en silencio y cuando no se llega al acuerdo o pacto surgen pitidos, bocinadas, gritos e insultos. Incluso hay pactos en silencio y nocturnos que requieren luz, como cuando uno da las largas para que otro pase aunque no tenga preferencia. Estos pactos suelen aliviar los atascos y evitan situaciones de peligro. ¿Pactos escondidos? Huy, ahí ya hay... Hay que rebuscar más para hallar pactos escondidos, son como joyas. Pero escondidos a quiénes, ¿a la pareja, a ciertos familiares, a amigos cercanos?, ¿al público o a lo público? Muchas ramas tienen los pactos escondidos. Y ay, los pactos con uno mismo, cuántos pactos firmados y sellados el treinta y uno de diciembre e incumplidos el uno de enero. Acabando sin desánimo, hay muchos pactos con uno mismo que se cumplen y maravillosamente, por ejemplo escribir un libro. Pero cómo, ¿cómo se pacta con uno mismo escribir una novela?. Así finalizo abriendo pregunta a la mediadora: ¿cómo pacta Mara Torres con ella misma para escribir una novela y cuánto se da de plazo?


;-)

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