jueves, 18 de febrero de 2016

Escribamos I



Sobre el significado de escribir, referido a cuando no es copiar, cuando no es tomar apuntes, cuando no es rellenar formularios... Quiero leerme sobre el arte de escribir. Y he de comenzar escribiendo. Creo que todos los que leemos o sabemos leer somos artistas, o podemos serlo, del arte de escribir. Pero ahora no requiero de las varas que miden escritos o escritores, no me interesa conocer quiénes escriben mal y quiénes escriben bien. Quiero saber qué me impulsa a escribir, es decir, qué me mueve a leer dentro de mí. Y qué resuelvo escribiendo, si resuelvo algo. 



Incluso atreverme a observar ese nivel aleatorio que conduce al infinito, y preguntarme: ¿por qué estas letras del abecedario, o palabras del diccionario, nunca antes fueron ordenadas como aquí y ahora? O preguntarte, lector: ¿por qué guardas en tu mente frases que nunca antes fueron escritas? E intimar, ¿por qué no escribes algunas de esas frases en los comentarios de este post o en cualquier otro lugar (dejando aquí enlace)?, o ¿por qué sí?

Hagamos trato, fijémonos en tres palabras anteriormente citadas: “aquí y ahora”, pues ese poder tienes, de establecer todos los “aquí y ahora” que quieras y de mantenerlos en el tiempo y el espacio. Aquí y ahora es este post que escribo o lees, y lo es “en todos los lugares y tiempos”. Vengan a leerlo del pasado, del futuro o del presente, es ahora; y aunque se lea en cualquier lugar del Cosmos, es aquí. Esa fuerza tienes, querido lector. La única debilidad puede venir del soporte usado, si es perecedero el escrito perecerá (si no lo copian antes a otro lugar). Aún así puedes ser como un súper héroe, o como un mutante con súper poderes (si te gustan más).


¿Todavía no te convenzo?, sigamos tratando pues. He iniciado este post o escrito porque quiero saber por qué escribo. Pero enseguida te has puesto  a leer y ahora trato de convencerte para que escribas. Cuando escribo necesito leer dentro de mí mismo, dotar a los conceptos que ya manejo de más palabras, hacerlos crear frases y después ordenarlas para quitar o añadir más palabras, hasta que por fin aparece un texto donde aprendo algo, de mí o de mi exterior. Por tanto no puedo escribir sin leerme, pero hasta ahora, amigo lector, tú estás leyendo sin escribir, ¿por qué no dejas de leerme y te lees a ti mismo para que puedas escribir-me? Esto se complica y el motivo por el que escribo está resultando un deseo de leerte.

¿Acaso no busca eso el que escribe una carta a un amigo?, que responda con otra carta. Ya sé por qué escribo este post, al menos a quién se lo escribo, a la amistad. Me alegro, porque acabo de leer dentro de mí que considero amigos a los lectores, potenciales o no, de este escrito, en general de todos mis escritos. En un ”aquí y ahora” puedo decir una cosa y en otro, otra, pero la amistad, mayoritariamente anónima, permanece. Y me llevo un regalo, un nuevo concepto, la lectura está viviendo un paso histórico, y de anónima está pasando a participativa, la lectura que escribe está naciendo.


A mi lado hay un libro prestado de una biblioteca pública, veo claramente el nombre de la escritora, pero no aparecen los nombres de los lectores que tuvo. Y supongo, por el estado del ejemplar, que tuvo muchos lectores. Pero hay novelas, como El Quijote, que si hubiera de incluir páginas nuevas con los nombres de las personas que lo han leído: resultaría una labor inverosimil, casi imposible. Aún así, desde el siglo pasado se suelen poner opiniones de lectores en las ediciones de nuevas novelas o en nuevas ediciones de las viejas. Lo hace el mercado literario para vender más o mejor, y son opiniones de profesionales en la crítica literaria. Son lectores, sí, pero con segundas intenciones. Ningún lector “de a pie” ha dejado cita de imprenta en la contra portada de una novela a la venta.

Internet rompe este esquema, y el lector no sólo se vuelve menos anónimo, sino además participativo, vivmos una época (literaria y ciudadana) donde la lectura participa. Pero de alguna manera siempre participó... ¿Acaso hubo escritor que pudo escribir una novela sin que un lector le dijera que le gustó la anterior que escribió? Sí, en la primera novela, donde no hubo una anterior (leerse a si mismo). Igual ocurre en un primer post o en un primer comentario de post. Y sí, va por ti, querido lector de este “aquí y ahora”, y aún en el supuesto que sea tu primer comentario en un post, para que tu lectura me llegue: debes escribir. Hayas leido en ti o en mí, escribas en este post o en nuevo post, te cambio lectura, escribamos.

Pd: "Escribamos, ¿otra manera de hacer el amor?", en proyecto :-)


5 comentarios:

  1. Eres enrevesado y sin embargo... cuanta razón tienes!!! Hace tiempo que no te leo pero sigues igual.. haciendo partícipe a la gente de lo que escribes y de lo que leen. Felicidades!!! Y por supuesto, sigamos escribiendo y leyendo, mantengamos activas nuestras mentes, que así mantedremos activo nuestro cuerpo. Un besote y... seguimos en contacto!

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  2. Gracias Helga, como siempre tu sensibilidad es sabia, la interconexiOn de los que escribe y leen buscando nuevo conocimiento mental o sentimental :-)

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