domingo, 4 de agosto de 2019

El cielo mágico


Érase una vez en una tierra muy lejana que se encontraban tres hermanos. Desde muy pequeñitos perdieron a su madre y quedaron huérfanos. El hermano mayor se hizo cargo de sus hermanos que, a su vez, eran muy trabajadores. Todas las mañanas cuando cantaba el gallo el hermano mayor se despertaba para hacer el desayuno a sus hermanos menores. Mientras sus dos hermanos desayunaban, el hermano mayor siempre subía a lo más alto de una montaña vecina para hablar con su mamá. Él se decía a si mismo que, cuanto más cerca estuviera de la cima de la montaña, más cerca estaría de su madre.


Un día, mientras el hermano mayor conversava desde lo más alto de la montaña con su madre, los dos hermanos pequeños salieron de caza porque tenían ya pocos alimentos, pero al adentrarse en el bosque tomaron el camino equivocado y se perdieron mientras el hermano mayor bajaba de la montaña. Llegó a casa y los dos pequeños no estaban, se encontraban perdidos en el bosque y muy agotados de caminar, buscando el camino correcto para regresar a su pequeña casa con su hermano mayor.

El hermano mayor se preocupó mucho; pasaban las horas y los pequeños no regresaban. Mientras, ellos, comenzaron a vivir grandes aventuras y, a pesar de encontrarse agotados y cansados, no perdían la esperanza de llegar a casa y ver a su hermano mayor. Caminaban perdidos, descubriendo secretos del bosque que desconocían. Hasta que, inesperadamente, detrás de varios árboles uno de los pequeños vio un lago muy hermoso. El agua era cristalina y parecía un lugar mágico. El pequeño no sabia si aquello era algo real, así que dudaba en hablarlo con su hermano. Ambos siguieron andando en dirección al lago, sin imaginarse que allí se encontrarían una sorpresa maravillosa.

Al llegar a la orilla del lago descubrienron un gran banquete como si estuviera preparado para ellos. Hambrientos y boquiabiertos no sabían si comer  algo. Miraron a todos lados para cerciorarse que nadie observaba y, sin pensarlo más y dando gracias, comenzaron a comer todo lo que pudieron. Parecía un sueño, nunca habian visto tanta comida junta y en sus corazones deseaban que su hermano mayor estuviese con ellos para disfrutar de aquellos manjares. Al terminar de comer y saciarse hasta más no poder, tomaron sus pertenencias, guardaron un poco de comida para el camino de regreso a casa y se pusieron en marcha. Mientras andaban nuevamente por el bosque vieron que habia un pequeño acantilado y decidieron ir mientras pensaron: "Si nuestro hermano mayor puede hablar con nuestra madre en lo más alto de la montaña: nosotros tambien podremos. Le pediríamos a mamá que nos mostrara el camino de regreso a casa. Asi comenzaron a hablar al cielo, dirigiéndose a su madre, solicitando su cobijo y ayuda. Hasta que se cansaron de tanto andar con los estómagos llenos y se sentaronn a echar una pequeña siesta. 

Después comenzaron nuevamente a buscar el camino a casa, por el camino decidieron tomarse un tiempo para recolectar frutos y ver si podian cazar algun animal para poder llevar algo de comida a su hermano mayor, ya que lo que habian tomado en el lago iba desapareciendo. Estaba por caer la noche y era imposible cazar un animal, asi que decidieron hacer un pequeño refugio para pasar la noche en el bosque. Cuando de repente escucharon una voz linda y tierna entre las hojas de los árboles diciendo: "Hijos mios no os rindáis, el camino a casa está muy cerca, seguid andando yo os guiaré hasta vuestro hermano. Los pequeños hermanos decidieron hacer caso a tan hermosa voz, siguieron andando y de pronto, frente a sus ojos, vieron pasar un venado. Decidieron ir en su captura, persiguieron al animal y uno de los hermanos, dando un sólo disparo, logró cazar al venado. Mientras cazaban el hermano mayor escuchó desde casa el disparo, tomó su escopeta y salió en busca de sus hermanos. Se introdujo en el bosque para llegar donde él imaginaba que estarían. 

Los pequeños estaban recogiendo a su presa para llevarla a casa, porque confiaban que su madre les llevaba por buen camino. No podian aguantarse las ganas de llegar y contarle a su hermano mayor lo que les habia pasado. Cuando de repente en el bosque se escuchó un grito muy fuerte de llamada y desesperación: "¡Hermanos dónde están! Los pequeños reconocieron las voz y comenzaron a  correr en direccion de donde venia tal grito, corrían y corrìan. Hasta que sucedió el encuentro más hermoso. Los tres hermanos se abrazaron como nunca antes lo habian hecho. El hermano mayor pidió disculpas por haberlos dejado solos y por no permitirles ir con  él a la momtaña para hablar con su madre. Y fue asi que los 3 hermanos volvieron a estar juntos otra vez y su madre desde el cielo los cuidó y protegió siempre...

FIN

Joel y Tamara
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Una vez más El Albumcito Hablador publica un relato de un amigo del blog. 
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